Amigo tengo una consulta sobre su fe

Ante todo la luz y la paz de Cristo sea en su alma, así sea.

Amigo una consulta: ¿Usted es Creyente Cristiano; es Católico, evangélico, luterano, anglicano, pentecostal, etc.?

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Creyente de la iglesia católica.

Estimado Hno. en Cristo y María, ante todo la paz del Señor Jesús sea en su alma, así sea.

Hermano, así en buena onda… permítame por favor aclarar un aspecto importante de nuestra fe cristiana; que es la existencia de ángeles caídos (demonios o espíritus malos).

Vea usted, una de las características fundamentales de todo buen apóstol, evangelizador, agente pastoral, catequista, predicador, servidor, misionero, laico comprometido, etc. es que debe enseñar conforme a la verdad, especialmente aquellas verdades reveladas por Dios.

Aquí no cuenta los prejuicios, criterios personales o las opiniones de un teólogo, de un grupo; no, lo que cuenta son las verdades que nos enseñó Cristo Dios y que la iglesia (que él mismo fundó) trasmite fielmente desde el tiempo de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo hasta nuestros días.

En otras palabras, todo buen católico (practicante) no se debe apartar ni a la derecha, ni a la izquierda, simplemente debe mantenerse firme y fiel en la verdad, y eso significa que no sólo debo amar la verdad, sino defenderla.

En ese sentido, la iglesia comunica a todo el mundo lo que Cristo y Espíritu Santo le enseñó, es así que la existencia de los ángeles quedó testimoniada por darle sólo un ejemplo en innumerables pasajes de la Sagrada Escritura.

Jesús menciona a los ángeles como seres reales y activos. Por eso la existencia de los ángeles es dogma de fe. ¿y porque es dogma de fé? Porque lo dice la biblia. Y para nosotros Los Católicos, la biblia es palabra de Dios. El que no crea en la biblia o se ría de la biblia con su pan se lo coman, es asunto de ellos.

Y la biblia, nos habla del demonio… nos dice que hubo ángeles que pecaron, y que fueron condenados, esos son los demonio ángeles que pecaron. Dios los hizo ángeles; pero ellos se hicieron demonios. Al principio fueron sometidos a una prueba. Algunos sucumbieron por haberse declarado en rebeldía contra Dios, y un pecado trajo otro pecado, hasta que rechazaron y odiaron a Dios: éstos son los demonios que fueron condenados al infierno. Desde entonces su existencia se concentra en odiar a Dios, en tentar a los hombres y ocasionalmente causarles algún tipo de mal -si es que Dios lo permite- (que eso es otro tema aparte).

El demonio es un ser pervertido y pervertidor, inteligente, no humano, que induce a los hombres al mal. (Obviamente que no todo se debe a causas del demonio) pero qué duda cabe que actúa en el mundo.

Pero al demonio se le puede vencer con la ayuda de Dios. Al demonio se le pinta con cuernos y con rabo; pero ya se comprende que el diablo, ni tiene cuernos ni rabo, pues es espíritu. Se le representa así para expresar que es un espíritu malo. En la Biblia parece clara la existencia del demonio en la tentación de Eva, en las pruebas de Job, etc.; y sobre todo en los santos Evangelios.

El demonio no es el mal abstracto, el demonio es un ser persona, no tiene cuerpo, pero es persona espiritual; Cristo para rechazar a Pedro que le proponía huir de la cruz le dice: «Apártate de mí, Satanás»... Es decir, para Cristo satanás es una persona, es alguien. Si no, ese modo de hablar no tendría sentido. Repito, el demonio es persona espiritual. Así lo considera Cristo pues supone que tiene deseos: le dice a Pedro que «satanás quiere cribaros como al trigo».

Y San Pedro llama a satanás nuestro adversario y afirma que anda buscando el modo de hacernos daño. En otra ocasión en el evangelio Cristo afirma que él expulsa al demonio, etc,etc.

No se puede eliminar de la Biblia la existencia del demonio, como ser personal, sin alterar el mensaje cristiano en su misma esencia.

Salvador Muñoz Iglesias, no sé si seguirá de Profesor de Sagrada Escritura en el Seminario de Madrid, en el espacio de Televisión «El pulso de la fe», dijo: «Quien niegue la existencia real de satanás (o estos entes maléficos) tiene que admitir que Cristo Dios o se equivocó o nos engañó. Y Si un cristiano no puede admitir ninguna de estas dos cosas, tendrá que aceptar la existencia real de satanás».

Insisto y repito, Si hay algo claro en una lectura de las páginas del Nuevo Testamento, es que para Jesús y los Apóstoles, el demonio es una realidad, una realidad viva y actuante; y no una simple figuración del mal, algo abstracto o un fantasma. El demonio es “el tentador que busca nuestra desgracia y quiere cerrarnos las puertas del cielo”. El demonio nos tienta porque nos tiene envidia, pues siendo la naturaleza humana inferior a la angélica, nosotros podemos salvarnos y él no. Por eso quiere impedir nuestra salvación eterna... En el Nuevo Testamento se habla del demonio más de cien veces.

Negar esta realidad y afirmar que son sólo un mero símbolo del mal es una afirmación, discúlpeme amigo con todo respeto, herética. Tal afirmación es contraria a la tradición constante de la Iglesia. Al magisterio, a la santa y sana doctrina, a la enseñanza de los santos, contraria a la enseñanza de todos los doctores de la Iglesia, contraria a los Padres de la Iglesia; a la práctica constante de la Iglesia en Oriente y Occidente a través de toda su historia, en fin… la Iglesia es unánime en afirmar de la existencia de estos seres espirituales malignos.

Repito, nuestra santa doctrina, nos habla claramente de espíritus malignos (ángeles caídos) que pecaron contra el Señor; el maligno deseó para sí la adoración y reverencia debida a Dios. Blasfemó de su divina grandeza y santidad, faltó a la fe y lealtad que debía, pretendió destruir todas las criaturas y presumió que podría todo esto y mucho más; y así siempre su soberbia sube y persevera, aunque su arrogancia es mayor que su fortaleza, porque en ésta no puede crecer y en el pecado un abismo llama a otro abismo.

El primer ángel que pecó fue Lucifer, como consta del capítulo 14 de Isaías, y este indujo a otros a que le siguiesen; y así se llama príncipe de los demonios, no por naturaleza, que por ella no pudo tener este título, sino por la culpa. Y no fueron los que pecaron de sólo un orden o jerarquía, sino de todas cayeron muchos. Esos son los demonios, ángeles que pecaron y se condenaron.

Con lo expuesto creo que es suficiente para dejar en claro cuál es la posición oficial de la Iglesia Católica con respecto a los demonios o espíritus malignos.

Hasta aquí, es todo lo que tengo que decirle como hermano en Cristo Jesús.

Alabado sea Jesucristo.

Le supongo también creyente de la iglesia católica. Comentarle que todo lo que me comenta es verdad porque es palabra de Dios. La iglesia católica parece que ha querido "silenciar " la existencia del demonio, no sé de dónde puede haber procedido dicha tendencia. Lo más seguro para aliviar a los feligreses de este peligro. Pero como usted hace referencia la Biblia en ningún momento lo elimina ni tampoco en el catecismo.

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