Las primeras descripciones más o menos fiables usadas para la observación solar datan del siglo POR, Ibn al Haitam, aunque las fiables al 100% son las de Leonardo da Vinci, que al menos aporta dibujos de su funcionamiento. Los chinos atribuyen su invención a Mo-Tzum, en la China de hace 25 siglos, y los griegos a Aristóteles (300 a.C.).