Hola, tengo un césped con algunas malas hierbas y unas cuantas cepas de tréboles. Esta bastante amarillo por la necesidad de abono. El caso es que los dos años pasados le eche mantillo y se me lleno de malas yerbas y de los tréboles. Ademas tenia que cegarlo cada semana prácticamente. He leído que con determinados abonos (npk) el césped no amarillea y no crece tanto. Ademas no necesita tantos riegos. ¿Sabéis decirme si esto es cierto? Que tipo de abono necesito (por favor, ¿si es posible concretad proporciones que deba contener)? ¿Proporción? ¿Y riegos en verano?
Muchas gracias
Respuesta de jardinmania
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jardinmania, TÉCNICO SUPERIOR EN GESTIÓN Y ORGANIZACIÓN DE LOS RECURSOS...
El abonado puede aplicarse en primavera, verano y otoño. El abonado de primavera se efectúa con un abono comercial rico en nitrógeno, fosfato y potasio. Se aplica a comienzos de primavera, cuando la hierba ha comenzado a crecer vigorosamente. El contenido y formulación de los abonos varía en función del fabricante. Así se pueden encontrar formulados combinados con herbicidas y otros con un abono orgánico a base de turba. La mayoría de las praderas requieren fertilizantes con un 5-7% de nitrógeno, un 10-15% de ácido fosfórico y un 2-4% de potasio. Cualquier producto empleado se aplicará durante la estación especificada y únicamente en las fechas recomendadas por el fabricante. En verano el desarrollo del césped es más lento en aquellas praderas que han sido segadas, cortadas o abonadas en primavera con fertilizantes inorgánicos de acción rápida, por lo que se aplicarán de 9 a 17 g de sulfato amónico por metro cuadrado, dando un riego abundante con antelación si el césped está seco. Solo se aplicará en aquellas parcelas en las que el césped está descolorido y crece mal. Si el césped ha sufrido un estrés hídrico o la compactación y a finales de verano aparece ralo, es recomendable aplicar un abonado de otoño. Se administrará un nivel bajo de nitrógeno, pero bueno en fosfato y potasio para estimular el crecimiento sanode las raíces. La aplicación del abonado debe ser uniforme, para evitar el parcheado o el chamuscado del césped. Se hará cuando la hierba esté seca pero el suelo húmedo, preferentemente con tiempo fresco y con chubascos. Después del abonado se dará un pequeño riego controlado. La aplicación puede ser: manual mezclando el fertilizante con arena seca o tierra arenosa, en disolución con ayuda de una regadera o un diluidor con una manguera y mecánica con un distribuidor estándar o lineal. RIEGO Para mantener un césped creciendo sano y verde es esencial regarlo en períodos de sequía. El exceso de agua en el césped produce aumento de materia verde, incremento de enfermedades, raíces poco profundas, desaprovechamiento de recursos valiosos, etc. La frecuencia de riego varía de un lugar a otro y debe determinarse de acuerdo a la apariencia del césped. La necesidad de agua puede identificarse cuando el césped se torna de un color verde azulado y cuando las pisadas permanecen marcadas en él, ya que la falta de agua hace que a la hoja le cueste recuperar su posición original. A medida que la sequía del césped aumenta, este se marchita y su color se torna verde grisáceo. Una vez que el pasto está marchito debe regarse de inmediato y se recuperará considerablemente rápido. Si se llega a un cuadro de sequía severa, la planta deja de crecer y las hojas se tornan marrones y mueren. Los riegos se aplican en un solo riego o en dos riegos iguales con 2 ó 3 días de espacio entre sí. Después del riego, la tierra debe estar húmeda hasta 15 centímetros de profundidad. Es recomendable humedecer a fondo toda la zona de las raíces. Se recomienda aplicar los riegos por la noche o a primera hora de la mañana. A esta hora el viento no interfiere en el riego y no hay prácticamente evaporación de agua. Una de las complicaciones que ocasiona el riego en horas de la tarde, es la creciente incidencia de enfermedades. Este inconveniente puede reducirse regando únicamente cuando el césped lo necesita y regando esporádica pero profundamente. Regar durante el medio día no es efectivo ya que gran cantidad de agua se evapora siendo por consiguiente muy difícil humedecer la tierra adecuadamente.