Si le preguntas la pintor te dirá que pintar lo último y si le preguntas al acuchillador te dirá que el barniz del suelo lo último.
Esto se debe a que ambos trabajos pueden estropear el anterior.
En primer lugar, debes colocar el rodapié. Si está prelacado, no tienes por que volverlo a pintar, ya estaría terminado. Si por el contrario tuvieras que lacarlo, hazlo antes de colocarlo, es mucho más fácil que con el rodapié colocado.
Cuando se realiza la labor de pintura, una vez colocado el rodapié, se debería recibir con plaste u otro material fino, para tapar el espacio que suele quedar con la pared.
Por lo tanto, antes de pintar debe de estar colocado el rodapié totalmente terminado.
Ahora el resto, que es lo más problemático.
Durante las labores de pintura es posible, aunque si se hace bien no debe haber problemas, que el suelo se manche con alguna gota de pintura, entonces podría estropearte el suelo, aunque se podría limpiar con relativa facilidad.
Durante las labores de lijado del suelo, es posible que se levante polvo y manche las paredes, aunque si se cubren bien, no tiene por que pasar.
Cuando se pega cinta de carrocero en la pared, es muy probable que al despegarla arranque en algunos puntos parte de la pintura, con lo cual, el desconchón, hay que emplastecerlo, lijarlo y pintarlo.
Por lo tanto, lo correcto, es colocar el rodapié, lijar y barnizar el suelo, y posteriormente pintar.
El suelo es conveniente barnizarlo seguido y sin cortes, en un solo día. Posteriormente, el barniz debe de fraguar y endurecer hasta que se pueda pisar, por lo menos 48 horas, si le dejas más, tampoco le vendrá mal. Aunque los tiempos es mejor que te los marque el acuchillador, o entarimador correspondiente.
Simplificando,
1.- Colocar rodapié, ya lacado.
2.- Lijar y barnizar el suelo
3.- Esperar a que el barniz este endurecido (48 horas, o lo que te indique el aplicador)
4.- Pintar las paredes.
Si tienes muchísima prisa y no puedes esperar,
1.- Colocar rodapié, ya lacado.
2.- Pintar las paredes.
3.- Lijar y barnizar el suelo
4.- Repasar los posibles desconchados de la pintura.