Hay muchas formas de conseguir aumentar peso. Yo probaría y me centraría en la que más funciona para ti.
Yo (soy mujer) he entrenado muchos años en gimnasio. Estaba definida, pero me resultaba repetitivo y aburrido.
Cuando conocí el entrenamiento funcional y el CrossFit la cosa cambió. El superarte a ti mismo, el equipo que se forma en tu BOX y el ánimo de tus compañeros engancha. Al ver resultados rápidamente, engancha aún más.
Las primeras semanas es normal que pierdas peso. Un ejercicio tan exigente requiere mucha energía. Pero una vez que vayas aumentando el peso, irás ganando músculo. Yo lo he notada MUCHO en glúteo y piernas.
Tan importante como el entrenamiento (por cierto, aquí puedes ver algunos de los ejercicios de CrossFit más destacados) es la alimentación. Tienes que suplir toda las calorías que has quemado entrenando. En el CrossFit son comunes algunas dietas como la Paleo o la dieta de las zonas. Pero yo, en principio, no obsesionaría demasiado.
Procura comer alimentos naturales, evita azúcares y harinas refinados. Come muchos hidratos, pero sin pasarte (los hidratos de carbono que no consumas se sintetizan en grasas); procedentes de arroz y pasta, frutas y verduras y cereales y legumbres. Evita los dulces.
Las proteínas procederán del huevo, carnes y pescado. Disminuye el consumo de carnes rojas y prioriza la de aves, como el pollo o el pavo. Las vísceras, como el hígado, son muy nutritivas, pero tampoco se puede abusar de ellas.
Tampoco olvides las grasas. A pesar de la mala prensa que tiene, son esenciales para muchos procesos fisiológicos de nuestro cuerpo. Eso sí, evita siempre las grasas trans e hidrogenizadas, ya que son perjudiciales. Deben proceder del aceite de oliva virgen extra, la mantequilla (NUNCA margarina), los frutos secos y la propia de las carnes y el pescado (especialmente pescado azul, muy ricos en ácidos grasos omega-3).
En definitiva, como siempre que tengas hambre, pero de manera saludable y con productos naturales y notarás rápidamente resultados en tu físico.