Para niños

Cuando un niño tiene miedo a los deportes, es importante evitar bombardearle con afirmaciones del tipo "es muy fácil", "no te pasa nada", ya que lo que puede parecernos muy fácil a los demás, tras haber acumulado años de experiencia en varios deportes, puede ser muy complicado e inseguro para ellos. En estos casos lo mejor es un método muy progresivo, en el que con pequeños avances se logre que el niño confíe en si mismo, vaya dominando sus aspectos físicos (fuerza, control, inercias, caídas) y acabe por sentirse seguro en aquello que inicialmente le parecía imposible.
El patinaje tiene algo de complicado para usar este método, pues el salto inicial de no llevar patines a llevarlos es bastante incómodo por más que se intente "ir despacio". Pero a cambio con 9 años, se está en muy buena disposición para comenzar a patinar, pues la altura de la persona aún es poca, lo que favorece el equilibrio y las caídas suaves, y por otro lado, aún puede aprender posturas con naturalidad. Te recomiendo que compres patines en línea pues son más fáciles de manejar, más naturales y versátiles. Con estos patines podrá ir por la calle, correr, frenar, girar y saltar. Si quieres que haga acrobacias en pista, como giros y saltos múltiples, tendrán que ser patines de paralelas, pero tal vez esta opción sea menos recomendable por ahora.
Lo más importante para comenzar es elegir el terreno, ya que hablamos de patinaje en la calle. Debe ser cuanto más liso mejor (hará menos fuerza para girar, no se enganchará tanto al frenar), debe no tener inclinación (ya que entrar en cuesta es lo que más miedo da al patinar en calle) y por supuesto carecer de tráfico y elementos peligrosos como escaleras o precipicios. En aparcamientos desocupados o en pistas deportivas (baloncesto) que no estén usándose podrás encontrar este tipo de terrenos, e incluso tal vez tu ayuntamiento haya construido alguna pista especial para patinar. En este caso aún mejor, pues tendrá vallas para agarrarse al principio.
La técnica básica del patinaje consiste en ganar equilibrio sin rodar, y luego aprender a dar impulso y después a frenar. Para lo primero, trata de que con los patines puestos, pueda mantenerse quieta, sin patalear ni caerse. Y luego que comience a deslizar (para deslizar, lo mejor es levantar un poco un pie, retrasarlo, girarlo 90 grados apoyarlo e impulsar en T). Una lección más avanzada es frenar, pero pasa a ella sólo cuando domine la marcha, porque al frenar se pierde el equilibrio al principio.
Para lograr lo primero, si se resiste, puedes emplear la técnica más básica, los pasos laterales. Consiste en intentar lograr el equilibrio sobre los patines dando pasos laterales (sin deslizar, en dirección perpendicular a la que siguen las ruedas). Esto lo puede hacer apoyada en una valla o de la mano. Si tienes que llevarla de la mano, tu no uses patines a menos que los domines muy bien, porque puedes perder el control aunque ella pese poco. Y procura no agarrarla demasiado, simplemente un apoyo pequeño y por si acaso, hasta que acabes soltándola.
Lo más importante es que no desesperes ni que le transmitas la sensación de que es torpe o va lenta. No va a aprender a patinar en un solo día, ni quizá tampoco en un mes o dos, sino que le llevará más tiempo. El patinaje es un deporte muy divertido y en cuanto se gana cierto nivel es sencillo si no se desean hacer acrobacias, pero si la niña es miedosa en general, estudia otros deportes como deportes de balón (baloncesto, tenis) o natación, que tienen un ritmo mucho más suave de incorporación. Y no olvides que para su motivación es importante que a los 9 años v