Historia de una ardilla

Primero me gustaría comenzar agradeciéndote su predisposición a ayudar a personas como yo, que en momentos puntuales necesitamos de expertos que nos ayuden a entender nuestro entorno y los animales que lo habitan.
Aún a riesgo de extenderme en exceso, por lo cual me disculpo de antemano, creo que es necesario explicarte con detalle mi historia para que tengas mayor número de datos y así poder evaluar con mayor precisión mis dudas sobre mi historia.
Mi historia comienza en una conversación entre dos amigos en la que se presenta la opción de poder adquirir una ardilla común a través de un conocido. Yo que llevaba tiempo con la intención de adquirir una ardilla listada me pareció una buena idea intentarlo con una ardilla común. Desde el primer momento me plantee que la tendría sólo durante un año, si en este periodo no hubiese sido capaz de domesticarla hasta el punto de poder salir a la calle con ella la soltaría de nuevo a su medio natural.
El día llego, y un día de Octubre la ardilla estaba en casa. Era macho y creo que joven. Llegó en una jaula pequeña y con un pequeño golpe en el hocico. Al principio su nerviosismo era evidente por lo que la pusimos en una habitación desde donde nos podía ver a lo lejos para que se acostumbrara a nuestra presencia. Progresivamente la íbamos acercando y su tranquilidad iba aumentando, en pocos días ya nos dejaba acercarnos sin que esto supusiera una alteración para ella y al poco tiempo nos permitía acariciar sus manos y hacer las curas de la herida en el hocico a través de los barrotes de la jaula. En cuanto se produjo este cambio de actitud, más o menos unos veinte días, aprovechamos para cambiarle a una jaula especial para ardillas, que evidentemente era mucho más grande.
Desde el principio ella no dejó de comer en ningún momento y para asegurarnos de que así fuera le pelaba las nueces y avellanas, en pocos días ya se las dábamos enteras y ella se ocupaba de hacer todo el trabajo. También comía castañas y un compuesto especial para ardillas, aunque su comida preferida eran las avellanas.
Al mes de su estancia en casa la pasé a una habitación en la que se encontraba sola, con la intención de poderla soltar y de que tuviera momentos de tranquilidad sobretodo por las tardes una vez llegado el invierno. Yo de todos modos pasaba tiempo con ella para que no perdiese el hábito de nuestra compañía hasta el punto de dejarla corretear por la habitación. Al principio para meterla en la jaula debía de usar diversos trucos, pero a sus dos meses y medio de estancia ya me permitía tocarla fuera de la jaula y ella buscaba la jaula como refugio y se metía sola a un nido que había fabricado con un trapo que le dejé dentro de la jaula.
A los tres meses ya la podía subir a una de mis manos y acariciarla, la progresión fue enorme y mi alegría visto su aceptación también lo era. Pero esto fue lo máximo que conseguí de ella, sabía que el próximo paso era que comiese de mi mano pero era difícil hacerlo sin restringirle la comida y esto era una práctica superior a mis fuerzas, así que inicialmente prescindí de progresar más en pro de que ella estuviese cómoda.
A los cinco meses de su estancia, la solté en la habitación como era costumbre y en un descuido dejé la ventana basculada y ella subiéndose por la correa de la persiana encontró el hueco y salio al patio de casa. Yo pensé que no la vería más y que se alejaría de la casa ya que todavía no estaba tan acostumbrada a mi, pero cual fue mi sorpresa al verla encaramada a la fachada de la casa casi a la misma altura a la que se encontraba la terraza quieta e inmóvil. Después de una hora me decidí a acercarme ya que pensé que su intención no era la de marcharse como yo pensé en el primer momento y que en cambio quizás se encontraba desorientada y quería volver a casa. Al acercarme la llame y ella me miraba reconociendo mi voz, la intenté orientar con un palo para que volviese a casa e incluso llegó a entrar a casa, en el salón, que es una zona desconocida para ella pero volvió a salir. Al intentar cogerla una vez fuera se subió a la fachada llegando al quinto piso, que es el último, y después de cuatro horas encaramada el vecino del quinto la pudo coger y me la trajo a casa.
Una vez en casa su comportamiento cambio, nada más llegar mordió a un familiar al cogerla ya que yo en el momento de su vuelta no estaba. Hay que tener en cuenta que yo nunca la llegue a coger, solamente la mantenía sobre mi mano y que nunca me llegó a morder. Al día siguiente observe que había comido sólo un poco de manzana, pero esto no me preocupó ya que en el nido sabía que tenía comida y además era normal que estuviera sometida a cierto estrés. Si observé que había bebido bastante agua.
El segundo día le limité la comida que más le gustaba, es decir, avellanas y nueces, con la intención de hacerle comer de mi mano, error que tengo que reconocer, aunque la comida del compuesto no se la quité por lo cual estaba tranquilo.
El tercer día por la mañana la vi con evidencias de debilidad pero al intentar sacarla del nido observe que se movía con agilidad con lo que me quedé más tranquilo. ¿Al volver a la noche el desenlace se había consumado y me la encontré en su último suspiro? Ya todos los esfuerzos eran en vano.
Una vez realizada esta exposición le planteo las dudas que me surgen:
1. El agua. Contando el tiempo que estuvo fuera en un día de sol aunque se encontró siempre a la sombra, me surge la duda de que tanto tiempo fuera sin agua pudiese generar cierto trastorno.
2. El agua. En los últimos meses le suministraba el agua en un sifón y en un cuenco plano, a su llegada y observando que ya bebía en el sifón, o al menos el agua bajaba, yo nunca la vi beber, le retiré el cuenco plano para limpiarlo y desinfectarlo y no se volví a colocar.
¿El hecho de que haya muerto en tan poco tiempo(tres días) lo podemos deber a una mal nutrición o a una deshidratación? . Hay que tener en cuenta que durante el invierno no se aletargó e incluso cogió un poco de peso.
3. Estrés. Debido a lo acontecido en el día de su fuga
4. Desilusión o pena. Pienso que cuando un animal como este se encuentra de repente en una situación de cautividad opta inicialmente por dos opciones:
4.1- Dejar de comer debido a la situación de miedo o de confusión. Sólo hay que pasar un hora en su entorno natural para darse cuenta de la diferencia
4.2- Subsistencia. Seguir viviendo hasta encontrar la oportunidad de liberarse.
Si optamos por la opción 4.2, y teniendo en cuenta que sucedió, y viendo su actitud de confusión fuera de casa, ya que no se esperaba ese cúmulo de barreras de cemento llena de ruidos extraños, muy diferente a su entorno natural. Y viendo fallida su opción2, me hace pensar que pudiese optar por la opción1.
5. Que haya contraído alguna enfermedad o frío, aunque ella estuvo fuera desde las 11.00 hasta las...

1 respuesta

Respuesta
1
Juan Carlos
He leído atentamente tu historia, y a pesar de que es muy completa y de todos los datos que me das, hay dudas que me surgen y que pueden ser causa o al menos alguna de las causas que hicieron que tu ardilla tuviera ese triste final.
La primera de ellas es que no explicas donde adquiriste esta ardilla. Es muy diferente adquirir un animal que ha sido nacido y criado en cautividad y a una edad temprana, que uno capturado de la naturaleza y encima adulto. Te recomiendo que siempre optes por el primer caso, pues ahorraras malos tragos para tu animal y para ti.
Por mi experiencia, y viendo la adaptación que tuvo tu ardilla a su nuevo hogar, presupongo que era un ejemplar joven de ardilla común. Digo esto por que a mi se me han muerto varias ardillas en la mano solamente por estrés. Ardillas que llegaban al centro de recuperación donde he trabajado con una fractura no problemática, y que solo por manipularla para comprobar su estado, sufrían tanto estrés que terminaba en muerte por paro cardíaco.
No parece que este haya sido el caso, aunque la experiencia de salir al exterior y ser capturada por alguien desconocido para ella, pudo ser lo suficientemente traumática como para potenciar un problema oculto hasta el momento.
Normalmente en este tipo de casos, no suele haber una sola causa, sino que lo acontecido puede ser el cúmulo de varias circunstancias a la vez, pero esta que te digo, es desgraciadamente una que no falla...
Otra duda que me surge, es si observaste un cambio en sus excrementos. Te pregunto esto por que se me ocurre que si no tuvo un apredizaje y desarrollo completo en su habitat natural, y, al estar acostumbrada a comer sin duda todo lo que le ofrecías, pudo comer algo en el exterior que la intoxicó.
Haces referencia al tipo de alimento que le dabas y en principio me parece el correcto y no creo que tuviera ningún problema de malnutrición. Con respecto al agua, mi consejo es que siempre te asegures al 100x100 de que bebe agua. QUE lo veas tu mismo. El agua de un recipiente puede bajar por simple evaporación, y aunque parezca una tontería, suele ser causa de muerte de muchos animales salvajes, acostumbrados a beber agua en sitios donde corre (ríos, etc) no son capaces de acostumbrarse a algo estático y estancado.
Tampoco se de donde eres exactamente, puede que hubiera un cambio de temperatura y humedad demasiado acentuado ente el interior de tu casa y el exterior donde pasó el día y que esto también influyera...
El hecho de que mordiera a un familiar tuyo, aun cuando nunca antes lo hizo, es prueba de que estaba muy estresada y esto pudo ser causa determinante de su fin..
En resumen, veo dos posibles respuestas:
La primera es que tu ardilla saliera, comiera algo y se intoxicara.
La segunda, que durante los cinco meses que estuvo contigo, arrastraba algún problema o debilidad relacionada con el sitio del que venia (sobretodo si era capturada de la naturaleza son muy comunes las enfermedades de tipo infeccioso), o alguna carencia vitamínica en su alimentación, que por si sola no fue determinante ni se mostró hasta que el estrés de la situación, la hizo manifestarse, la acentuó y la puso al limite...
Por ultimo decirte que tu modo de intentar habituarla a ti y a su nueva residencia fue el adecuado, y que aunque se que es jodido, una mala experiencia no debe inducirte a tirar la tolla, aunque quizás debieras intentarlo con un animal con menos problemas de estrés que las ardillas...
Espero haber respondido a alguna de tus dudas, aunque a veces los casos son demasiado complejos para entenderlos sin verlos insitu...
Hasta otra
Esther
Hola Estherrc
Muchas gracias por tu respuesta a mis dudas.
Sinceramente me has aportado una visión más clara de lo que pudo suceder. No conocía la alta sensibilidad de estos animales al estrés.
Inicialmente responderé a tus dudas por si estas pueden aportar datos que nos acerquen más a alguna de tus posibilidades.
A la primera de tus dudas te diré que estabas en lo cierto y tú experiencia no te engaña. Efectivamente era un animal joven de ardilla común y había sido capturado en la naturaleza.
En la segunda de tus dudas te diré que no encontré ningún cambio en sus excrementos. Pienso que en todo el tiempo que estuvo fuera no tuvo la oportunidad de comer ni de beber nada, ya que en todo momento se mantuvo encaramada a la pared sin tener ningún alimento a su alcance.
De todos modos haces referencia a que ella pudiese no haber realizado un aprendizaje y desarrollo completo en su hábitat. ¿Pienso qué la edad de este ejemplar pudiese ser de unos siete meses contando que su época de celo es en marzo y su captura se produjo en octubre?. ¿Piensas qué es suficiente este tiempo para considerar que su desarrollo y aprendizaje en su hábitat es completo?
En la tercera de tus dudas te diré que soy de una localidad cercana a Bilbao y que la ardilla fue capturada en una zona cercana en la que vivo.
Evidentemente vivo en una zona de humedad, pero el día en concreto la temperatura exterior era muy buena y las horas en las que estuvo fuera (entre las 11.00 y las 18.00h) no fueron especialmente extremas en cuanto a temperatura y humedad.
Personalmente pienso que la idea del estrés cobra especial fuerza. Creo que la intención de la ardilla era marcharse y que desde el primer momento ella esperó esta oportunidad que finalmente se le presentó. Mi única opción era la de intentar ganarme su confianza antes de que ella tuviese esta oportunidad, pero tristemente no fue así.
Al presentarse esta oportunidad y ver sus reacciones, sólo puedo pensar que su sensación fue la de verse atrapada sin opción. Durante cinco horas intentó buscar una salida que le llevará a su entorno en libertad y no la encontró. Pienso que al ver truncada su oportunidad la desilusión terminó acabando con ella.
Sólo me queda agradecerte tu tiempo y terminaré con una pregunta:
En el caso de una ardilla común nacida en libertad, ¿hay alguna posibilidad de poder amaestrarla?. ¿Y si esta es adulta las posibilidades se reducen casi a cero?
Un cordial saludo.
Otra vez
Pues si, siendo capturada de la naturaleza, lo que me extraña es que sobreviviera tanto tiempo, seria por que era joven, si hubiera sido un ejemplar adulto, te aseguro que habría sido mucho peor.
Yo no soy partidaria de capturar animales de la naturaleza, a parte de por lo mal que ellos mismos lo pasan, suelen tener muchísimos problemas de adaptación, sobretodo en especies como la ardilla común, ademas de que es muy frecuente que sean portadores de enfermedades infecciosas.
Si aun así si quieres hacerlo, cuanto más temprana sea la edad, más facilidades tendrás para la adaptación, aunque más problemas tendrás para la alimentación. En aves y mamíferos, hay un periodo idóneo para el imprinting, y coincide con las primeras semanas de vida.
De todas formas, de verdad te aconsejo que compres una criada en cautividad, también cuanto más joven mejor, para que se adapte más fácilmente a ti.
Te ahorraras todo este tipo de problemas y tendrás una ardilla sana y amigable.

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