Dos gatas viejas y un macho joven

Os consulto porque me temo que la situación que se nos avecina en casa va a ser insostenible. Ocurre que tengo dos gatas de 12 y 17 años respectivamente, pero al no poder atender a su gato, mi hija lo ha traído a casa. Tiene solo 9 meses pero es un gatazo ya . Los tres están castrados.
El caso es que hemos empezado a que se dejen oler solo por debajo de la puerta, teniendo al nuevo en una habitación aparte, pero las dos gatas han empezado a agredirse brutalmente entre ellas, lo que no esperaba ni sé cómo atajar. A pesar del "Feliway" con que los embadurno a todos, me temo que no se van a poder soportar. He cruzado sus mantitas, juguetes y demás; toco a unos y luego a otro y viceversa, pero estoy francamente asustada al ver el comportamiento de las gatas.
¿Puedo hacer algo para modificar la situación?. Os estoy agradecida por la respuesta.

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Dales tiempo, siempre que llega un nuevo gato a una casa, los gatos que ya había allí, nunca sabes como van a reaccionar, pero siempre suele ser mal, no les gustan los nuevos
pero con el tiempo se suelen aceptar, aunque al principio se lleven fatal y tu pienses que nunca se llevaran bien, y más en este caso con gatas tan mayores y un gatito joven, que aunque ya este grande ellas lo adoptaran como si fuera un hijo, yo he vivido casos así
El que las gatas se agredan entre si, es por el estado de nervios en el que se encuentran de ver que hay un gato nuevo en la casa, pero ya veras que con el tiempo, puede ser dos semanas o dos meses, nunca se sabe, se llevaran bien, y más en este caso
tu acarica mucho a las gatas, que no vean que haces más caso al nuevo que a ellas, y dejalas que lo vean y que se acerquen a husmearlo, pero hablándoles con tranquilidad, y acariciándolas para que estén tranquilas
un saludo
Muchas gracias por la respuesta. Lo que hice fue mantenerlo una semana en una habitación indepentiente y en el momento del encuentro hubo carreras por todo el piso, hasta que se redujeron en dos días a "bufadas" de las mayores al pequeño.
En un principio era el macho el que me daba un poquito de pena: hoy puedo decir que son ellas las que poco a poco le ceden hasta sus mantitas.
Gracias de nuevo.

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