Hola... Mi cachorro muerde mucho
Tengo un cachorro cruce rottweiler-pastor alemán de 3 meses... Cuando juega conmigo muerde mucho y no se si sea un problema cuando sea grande y no pueda controlarlo...
1 Respuesta
Respuesta de Alicia Soriano Sáez
2
2
Tu cachorro es muy pequeño, por eso no ha aprendido todavía a inhibir la mordida (esto es: controlar la presión de su mandíbbula, y aprender que puede hacer daño...)
Por ahora no debes preocuparte, lo peligroso sería el que nunca aprendiese a controlarse, pues un perro de esos cruces, de adulto es un perro muy fuerte, y si no aprende a controlar cuando muerde jugando, puede hacerte mucho daño.
¿Cómo puedes enseñarle a controlar el mordisco?
Inhibición del mordisco
Enseñar a nuestro perro a inhibir su mordida, es sin duda, uno de los aspectos fundamentales de su educación. Un perro al que no se le he enseñado a inhibir su mordida, puede ser un perro peligroso, incluso, cuando juega. (Sobre todo rzas "fuertes" como tu cachorro)
Los cachorros muerden y ¡Gracias a Dios que lo hacen! Los juegos de peleas y mordisqueo de los cachorros son esenciales para que desarrollen una "boca blanda" de adultos.
El mordisqueo de los cachorros es normal, natural y necesario.
El mordisco de los cachorros rara vez producen un daño apreciable pero algunos mordiscos pueden ser dolorosos y provocan una reacción apropiada (un quejido de dolor y una pausa en la sesión de juegos que estaban disfrutando). De esta manera, tu perrita aprenderá que sus débiles mandíbulas pero afilados dientes pueden hacer daño.
Sí disfruta jugando contigo a pelearse, empezará a aprender a inhibir la fuerza de sus mordiscos para que el juego continúe. Así mismo aprenderá a jugar a morder suavemente antes de adquirir la fuerte mandíbula y dientes desarrollados del perro adolescente.
Prohibir a un cachorro joven que mordisquee puede ofrecer un alivio inmediato y temporal del problema, pero es potencialmente peligroso ya que no aprenderá que sus mandíbulas pueden causar dolor. En consecuencia, si alguna vez se le provoca o asusta cuando sea adulta, el mordisco resultante será probablemente más doloroso y provocará daños más severos.
Por supuesto el juego de mordisquear debe ser controlado pero hay que hacerlo de una manera sistemática y progresiva.
Al cachorro se le debe enseñar a inhibir la fuerza de sus mordiscos en vez de prohibirle que nos muerda.
Una vez el perrito haya desarrollado una "boca blanda" será el momento de empezar a enseñarle a inhibir la frecuencia de lo que para entonces será un suave mordisqueo.
Enseñarla a inhibir la fuerza de sus mordiscos es un proceso de dos etapas. Primero hay que enseñar al cachorro a no hacer daño y segundo a no ejercer ningún tipo de presión con sus mandíbulas cuando muerda. De esta manera la mordida del cachorro se convertirá en un mordisqueo suave.
Enseñar a tu perrito a inhibir la frecuencia de su mordisqueo es también un proceso de dos etapas.
Primero hay que enseñar al cachorro que aunque le permitamos morder debe parar cuando se lo pedimos y segundo, enseñar al cachorro a NO iniciar nunca el mordisqueo si no se lo hemos permitido.
Sin dolor
No es necesario herir o asustar al perro para enseñarle que sus mordiscos duelen. Un simple "¡AY!" será suficiente.
Si entiende el significado de "¡AY!" y deja de morder, halágalo, guíale para que se siente (para reafirmar tu control), recompénsale con un trozo de comida y reanuda el juego.
Si ignora el "¡AY!" y sigue mordiendo quéjate: "!AAAAYYYYY!" y sal de la habitación. Así habrá perdido su compañero de juego. Vuelve pasados 30 segundos de "castigo" y reconcíliate con él guiándole con comida para que venga a tu lado, se siente, se tumbe y se tranquilice antes de reanudar el juego.
No intentes sujetarlo por el collar o llevarlo en brazos hacia su zona de "castigo", no conseguirás controlarlo y probablemente vuelva a morderte. Por lo tanto juega con él en una habitación en la que le puedas dejar solo sin peligro si en algún momento no responde a tu quejido. Si no te hace caso, perderá su compañero de juegos.
Sin presión
Cuando consigamos que los mordiscos del cachorro ya no nos causen daño, seguiremos fingiendo que sí nos duele. Responde a los mordiscos más fuertes con un quejido y fingiendo dolor. Así entenderá pronto la idea:" ¡Guau! Estos humanos son supersensibles, tendré que ser mucho más cuidadoso cuando les muerda".
La presión de sus mordiscos irá disminuyendo progresivamente hasta convertirse en un leve mordisqueo.
Nunca dejes que te muerda tu pelo o la ropa. El pelo y la ropa son insensibles al dolor. Permitir a un cachorro que mordisquee el pelo, bufandas, cordones de zapatos, pantalones o guantes le estará enseñando sin darnos cuenta a morder con más fuerza demasiado cerca de nuestra piel. ¡No lo permitas!
En cuanto aprenda a no ejercer presión con sus mandíbulas cuando muerda, podemos empezar a enseñarle a reducir la frecuencia de su mordisqueo
Enseñale el significado de "deja" y "suelta":
La orden "deja" podemos enseñársela de la siguiente manera: necesitamos unas bolitas de su comida habitual (pienso) y unos trocitos de algún premio especial (salchichas, queso...). En nuestra mano derecha ponemos las bolitas de pienso y en la mano izquierda los trocitos de premios. Enseñamos dos o tres bolitas de pienso de nuestra mano derecha al perro y se las dejamos comer. Repetimos esto tres o cuatro veces.
Volvemos a enseñarle dos o tres bolitas de pienso de nuestra mano derecha (mientras nuestra mano izquierda con los premios especiales está cerrada y a nuestra espalda), pero en esta ocasión, cuando vaya a comerlas, le decimos "deja" mientras cerramos la mano y le impedimos comerlas. Él hará de todo para intentar comérselas, nos dará con su hocico en la mano, con la pata, etc... hasta que deje de intentarlo y mire para otro lado o con suerte, nos mire a nosotros... Entonces le decimos muuuuuuuuy bien, "toma" y sacamos nuestra mano izquierda con los premios y se los damos. Esto habrá que repetirlo tantas veces como sea necesario, cambiando de mano, poniendo la comida en el suelo, en lugar de en la mano (pero impidiendo siempre que la coja) en diferentes lugares y con diferentes distracciones.
La orden "suelta", se puede enseñar de la siguiente manera. Le damos al perro un juguete que coja fácilmente con la boca. Cuando lo tenga en la boca, le enseñamos algo que le guste tanto o más que ese juguete (puede ser comida muy rica). En el momento en que vaya a soltar el juguete para coger el trozo de comida, le decimos "suelta" e inmediatamente hacemos "click" con el clicker y le damos el premio. Este ejercicio hay que repetirlo tantas veces como sea necesario, en diferentes lugares y con diferentes distracciones... Después tendremos que dejar de usar el "señuelo - comida".
Así aprenderá a que el mordisqueo suave le está permitido, pero debe parar en el momento que le digamos.
El cachorro no debe iniciar nunca el mordisqueo
A partir de esta etapa no debemos permitir nunca que inicie el juego de mordisquear (a menos que se lo pidamos).
Para animaros os decimos que los cachorros que juegan a mordisquear como maniáticos suelen desarrollar mandíbulas más "suaves" de adultos ya que todos esos mordiscos habrán provocado respuestas informativas adecuadas. Por el contrario los cachorros que rara vez juegan y se "pelean" con otros perros y rara vez muerden a sus propietarios (por ejemplo los perros tímidos, miedosos o "tranquilotes") y aquellas razas criadas específicamente para desarrollar una "boca blanda" puede que no reciban las suficientes repuestas informativas recordándoles lo dolorosas y poderosas que pueden llegar a ser sus mandíbulas. Este es el principal motivo para apuntar de inmediato a tu perrito a las clases de socialización y educación temprana con juegos sin correa.
¡La lección de supervivencia más importante que un cachorro debe aprender es que sus mordiscos pueden causar dolor!
El cachorro sólo podrá aprender esta lección si se le permite jugar a mordisquear a otros cachorros y a las personas y recibe las respuestas informativas apropiadas.
Sí tienes alguna duda, me puedes enviar un correo a:
[email protected]
Un Saludo,
Alicia Soriano
www.RonroneosYMordiscos.com
Por ahora no debes preocuparte, lo peligroso sería el que nunca aprendiese a controlarse, pues un perro de esos cruces, de adulto es un perro muy fuerte, y si no aprende a controlar cuando muerde jugando, puede hacerte mucho daño.
¿Cómo puedes enseñarle a controlar el mordisco?
Inhibición del mordisco
Enseñar a nuestro perro a inhibir su mordida, es sin duda, uno de los aspectos fundamentales de su educación. Un perro al que no se le he enseñado a inhibir su mordida, puede ser un perro peligroso, incluso, cuando juega. (Sobre todo rzas "fuertes" como tu cachorro)
Los cachorros muerden y ¡Gracias a Dios que lo hacen! Los juegos de peleas y mordisqueo de los cachorros son esenciales para que desarrollen una "boca blanda" de adultos.
El mordisqueo de los cachorros es normal, natural y necesario.
El mordisco de los cachorros rara vez producen un daño apreciable pero algunos mordiscos pueden ser dolorosos y provocan una reacción apropiada (un quejido de dolor y una pausa en la sesión de juegos que estaban disfrutando). De esta manera, tu perrita aprenderá que sus débiles mandíbulas pero afilados dientes pueden hacer daño.
Sí disfruta jugando contigo a pelearse, empezará a aprender a inhibir la fuerza de sus mordiscos para que el juego continúe. Así mismo aprenderá a jugar a morder suavemente antes de adquirir la fuerte mandíbula y dientes desarrollados del perro adolescente.
Prohibir a un cachorro joven que mordisquee puede ofrecer un alivio inmediato y temporal del problema, pero es potencialmente peligroso ya que no aprenderá que sus mandíbulas pueden causar dolor. En consecuencia, si alguna vez se le provoca o asusta cuando sea adulta, el mordisco resultante será probablemente más doloroso y provocará daños más severos.
Por supuesto el juego de mordisquear debe ser controlado pero hay que hacerlo de una manera sistemática y progresiva.
Al cachorro se le debe enseñar a inhibir la fuerza de sus mordiscos en vez de prohibirle que nos muerda.
Una vez el perrito haya desarrollado una "boca blanda" será el momento de empezar a enseñarle a inhibir la frecuencia de lo que para entonces será un suave mordisqueo.
Enseñarla a inhibir la fuerza de sus mordiscos es un proceso de dos etapas. Primero hay que enseñar al cachorro a no hacer daño y segundo a no ejercer ningún tipo de presión con sus mandíbulas cuando muerda. De esta manera la mordida del cachorro se convertirá en un mordisqueo suave.
Enseñar a tu perrito a inhibir la frecuencia de su mordisqueo es también un proceso de dos etapas.
Primero hay que enseñar al cachorro que aunque le permitamos morder debe parar cuando se lo pedimos y segundo, enseñar al cachorro a NO iniciar nunca el mordisqueo si no se lo hemos permitido.
Sin dolor
No es necesario herir o asustar al perro para enseñarle que sus mordiscos duelen. Un simple "¡AY!" será suficiente.
Si entiende el significado de "¡AY!" y deja de morder, halágalo, guíale para que se siente (para reafirmar tu control), recompénsale con un trozo de comida y reanuda el juego.
Si ignora el "¡AY!" y sigue mordiendo quéjate: "!AAAAYYYYY!" y sal de la habitación. Así habrá perdido su compañero de juego. Vuelve pasados 30 segundos de "castigo" y reconcíliate con él guiándole con comida para que venga a tu lado, se siente, se tumbe y se tranquilice antes de reanudar el juego.
No intentes sujetarlo por el collar o llevarlo en brazos hacia su zona de "castigo", no conseguirás controlarlo y probablemente vuelva a morderte. Por lo tanto juega con él en una habitación en la que le puedas dejar solo sin peligro si en algún momento no responde a tu quejido. Si no te hace caso, perderá su compañero de juegos.
Sin presión
Cuando consigamos que los mordiscos del cachorro ya no nos causen daño, seguiremos fingiendo que sí nos duele. Responde a los mordiscos más fuertes con un quejido y fingiendo dolor. Así entenderá pronto la idea:" ¡Guau! Estos humanos son supersensibles, tendré que ser mucho más cuidadoso cuando les muerda".
La presión de sus mordiscos irá disminuyendo progresivamente hasta convertirse en un leve mordisqueo.
Nunca dejes que te muerda tu pelo o la ropa. El pelo y la ropa son insensibles al dolor. Permitir a un cachorro que mordisquee el pelo, bufandas, cordones de zapatos, pantalones o guantes le estará enseñando sin darnos cuenta a morder con más fuerza demasiado cerca de nuestra piel. ¡No lo permitas!
En cuanto aprenda a no ejercer presión con sus mandíbulas cuando muerda, podemos empezar a enseñarle a reducir la frecuencia de su mordisqueo
Enseñale el significado de "deja" y "suelta":
La orden "deja" podemos enseñársela de la siguiente manera: necesitamos unas bolitas de su comida habitual (pienso) y unos trocitos de algún premio especial (salchichas, queso...). En nuestra mano derecha ponemos las bolitas de pienso y en la mano izquierda los trocitos de premios. Enseñamos dos o tres bolitas de pienso de nuestra mano derecha al perro y se las dejamos comer. Repetimos esto tres o cuatro veces.
Volvemos a enseñarle dos o tres bolitas de pienso de nuestra mano derecha (mientras nuestra mano izquierda con los premios especiales está cerrada y a nuestra espalda), pero en esta ocasión, cuando vaya a comerlas, le decimos "deja" mientras cerramos la mano y le impedimos comerlas. Él hará de todo para intentar comérselas, nos dará con su hocico en la mano, con la pata, etc... hasta que deje de intentarlo y mire para otro lado o con suerte, nos mire a nosotros... Entonces le decimos muuuuuuuuy bien, "toma" y sacamos nuestra mano izquierda con los premios y se los damos. Esto habrá que repetirlo tantas veces como sea necesario, cambiando de mano, poniendo la comida en el suelo, en lugar de en la mano (pero impidiendo siempre que la coja) en diferentes lugares y con diferentes distracciones.
La orden "suelta", se puede enseñar de la siguiente manera. Le damos al perro un juguete que coja fácilmente con la boca. Cuando lo tenga en la boca, le enseñamos algo que le guste tanto o más que ese juguete (puede ser comida muy rica). En el momento en que vaya a soltar el juguete para coger el trozo de comida, le decimos "suelta" e inmediatamente hacemos "click" con el clicker y le damos el premio. Este ejercicio hay que repetirlo tantas veces como sea necesario, en diferentes lugares y con diferentes distracciones... Después tendremos que dejar de usar el "señuelo - comida".
Así aprenderá a que el mordisqueo suave le está permitido, pero debe parar en el momento que le digamos.
El cachorro no debe iniciar nunca el mordisqueo
A partir de esta etapa no debemos permitir nunca que inicie el juego de mordisquear (a menos que se lo pidamos).
Para animaros os decimos que los cachorros que juegan a mordisquear como maniáticos suelen desarrollar mandíbulas más "suaves" de adultos ya que todos esos mordiscos habrán provocado respuestas informativas adecuadas. Por el contrario los cachorros que rara vez juegan y se "pelean" con otros perros y rara vez muerden a sus propietarios (por ejemplo los perros tímidos, miedosos o "tranquilotes") y aquellas razas criadas específicamente para desarrollar una "boca blanda" puede que no reciban las suficientes repuestas informativas recordándoles lo dolorosas y poderosas que pueden llegar a ser sus mandíbulas. Este es el principal motivo para apuntar de inmediato a tu perrito a las clases de socialización y educación temprana con juegos sin correa.
¡La lección de supervivencia más importante que un cachorro debe aprender es que sus mordiscos pueden causar dolor!
El cachorro sólo podrá aprender esta lección si se le permite jugar a mordisquear a otros cachorros y a las personas y recibe las respuestas informativas apropiadas.
Sí tienes alguna duda, me puedes enviar un correo a:
[email protected]
Un Saludo,
Alicia Soriano
www.RonroneosYMordiscos.com
- Compartir respuesta
- Anónimo
ahora mismo