¿Qué debo dar de comer a mi joven iguana?

Alimentación iguanas. La mejor hora para alimentar a las iguanas es por la mañana, la dieta de la iguana debe presentársele molida o cortada en pequeños trocitos que pueda tragar, y puede consistir en alfalfa fresca, hojas y flores de hibisco, flores de rosa, brotes de plantas no tóxicas como mora, etc.; frutas como melón calameño, manzanas, fresas, lechuga, acelgas, peras, *uvas (sin semillas), tomates, etc., sólo pequeños trozos de naranja por su acidez, y pequeños trozos de plátano por poseer bajo contenido de calcio y fósforo; verduras como zapallo (calabaza), zanahoria (no mucha), zapallo italiano (calabacín), porotos verdes (judías verdes), cebolla, lechuga, etc.
A las iguanas no les gusta comer todos los días lo mismo de modo que la dieta debe ser variada durante toda la semana. El recipiente que contiene la comida deberá estar siempre lleno, y debe ser plano y lo suficientemente grande como para que la iguana pueda entrar en él a comer y colocar sus patas sobre los alimentos.
Las iguanas son completamente herbívoras, así que no deben recibir comidas de origen animal ya sea insectos (por pequeños que sean), comidas para perros o para gatos, carne, huevos, etc. Existen también algunos vegetales que no pueden comer; los ácidos como la naranja y el limón les harían mal en altas cantidades.
Hay otros alimentos que deben dársele muy esporádicamente ya que podrían producir daño en las iguanas porque causan deficiencia en la glándula tiroides. Estos son: Brócoli, repollitos de bruselas, repollo, coliflor y nabos. Son potencialmente peligrosos los alimentos que tienen un alto contenido de tanina, estos son: Espinaca, zanahoria, plátano, uva, lechuga, ruibarbos y cebolla, aunque también se les puede dar esporádicamente.
La dieta de las iguanas debe incluir vitamina DE, calcio y fósforo, Es muy importante este suplemento vitamínico debido a que los vegetales que uno les suministra, no suplen todos los requerimientos de vitaminas y calcio que ellas necesitan y, que ellas sí encuentran cuando viven en estado silvestre. Se evita así una enfermedad por mala nutrición conocida como enfermedad metabólica de los huesos (MBD). Los signos característicos de esta enfermedad son hinchazón, músculos de los muslos rígidos, parálisis repentina y cojera en una o más patas.