Desconfío de mi esposo...

Tuve un noviazgo maravilloso que al llegar al matrimonio, se desboronó por muchos desacuerdos de pareja.
Esos desacuerdos provocaron muchas discusiones fuertes e hirientes que provocaron rencores mutuamente.
Llegamos a tal grado que nos separamos ya que el ambiente se tornaba pesado.
Tanto el uno como el otro no aceptaba las responsabilidades que conllevaba estar casados (económicas-caseras)
Por mi parte, me sentía sola y no aceptaba sus términos.
Creo que él experimentaba lo mismo que yo, por eso nos separamos un tiempo para reflexionar.
Hacía poco tiempo de separados me informó fuentes confiables que él había comentado que tenía una novia de su trabajo cuando estábamos separados, sentí tanto temor en perderlo que me humillé y rogue por su amor y pedí regresar a casa. Y así fue... Los pocos tres meses de separación no ayudaron en mucho, peleamos como siempre y la infidelidad que él niega, aflora mis inseguridades. En muchas ocasiones me acusa alegando que él cambio conmigo por mi culpa y que solo YO soy responsable de la situación en la que estamos.
¿Ya no sé que hacer? No puedo negar mi responsabilidad en esto, pero no todo debe cae sobre mi balanza. Hay días que me atiende y días que le estorbo... Nunca ha faltado a casa, pero a veces llega tarde. Y cuando llego a su trabajo sin avisar, se molesta conmigo.
Él es como un soltero-casado.
Quiere que esté sujeta al hogar y él tener la libertad que de soltero disfrutaba. Ya no sé que hacer... He tratado, he visitado sicólogos, pero él no cambia. ¿Qué hago?

1 respuesta

Respuesta
¿Qué haces? Dejar de tratar de cambiarlo y cambiar tú. En la última parte de tu pregunta está la respuesta, seguramente si te detienes a leer nuevamente lo que escribiste, con calma, con atención, vas a encontrarte a ti misma, vas a ver quien eres, que es lo que te falta, lo que necesitas y como estás tratando de conseguirlo. ¿Qué tal si todo tu entorno siempre cambiara? ¿Qué tal si por más que lograras un cambio en él de alguna forma te sentirías disconforme? Las cosas del afuera siempre van a estar en constante cambio, el asunto es como tu percibes ese cambio. Un día te gusta canción y después de un tiempo la odias. Hoy quieres agua, mañana quieres vino. No es él el del problema, es como tu lo ves a él. Relee lo que escribiste preguntándote que es lo que realmente quieres, luego fórmula una nueva pregunta y encantado te ayudaré a encontrar la respuesta.
Un abrazo, Brazalez.

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