Mi amarga historia...
Hola a todos/as. Este es mi primer post. Me he registrado hace poco porque, sinceramente, creo que necesito desahogarme y compartir mi amarga experiencia. No tenéis por qué contestar, aunque agradezco cualquier comentario. Seguro que mucho de lo que cuento aquí parece lo típico, mas de lo mismo. Disculpad si leéis esto en otras webs, pero es que necesito varios puntos de vista y consejo. De antemano, perdón por la parrafada. Mi historia comenzó hace 2 años. El destino (el azar, el Universo, Buda, o lo que sea) quiso que se cruzara en mi camino la persona mas maravillosa que he conocido en mi vida. Lo cierto es que fue ella la que se fijó en mí y, por tanto, la que dio el primer paso. Todo fue como sacado de una película de amor: bonito, intenso y mágico. Cuando ya empezamos a conocernos mejor, y a consolidar la relación, me vino la sorpresa: ella era mayor que yo (más de lo que pensaba). Me explico: cuando empezamos a conocernos yo sabia que ella
era un poco más mayor que yo, pero aparentaba un poco menos. Lo curioso fue que a ella le paso lo mismo pero al revés: ella pensaba que yo tenía más edad. Hablamos largo y tendido sobre este asunto. Yo fui sincero y le dije que es posible que ella pudiera tener necesidades que yo no podía darle en ese momento (familia, hijos….lo normal) por estar estudiando, no por otra cosa. La conclusión fue que ella no tenia esas necesidades ni tiempo para pensar en eso y que, al igual que a mi, no le importaba la edad. Debo decir que siempre he sido mucho mas maduro de la edad que tengo (o aparento). Y así comenzó todo: ella tenía 31 y yo 23. Y por si fuera poco, ella es de Rumanía, otro aspecto que NUNCA fue un obstáculo para nosotros. Sin pararme a dar muchos detalles diré, CON TODO EL DOLOR DE MI ALMA, que me ha dejado. Después de dos años MARAVILLOSOS, en todos los sentidos de la palabra y de la relación. Dos años de querernos muchísimo. Antes he comentado que la relación se asemejaba a una película de amor: y creo que me quedo corto. Dos años de ser cariñoso, dos años de ser atento, sincero, fiel, romántico (no sabéis hasta que punto) y divertido. Para mi, ella siempre ha sido lo primero y mas importante.
Los motivos que da ella: que no nos entendemos. Otro motivo, que no tiene más paciencia y que quiere tranquilidad. ¡Ni que yo hubiera sido un golfo! Solo vivía por y para ella, y ni siquiera salía por aprovechar el poco tiempo libre que ella tenía, cosa que nunca le he reprochado y que hacía con todo el gusto del mundo. Hasta donde yo la conozco, y por lo que se de amistades muy cercanas a ella, no hay ni ha habido terceras personas. Me dejó, y una de sus ultimas frases fue: “Cuando me decido, me decido”. Esto después de intentar
apelar a su razón, a sus sentimientos y al tiempo que habíamos pasado juntos. Ni siquiera me ha dejado una puerta a la esperanza. Esto ocurrió hace un mes. En este tiempo, y haciendo algo de autocrítica, diré que discutíamos. Es la única pega que hay y que ha habido, de esto no tengo duda. Nada de celos ni similar. Desde mi punto de vista no
discutíamos tanto. Lo típico en una pareja. Quizá solo por tonterías mías, de las que yo hacía un mundo. Por ejemplo reprocharle en ciertos momentos que sea fría conmigo. Quiero matizar que ella trabaja en la hostelería. Se lo que es trabajar en la hostelería y quema muchísimo. Te deja sin ganas de nada. Por eso, pienso que en algunos momentos he podido ser un poco egoísta y no me he puesto en su lugar en muchas ocasiones.
Además tengo el defecto de que soy un poco cabezón y, por si fuera poco, tengo la voz un poco grave, lo cual agravaba las discusiones que teníamos. Parece que grito cuando en realidad solo estoy hablando. Siendo mas sincero, he de confesar que los enfados me duran bastante y digo cosas que no siento. ¡Por Dios, nunca insultos ni faltas de respeto! ¡Nunca, bajo ningún concepto ni circunstancia, por muy enfadado que esté! Digamos que me acaloro bastante y, como he dicho anteriormente, hago un mundo. Desde que me dejó he hecho lo impensable para que reconsidere su decisión: llorar, suplicar, rebajarme, rogar y, a fin de cuentas, humillarme (a alguno/a os sonará esta situación). Todo lo que intentaba parecía alejarla más. Hasta que dije: ¡HASTA AQUÍ!
Me he propuesto el “CONTACTO 0”. La he bloqueado de todas las redes sociales y similares donde la tengo agregada. Llevo algo más de 2 semanas sin saber de ella: la última vez que la vi fue para recoger mis cosas de su piso. No se hasta que punto sirve esto del contacto 0. Sinceramente, no es mi forma de actuar ni mi estilo, pero ¿Qué más puedo hacer? Yo ya he dado todos los pasos que podía dar, y creo que he hecho todo lo que he podido (y más). Supongo que si tiene interés (o siente algo) hará por saber de mí. No me queda otra.
Desde ahora, no sé qué hacer, qué pensar, qué sentir (despecho, rabia, dolor, añoranza…..amor?....). ¿Me seguirá queriendo? ¿Finalmente la edad se ha convertido en un obstáculo? Lo único que tengo claro es que es la mujer de mi vida y que la quiero con cada centímetro de mi cuerpo, con toda mi alma y con todo mi corazón. No aguanto este dolor. Y tampoco sé que he hecho que sea tan grave como para dejar una relación como la que nosotros teníamos. Hace poco hablé con una buena amiga suya y me ha comentado que nadie en su vida la ha hecho tan feliz como yo, y puedo dar fe de ello por todos los detalles y los momentos que hemos tenido. Descartando la posibilidad de que haya conocido a otra persona, ¿qué es lo que puede haber ocurrido? ¿Por qué tan de repente, si
hasta ese momento todo era perfecto? ¿Quizás sea culpa de algunas reacciones mías un poco impulsivas (como irme del piso en mitad de una discusión)? ¿Qué hay que no se pueda hablar tranquilamente y solucionarlo? ¿Se puede desgastar tanto una relación por culpa de las discusiones?
A lo mejor me afano en buscar un motivo, tan simple, como que ha dejado de sentir por mí.
Insisto, perdón por la parrafada. Pero necesitaba esto. No tengo problemas en dar detalles a todo/a que quiera ayudarme a comprender qué hice mal o que es lo que ha ocurrido. Agradezco que hayáis leído mi historia. ¡Gracias de corazón!