¿Hay alguna técnica para contenerme y no eyacular tan rápido?

Te cuento que estoy tengo relaciones con mi novia hace un tiempo ya, no son muy frecuentes.. 2 o 3 veces al mes... El problema es que cuando lo hacemos el amor, 1º vez termino muy rapido, no me puedo contener, yo pienso que pueda ser psicológico porque cuando estoy más tranquilo me es más manejable pero a veces estoy nervioso o como apurado y me resulta más difícil contenerme... Después cuando lo haceemos por 2º vez tardo más .. Tal vez me puedas ayudar o exista alguna técnica para contenerme y poder terminar al mismo tiempo que ella...
Respuesta
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Pues . ¡No!, no te puedo ayudar.
Eso es fisiológico, si solo lo hacéis dos o tres veces al mes, resulta que, aunque te masturbases, inmediatamente antes de copular, la visión de tu chica desnudita en la cama, las caricias y las ganas de copular, te harían correrte igual de rápido en la primera vez: meterla y . ¡Zas!, después, en la segunda, ya tardas un poco más, no mucho, pero, tampoco es para esperar mucho.
¿Técnicas?, ¿Preguntas?, mira ya te he apuntado una que no sirve, masturbarte, antes de ., pues, ni esa, dado que el estímulo que desencadena el orgasmo y la eyaculación, es diferente, así es que . no las hay.
Los orgasmos simultáneos son muy difíciles, en definitiva son un peñazo, pues los ritmos sexuales de hombre y mujer son diferentes.
Mientras que el hombre tiene un tiempo "refractario", más o menos largo, después de una eyaculación y orgasmo, la mujer carece de él, por lo que inmediatamente puede ser objeto de una estimulación y lograr así un nuevo orgasmo inmediatamente, o con una suave estimulación.
En consecuencia: debe dominarse para lograr retardar su orgasmo primero, lo suficiente como para que su compañera llegue a tiempo, teniendo en cuenta que la estimulación femenina es más lenta, o bien procurarle a ella, primero, un orgasmo, y, luego, alcanzar, en segundo lugar, el suyo, o bien "aguantar" el tirón, después de correrse, hasta que ella alcance el orgasmo, aunque Vd. esté en fase refractaria y no le apetezca nada, pero lo que se dice ¡Nada!.

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