Intercurso anal
Quisiera, sinceramente, saber si el sexo anal es asqueroso. Soy un hombre maduro, mi esposa es una mujer joven. Cuando tenemos sexo que lo hacemos con la posición vaginal pero desde atrás y observo sus nalgas y el orificio de su ano y esto me excita muchísimo, una vez intenté el sexo anal y ella me dijo que esto era desagradable y que dolía mucho. Mi deseos por tener sexo anal con ella son muy fuertes pero me da un poco de pena y temor el rechazo de ella. ¿Qué me recomiendan? ¿Es el sexo anal asqueroso? Alguien me dijo que existían cremas especiales para el sexo anal, pero ¿será esto verdad? Y cual es us fin. Quisiera una opinión profesional y sincera a mis dudas.
2 respuestas
Respuesta de correandro
2
El sexo anal no es nada malo. Es un método muy usado para evitar embarazos y enfermedades en el sentido de la palabra ok. Y para tu tener sexo anal habla con ella en ese momento de sexo, usa el lubricante, lo que pasa con tu pareja no es que no quiera lo que pasa es que es que se sienta nerviosa, calmala y dile que es normal pero una cosa tu también debes calmarte y no acelerarte al momento de penetración ok por que ella tiene que tocarse sus genes para sentir placer osea que deben tener mucha calma. Te voy a recomendar algo empieza a tocarle sus partes excitala y entonces cuando esta bien exitada empieza a penetrar suaaave pero no dejes de tocar o masturbarla por que lo importante es que los dos estén bien y no se te olvide usar un condón es recomendable para el sexo anal . suerte y has lo que te dije y espero haberte ayudado y el sexo anal no es malo, si es con una persona que tu conoces.
Respuesta de mcmil
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Recientemente respondí una cuestión parecida, para agilizar la respuesta, tomo de aquella los párrafos más interesante, observará pues cierta des estructuración, pero permítamelo en beneficio de una más larga respuesta.
El sexo anal tiene dos finalidades muy concretas: de una parte es la forma de relación de los homosexuales masculinos, dado que carecen de orificio donde meterla y, anteriormente, cuando no existían anticonceptivos eficaces, una forma de relacionarse entre las parejas sin el riesgo de embarazos inesperados o no deseados.
El esfínter anal, al ser forzado para la penetración pierde tono y se vuelve incompetente, por lo que frecuentemente las mujeres sufren incontinencia, en especial para líquidos lo que es motivo de queja y de molestias.
Además, las relaciones anales, deben ser realizadas con una escrupulosa higiene del pene, con agua y jabón, al terminar y nunca se debe pasar del ano a la vagina, sin lavarse, para no pasar los gérmenes del ano a la vagina.
Si su novia tiene reparos en la práctica del sexo anal, debe ser respetada en función de la libertad de elección sexual que todos tenemos.
Lo que ocurra debajo de las sábanas, en una cama, es legítimo, siempre y cuando, a ambos les complazca.
La insistencia en la petición y la petición chantajista, considero debe ser desterrada, en todo caso hablarlo y si se llega a una conclusión de que es: ¡No!, pues se acepta y fin.
Espero haberle ayudado, si bien debo advertirle que en estas misma sección puede encontrar preguntas donde se ensalza el procedimiento e incluso cómo y de qué manera realizarlo.
La estructura anatómica que constituye el ano es muy compleja, tanto anatómicamente, como fisiológicamente.
El tiempo determina, que en la vejez la continencia se vaya perdiendo y no es infrecuente la necesidad de usar compresas o pañales, quienes han practicado el sexo anal, como le decía en mi respuesta, esta incontinencia, se presenta más grave y mucho antes en el tiempo.
La utilidad del sexo anal, era, cuando no había anticonceptivos, la de mantener relaciones sexuales, completas, con penetración, sin el riesgo del embarazo no deseado.
En consecuencia, entiendo, que actualmente, no existen razones ni argumentos, para la practica.
Hay hombres que afirman que las mujeres, después de varios partos no les satisfacen por la dilatación de la vagina, como argumento para desear la relación anal, pero ese argumento solo se sostiene durante las primeras penetraciones, dado que una vez dilatado el esfínter, el recto carece de músculos para apretar el pene, musculatura que sí tiene la vagina y, actualmente, las mujeres no tienen los partos que antes eran "normales" para que se produzca esa falta de tono muscular vaginal.
Existe, además una sensación de poder o de humillación, de dominio en fin que poco tiene que ver con el amor y la relación sexual.
Conclusión: la penetración anal, es una práctica sexual que, si es libremente aceptada y consentida, por ambas partes, no tiene consideración o valoración moral alguna, es una más, pero si existen reparos personales del orden que sean: morales, físicos, (dolor o molestias al penetrar, durante la iniciación), existen, además, las propias de la practica y que le he descrito.
Además se deben tener presentes las normas higiénicas para evitar infecciones tanto a nivel vaginal, como uretral.
El sexo anal tiene dos finalidades muy concretas: de una parte es la forma de relación de los homosexuales masculinos, dado que carecen de orificio donde meterla y, anteriormente, cuando no existían anticonceptivos eficaces, una forma de relacionarse entre las parejas sin el riesgo de embarazos inesperados o no deseados.
El esfínter anal, al ser forzado para la penetración pierde tono y se vuelve incompetente, por lo que frecuentemente las mujeres sufren incontinencia, en especial para líquidos lo que es motivo de queja y de molestias.
Además, las relaciones anales, deben ser realizadas con una escrupulosa higiene del pene, con agua y jabón, al terminar y nunca se debe pasar del ano a la vagina, sin lavarse, para no pasar los gérmenes del ano a la vagina.
Si su novia tiene reparos en la práctica del sexo anal, debe ser respetada en función de la libertad de elección sexual que todos tenemos.
Lo que ocurra debajo de las sábanas, en una cama, es legítimo, siempre y cuando, a ambos les complazca.
La insistencia en la petición y la petición chantajista, considero debe ser desterrada, en todo caso hablarlo y si se llega a una conclusión de que es: ¡No!, pues se acepta y fin.
Espero haberle ayudado, si bien debo advertirle que en estas misma sección puede encontrar preguntas donde se ensalza el procedimiento e incluso cómo y de qué manera realizarlo.
La estructura anatómica que constituye el ano es muy compleja, tanto anatómicamente, como fisiológicamente.
El tiempo determina, que en la vejez la continencia se vaya perdiendo y no es infrecuente la necesidad de usar compresas o pañales, quienes han practicado el sexo anal, como le decía en mi respuesta, esta incontinencia, se presenta más grave y mucho antes en el tiempo.
La utilidad del sexo anal, era, cuando no había anticonceptivos, la de mantener relaciones sexuales, completas, con penetración, sin el riesgo del embarazo no deseado.
En consecuencia, entiendo, que actualmente, no existen razones ni argumentos, para la practica.
Hay hombres que afirman que las mujeres, después de varios partos no les satisfacen por la dilatación de la vagina, como argumento para desear la relación anal, pero ese argumento solo se sostiene durante las primeras penetraciones, dado que una vez dilatado el esfínter, el recto carece de músculos para apretar el pene, musculatura que sí tiene la vagina y, actualmente, las mujeres no tienen los partos que antes eran "normales" para que se produzca esa falta de tono muscular vaginal.
Existe, además una sensación de poder o de humillación, de dominio en fin que poco tiene que ver con el amor y la relación sexual.
Conclusión: la penetración anal, es una práctica sexual que, si es libremente aceptada y consentida, por ambas partes, no tiene consideración o valoración moral alguna, es una más, pero si existen reparos personales del orden que sean: morales, físicos, (dolor o molestias al penetrar, durante la iniciación), existen, además, las propias de la practica y que le he descrito.
Además se deben tener presentes las normas higiénicas para evitar infecciones tanto a nivel vaginal, como uretral.
No me gusto su respuesta pero es un análisis muy serio, bueno y lo acepto como tal. Será un deseo reprimido entonces en el caso de que a través de una conversación con ella, sin chantajes y sin muestras de poder o posesión ella me diga que no. Sabré respetar su decisión, aunque siga pensando y deseando tener un intercurso anal con ella. Muchas gracias otra vez y entiendo que me habló de manera muy responsable y profesional...