"Mi vecino me ha amenazado con cortarme el cuello"
Desde hace más de un año sufrimos las molestias de los dos perros de mi vecino. No podemos prácticamente ni salir a la parcela porque se lía la de Dios. Se están comiendo la valla metálica y no tardarán mucho en poder con ella. Estos perros están cerrados en un espacio vallado dentro de su parcela y una de las vallas es la mía. Además, los dueños no se molestan en limpiar las defecaciones que caen sobre suelo( siempre hay más de 50 ) que a cuarenta y pico grados es fácil imaginarse en que estado está el tema. Estoy hablando de una urbanización de parcelas.
Después de un año aguantando esta situación ( porque son vecinos hace más de treinta años) sin decir nada, se aproxima el verano y aviso al hijo de que hagan el favor de hacer callar a los perros cuando ellos estén en casa y de limpiar el suelo porque es insoportable. Ni caso. Mi mujer habla con ellos un par de veces.. Ni caso! Después de arruinarnos el verano, hablo de nuevo con el hijo y encima me dice que soy un pesado, y automáticamente le pido el teléfono del padre y se niega a dármelo.
Por fin llega el día que me tropiezo con el padre. Le explico (uno a cada lado de la valla) con total paciencia y educación la situación que el conoce sobradamente. Me dice con tono altivo que los perros están en su parcela y hacen lo que les da la gana. Yo le respondo que muy bien pero que yo haré lo posible para que eso no siga así, a lo que el automáticamente pone en mi boca que los voy a envenenar y empieza a gritarlo a los cuatro vientos, que me va a cortar el cuello. Yo le respondo que lo que me va, es a comerme la p. Hizo varios amagos de saltar la valla y me empieza a decir que salga a la calle. Salgo a la calle y me insulta todo lo imaginable... A lo que me aguanto y callo aunque tengo 15 años menos y 20 centímetros más.
Desproporcionada reacción de un vecino de más de 30 años y una relativa cordial relación, que no voy a dejar pasar por alto. Primero porque el problema de los perros es sangrante y segundo porque no puedo permitir que se me amenace en mi propia casa.
Ahora no se por donde tirar. El único testigo fue mi mujer y supongo que algún vecino oiría tan monumental movida.
Después de un año aguantando esta situación ( porque son vecinos hace más de treinta años) sin decir nada, se aproxima el verano y aviso al hijo de que hagan el favor de hacer callar a los perros cuando ellos estén en casa y de limpiar el suelo porque es insoportable. Ni caso. Mi mujer habla con ellos un par de veces.. Ni caso! Después de arruinarnos el verano, hablo de nuevo con el hijo y encima me dice que soy un pesado, y automáticamente le pido el teléfono del padre y se niega a dármelo.
Por fin llega el día que me tropiezo con el padre. Le explico (uno a cada lado de la valla) con total paciencia y educación la situación que el conoce sobradamente. Me dice con tono altivo que los perros están en su parcela y hacen lo que les da la gana. Yo le respondo que muy bien pero que yo haré lo posible para que eso no siga así, a lo que el automáticamente pone en mi boca que los voy a envenenar y empieza a gritarlo a los cuatro vientos, que me va a cortar el cuello. Yo le respondo que lo que me va, es a comerme la p. Hizo varios amagos de saltar la valla y me empieza a decir que salga a la calle. Salgo a la calle y me insulta todo lo imaginable... A lo que me aguanto y callo aunque tengo 15 años menos y 20 centímetros más.
Desproporcionada reacción de un vecino de más de 30 años y una relativa cordial relación, que no voy a dejar pasar por alto. Primero porque el problema de los perros es sangrante y segundo porque no puedo permitir que se me amenace en mi propia casa.
Ahora no se por donde tirar. El único testigo fue mi mujer y supongo que algún vecino oiría tan monumental movida.
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Respuesta de joseamart
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