¿Perversa Narcisista? ¿Me está manipulando o son imaginaciones mías?

Gracias de antemano por vuestras respuestas, os explico mi duda:

Desde hace varios meses estoy trabajando con una persona en un proyecto profesional y desde hace unas semanas veo que la relación entre ambas (antes cordial) se ha tornado extraña hasta tal punto que me crea mucha ansiedad cada conversación que debo mantener con ella (ya sea por mail, teléfono... En persona sólo nos hemos visto un par de veces).

Nuestra relación laboral se basa esencialmente en que la empresa me ha asignado para supervisar su proyecto, ver si va por buen camino, detectar lo que falla y sugerir soluciones. Es una relación delicada porque cada "sugerencia" o "crítica" debo hacerla con mucha cautela para que el proyecto marche bien, y tener cuidado de no entrometerme demasiado y que se sienta ofendida, pues no deja de ser su proyecto.

El caso es que con ella me está costando mucho más que con otros trabajos similares, esencialmente porque detecto que algo no marcha bien y que las comunicaciones que tenemos son confusas y muy tensas. Por mucho que me esfuerce siento que algo escapa a mi control. Os doy algunos ejemplos, a ver si me podéis ayudar:

- Su estado de ánimo es muy cambiante. En una misma conversación empieza de forma cordial y relajada, pero de pronto se nota cierta agresividad contenida o algo parecido a un enfado. Y no logro averiguar qué he podido decir que lo ha desencadenado.

- Es una persona que ha logrado cierto éxito con su trabajo y todavía aspira a más. No deja de recordarme sus logros, de ensalzar el valor de su trabajo, sus cualidades... Se compara con otros constantemente (con los que admira y con los que desprecia). Esto no me sorprende demasiado porque suelo trabajar con gente de este tipo, de ahí mi cautela, pues mi función es hacerles ver los puntos débiles de su trabajo para que los refuercen. Yo respondo secundando sus afirmaciones y con halagos.

- Al principio de la relación, lo que me puso en guardia fue su exagerada toma de confianza: que si te invito a comer, que si te vienes a mi casa y te presento a fulano o te enseño no-se-qué... Además, me preguntaba mucho por temas que surgían de mi vida personal, pero desde que la relación se volvió extraña no lo hace.

- Creo que siente que me estoy entrometiendo en su proyecto, y cada vez es más rehacia a aceptar mis sugerencias. Por lo que me dice, me da a entender que estoy "pervirtiendo" de algún modo su trabajo, pero que lo acepta porque es la empresa quien ha decidido que yo lo supervise. Digo "me da a entender" porque no lo expresa tan directamente, pero yo me veo que cada vez justifico más cada pequeña crítica o incluso me abstengo de hacerla por no enfadarla.

- Además de relucir sus logros profesionales, no para de ensalzar otras de sus cualidades; por ejemplo, aunque apenas nos llevamos unos años, no para de afirmar que sabe más de la vida y de todo por ser más mayor que yo.

- Siento que desconfía de mí, por más que trato de abrirme a ella (en lo profesional y antes hasta en lo personal). En más de una ocasión ha dicho que ha intuido que yo tengo segundas intenciones (con respecto al trabajo), que hay algo que le oculto. Sin embargo, en otras ocasiones, no deja de repetir que tiene plena confianza en mí y mis sugerencias.

- Siento una gran impotencia porque recibo mensajes contradictorios: al momento me halaga y dice que mi ayuda es muy valiosa, pero después no escucha mis sugerencias sobre el proyecto, sermoneándome sobre sus muchas virtudes y que su proyecto está bien como está aunque la empresa no lo crea así.

- Aunque tenga la sensación de que no me ha entendido mis sugerencias o que no me he explicado bien, o que simplemente pasa de escucharme, resulta que tiempo después compruebo que ha hecho cambios en el proyecto y sí las ha tenido en cuenta en el desarrollo.

- Cada vez más se va por las ramas, en temas que no tienen nada que ver con el proyecto, contándome su visión del mundo, o las experiencias que ha vivido... Normalmente no me pregunta mi opinión sobre estos temas, pero cuando lo hace me siento como si estuviera evaluándome, y aunque soy sincera temo dar una respuesta que la desagrade.

- Hemos tenido pocas discusiones. Debido a la delicadeza de mi trabajo soy una persona que rehuye las confrontaciones y voy con mucha cautela. Pese a ello, cuando hemos discutido su reproche que me ha quedado más claro es precisamente ese: que no digo las cosas directamente y que tengo intenciones ocultas. Pero realmente no sé por qué ha surgido la discusión, qué le ha hecho enfadar...

- Empiezo yo también a volverme paranoica y por el tono de voz comienzo a dudar sobre si lo que dice (halagos, acuerdos...) lo dice con ironía. Me doy cuenta desde hace un tiempo que en realidad es ella la que no me dice las cosas directamente, que deja muchas insinuaciones en el aire que yo no sé cómo interpretar (ni tengo ganas de hacerlo; lo único que quiero es que acabe el trabajo y olvidarme de este tema).

Perdón por extenderme. El caso es que llevo deprimida varias semanas por este tema, hasta tal punto que ha mermado un poco mi autoestima. Me hace dudar sobre quién soy yo para supervisar nada, y tras cada conversación siento que he metido la pata en algo y no puedo repararlo porque no sé en qué. Buscando situaciones similares he encontrado lo del perverso narcisista, que la verdad encaja mucho en el comportamiento de esta compañera de trabajo... Pero ya no sé si es problema de ella o mío, que no he sabido establecer una buena relación con ella o he metido la pata en algo.

Agradezco cualquier otro punto de vista que puedan darme.