Retraso desarrollo psicomotriz
Hola, tengo un niño que acaba de cumplir los tres años, y desde hace 5 meses ya no lleva pañales.
Y desde entonces no hay manera que haga caca en el váter. El pipí sí lo hace sin problema, pero le ha cogido terror a hacer caca. Tengo la sospecha de que puede desembocar en una encopresis si no le ayudamos. Se aguanta hasta que no puede más por no hacer. Nosotros lo hemos probado todo en estos 5 meses. No le regañamos, intentamos que lo vea como algo natural, le decimos que es bueno hacer caca, qué así no le duele la tripa, porque a veces de tanto aguantar le duele mucho y le tenemos que poner supositorios de glicerina para que haga. Es la única manera. Y grita y llora con pánico mientras hace! Estamos desesperados. No sé qué más hacer, le hemos premiado, le hemos contado cuentos, canciones sobre hacer caca. Le hablamos de manera natural sobre ello, que papá y mamá también lo hacen y no pasa nada. Pero nada, se aguanta, no pide. Creo que ha cogido un trauma pero no sé cómo ayudarle.
Además vamos observando su padre y yo que parece tener un desarrollo psicomotriz más retrasado que los demás niños de su edad. Es algo "torpe" en la motricidad gruesa y fina, hasta hace poco no quería entrar en los parque de bolas, dónde hay que escalar, trepar, deslizarse, rodar, no sabe pedalear aún con triciclo, no sabe darle patadas a un balón. No es un niño ágil en este tipo de actividades. Además tiene una serie de "esterotipias", como agitar las manos y retorcerlas mientras salta y hace pedorretas. Esto lo hace desde que camina casi. Y siempre en aquellas situaciones en las que está especialmente nervioso o alterado. Cuando era más pequeño, hasta el año y medio o casi dos, únicamente quería jugar con el mismo juguete y lo hacía rodar y rodar mientras presentaba estas estererotipias.
También tiene falta de atención, a veces lo tengo a mi lado y le pregunto algo o lo llamo por su nombre varias veces para que me mire y no me hace caso, ni tan sólo vuelve la cabeza. Y otras veces me dice cosas que pienso que no se ha dado cuenta que he nombrado.
Aunque es un niño obediente tiene baja tolerancia a la frustración y tiene rabietas a menudo cuándo no puede hacer lo que él quiere.
Nos tiene un poco trastornados, ya que las cosas que le interesan sí que les presta atención . Le encantan los colores y desde antes de los dos años se sabía una gama alta de colores, incluso distinguía los claros de los oscuros, el gris, el granate, el violeta. Y con dos años y medio ya sabía distinguir todas las letras del abecedario y los números y me va diciendo las matrículas de los coches por la calle. Tiene mucha memoria.
No quiero parecer una madre sobreprotectora, que siempre está comparando a su hijo con los demás, pero pienso que hay algo que se nos está escapando y no sé lo que es.
Gracias
Fátima