Anónimo
Transtorno paranoide de la personalidad
Necesito ayuda, creo que mi padre puede tener un transtorno paranoide de la personalidad porque siempre ha tenido manías y cosas raras pero ahora dice que alguien quiere hacerle la vida imposible, que lo acosan en el trabajo, que le van a quitar las propiedades y el dinero y que pueden hacernos cosas malas a nosotras, hace meses que casi ni duerme dándole vueltas a la cabeza y calentando a mi madre con esas cosas ilógicas que dice. Dice que no lo comprendemos y cuando intentamos explicarle como es en realidad dice que si que tenemos razón pero al día siguiente continua igual o peor.
Le hemos mencionado de ir al medico, pero no ha ido nunca ni por un resfriado, y nos dice que estamos locas y que no quiere ni oír hablar del tema y ademas se cabrea muchísimo.
He cogido cita en el medico de cabecera para explicarle el tema y decirle que necesito ayuda, porque se que hay mucha gente con este problema y tienen que tener algún asistente que pueda ir a mi casa o algún sicologo del seguro que pueda ayudarme y saber que hacer, mi padre por su voluntad no va a ir ni a tomar ni una pastilla ni nada.
Por favor, explicame que puedo hacer o si sabes que se hace en estos casos para yo poder ayudar a mi padre.
Gracias.
(xxxxxx)
Le hemos mencionado de ir al medico, pero no ha ido nunca ni por un resfriado, y nos dice que estamos locas y que no quiere ni oír hablar del tema y ademas se cabrea muchísimo.
He cogido cita en el medico de cabecera para explicarle el tema y decirle que necesito ayuda, porque se que hay mucha gente con este problema y tienen que tener algún asistente que pueda ir a mi casa o algún sicologo del seguro que pueda ayudarme y saber que hacer, mi padre por su voluntad no va a ir ni a tomar ni una pastilla ni nada.
Por favor, explicame que puedo hacer o si sabes que se hace en estos casos para yo poder ayudar a mi padre.
Gracias.
(xxxxxx)
1 respuesta
Respuesta de virgi2
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virgi2, spicologia en relaciones humanas
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">ndeteell voy a darte lo más sencillamente posible la enfermedad que padece tu padre es lo siguiente:
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
La principal característica del este trastorno es un patrón de
desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de tal forma que las
intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas. Suele
comenzar al principio de la edad adulta y en diversos contextos.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
Los sujetos que sufren este trastorno dan por supuesto que los demás
van a aprovecharse de él, van a hacerle daño o engañarle, aunque no
tengan ninguna prueba que apoye sus previsiones (criterio A1). Se
preocupan por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad
de sus amigos, y sus actos son escrutados al detalle para buscar
pruebas de intenciones hostiles en contra de ellos (criterio A2).
Cuando algún amigo se muestra cordial o amable con el sujeto que sufre
el trastorno paranoide de la personalidad, el mismo sujeto se muestra
tan sorprendido, que no deposita en dicho amigo ninguna confianza.
Ninguno de estos sujetos intima con los demás, ya que temen que la
información pueda ser utilizada en su contra (criterio A3). En los
hechos más inocentes "descubren" intenciones o significados ocultos que
son amenazantes para él (criterio A4); por ejemplo, un sujeto que sufra
este trastorno puede malinterpretar la confusión del empleado de una
tienda con un intento deliberado de dar mal el cambio a su persona.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
Estos sujetos, normalmente, suelen guardar rencores y son incapaces de
olvidar los insultos o desprecios que sufrieron, o que creyeron sufrir,
una vez en el pasado (criterio A5). Cuando ellos piensan que han sido
ofendidos, contraatacan con ira ante aquello que les ha ofendido
(Criterio A6). Los sujetos que poseen este trastorno suelen ser también
patológicamente celosos sospechando de su pareja, aún sin tener causa
justificada (criterio A7); por ello intentan mantener un control total
sobre las personas con las que tienen una relación íntima para evitar
así ser traicionados.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
No se debe diagnosticar este trastorno a personas que lo sufran
exclusivamente durante el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno
de ánimo con síntomas psicóticos, o bien si es debido a los efectos
fisiológicos directos de alguna enfermedad (criterio B).
Los sujetos con este trastorno de la personalidad, suelen ser personas con las que generalmente es difícil llevarse bien o tener una buena relación personal, debido a la suspicacia y hostilidad que demuestran a menudo; y esta naturaleza del sujeto suspicaz puede provocar en los demás una respuesta hostil, confirmándose así las expectativas iniciales del sujeto.
Debido a que los sujetos con trastorno paranoide de la personalidad no confían en los demás, tienen la necesidad de ser autosuficientes y autónomos, además de necesitar tener un alto grado de control sobre los que le rodean. Son capaces, además, de culpar a los demás de sus propios errores; pueden ser litigantes y verse a menudo envueltos en numerosos pleitos legales.
Estos sujetos pueden mostrar fantasías de grandiosidad, escasamente disimuladas, por lo que tienden a desarrollar estereotipos negativos de los otros y en especial de aquellos grupos de población distintos del suyo.
Los sujetos que sufren este trastorno también pueden experimentar episodios psicóticos muy breves, sobre todo en respuesta a una situación de estrés. En determinados casos el trastorno paranoide de la personalidad aparece como un antecedente premórbido de un trastorno delirante o de una esquizofrenia. Es frecuente el abuso de alcohol y/o otras sustancias.
Los trastornos de personalidad que con más frecuencia se presentan conjuntamente con el trastorno paranoide de la personalidad parecen ser el esquizotípico, el esquizoide, el narcisista, el trastorno por evitación y el límite.
Hay que tener en cuenta la importancia de que algunos comportamientos en determinados contextos socioculturales o circunstanciales en la vida, pueden ser calificados erróneamente como paranoides. Así, por ejemplo, los inmigrantes, los refugiados políticos o simplemente los sujetos con antecedentes étnicos diferentes pueden mostrarse recelosos o defensivos debido al desconocimiento o a la percepción de desprecio o indiferencia por parte de la sociedad mayoritaria. Así estos comportamientos pueden generar ira contenida y desconfianza, que pueden malinterpretarse como un trastorno paranoide de la personalidad.
Este trastorno puede manifestarse por primera vez en infancia y adolescencia a través de actitudes solitarias, ansiedad social, hipersensibilidad, rendimiento bajo escolar, pensamiento y lenguaje peculiares además de fantasías idiosincrásicas.
En la población clínica, este trastorno es, normalmente, más diagnosticado en hombres. Se señala que la prevalencia del trastorno paranoide de personalidad es del 10-30% en los hospitales psiquiátricos; del 2-10% en los pacientes psiquiátricos ambulatorios y del 0.5-2.5% en la población general (según datos del DSM-IV-TR).
Parecen existir datos que confirman que la prevalencia del trastorno paranoide de personalidad es mayor en los que tienen familiares con esquizofrenia crónica, especialmente de tipo persecutorio.
El trastorno paranoide de la personalidad debe diferenciarse del trastorno delirante, tipo persecutorio, la esquizofrenia, tipo paranoide y del trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, ya que todos estos trastornos presentan un periodo de síntomas psicóticos persistentes. Para diagnosticar el trastorno de la personalidad debe haberse manifestado antes de la iniciación de los síntomas psicóticos, además de persistir cuando los síntomas psicóticos remitan.
El trastorno paranoide de la personalidad ha de distinguirse del cambio de personalidad debido a enfermedad médica, ya que en la enfermedad médica los síntomas son consecuencia directa de una enfermedad del sistema nervioso. Al igual que debe haber diferenciación de los síntomas que son producidos por el consumo crónico de determinadas sustancias. Por último se ha de distinguir el trastorno paranoide de la personalidad de los rasgos paranoides asociados a la aparición de minusvalías físicas, sobre todo las derivadas de las deficiencias auditivas.
Es muy importante diferenciar el trastorno paranoide de la personalidad de otros trastornos de la personalidad, ya que pueden tener algunas características en común. Si un individuo tiene trastorno paranoide de la personalidad, además de síntomas característicos de otros trastornos de la personalidad, deben diagnosticarse todos. El trastorno paranoide y el trastorno esquizotípico de personalidad, cumplen algunos criterios comunes, como por ejemplo los rasgos de suspicacia; sin embargo, para diagnosticar trastorno esquizotípico de la personalidad deben cumplirse además otros criterios, como son el pensamiento mágico, experiencias perceptivas poco habituales y rarezas del pensamiento y el lenguaje. Otro trastorno que comparte también algunas características con el trastorno paranoide de de la personalidad, es el trastorno esquizoide de la personalidad, pero la diferencia es que en este último no hay una ideación paranoide importante.
Aunque en el trastorno paranoide hay algún tipo de comportamiento antisocial, éste no suele estar motivado por el deseo de aprovecharse de los demás, algo que lo diferencia del trastorno antisocial de la personalidad.
El trastorno paranoide de la personalidad, puede ser en cierto sentido adaptativo, sobre todo en un entorno amenazante. Sin embargo sólo se debe diagnosticar este trastorno cuando los rasgos que muestre el sujeto sean inflexibles, desadaptativos y provoquen deterioro funcional significativo, a la vez que un malestar subjetivo.
Por último, hay que saber que los criterios por los que se rige el DSM-IV-TR y la CIE-10 son diferentes, pero definen en líneas generales el mismo trastorno.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left"> No es mucho lo que se sabe sobre el origen de este trastorno, debido a que no suelen buscar ayuda y, por tanto, no es fácil encontrar grupos a los que estudiar, pero las distintas teorías explicativas nos pueden dar una idea sobre las diversas formas como puede generarse este trastorno
1. Los malos tratos en la infancia y la falta de un amor coherente por parte de los padres pueden generar una desconfianza básica que se acabe extendiendo a todas las personas en general. Así, el paranoide habría aprendido en su infancia que el mundo está lleno de gente malintencionada (como sus padres) que pueden hacerle daño, y su comportamiento es un modo de prevenir el ataque o daño. Se mantiene alerta para identificar los signos de peligro y actuar con rapidez. Muchas personas con este trastorno dicen haber crecido en hogares de este tipo, pero no es fácil saber si lo que dicen es un reflejo de la realidad o es sólo su percepción de dicha realidad.
2 El número de familiares con algún tipo de enfermedad psicótica es más frecuente entre los familiares de estas personas que entre el resto de la población, de modo que puede haber algún tipo de predisposición genética. Por ejemplo, estas personas podrían heredar una tendencia a interpretar los acontecimientos y acciones de los demás como más amenazadora delo que es en realidad. Es decir, podrían estar predispuestos a tener un estilo de pensamiento paranoide.
3. Los niños despreciado o humillados por otros niños, y cuyos padres les han enseñado que ellos son especiales y diferentes, pueden llegar a la conclusión de que los demás están celosos y desean hacerles daño por envidia.
De un modo u otro, estas personas han desarrollado un esquema de pensamiento que se basa en los siguientes supuestos:
- Las personas son malas y tramposas
- Atacan si les das la oportunidad
- Para protegerse hay que mantenerse alerta
Estos supuesto los llevan a esperar constantemente engaños, traiciones y que los hieran, de modo que consideran necesario estar alerta. Este estilo de pensamiento los lleva a prestar más atención a aquellos aspectos que confirmen sus hipótesis mientras que no tienen en cuenta aquellos que las contradigan. Por ejemplo, Carlos creía que su jefe lo despreciaba y estaba esperando el más mínimo error para despedirlo. Cada vez que su jefe hacía algún comentario negativo sobre su trabajo, lo consideraba una prueba a favor de su hipótesis, mientras que no tenía en cuenta las veces en que su jefe hacía comentarios positivos sobre su trabajo. En vez de eso, tendía a pensar: "Está intentando que me confíe y baje la guardia para atacar después". De este modo, ellos mismo logran confirmar sus falsas hipótesis y su trastorno se perpetúa. Por otro lado, la gente nunca es totalmente buena o mala. Si el paranoide se fija exclusivamente en las malas acciones de los demás, es fácil que siga pensando igual durante toda su vida. Por tanto, están en guardia y a la defensiva, saltan por cualquier cosa y son beligerantes, de modo que no suelen caer bien a los demás y provocan en ellos hostilidad y rechazo (el tipo de conducta que preveían), lo cual, a su vez, contribuye también a perpetuar su trastorno.
Por otro lado, estas personas suelen dudar de su capacidad para advertir el peligro y para manejar las situaciones dañinas de un modo adecuado. Es decir, piensan que, dada su incapacidad para controlar las conductas o acontecimientos adversos, las consecuencias de dichos acontecimientos pueden ser catastróficas. Es decir, exageran enormemente el daño que los demás pueden llegar a hacerles. Aún así, no se ven completamente ineficaces (pues de ser así desarrollarían otro trastorno, como el dependiente), sino que piensan que si se mantienen siempre vigilantes, podrán detectar los indicios y protegerse.
Por tanto, su patrón de pensamiento podría esquematizarse de este modo: "Las personas son malas y es muy probable que me ataquen o intenten perjudicarme. Si lo hicieran, no me creo capaz de manejar esa situación adecuadamente y, por tanto, podrían tener consecuencias terribles, de modo que tengo que estar siempre alerta, no fiarme de nadie y mantener las distancias". Este esquema de pensamiento es el que guía su conducta.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">El problema va a ser que se deje tratar por el médico así que cuando hables con él explicale la negación de éste para dejarse ayudar, ya que el médico tramitará las ayudas posibles que existen para poder tratarlo.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">Espero haberte ayudado y ojalá que todo se arregle un beso y si me vuelves a necesitar aquí estoy siempre, no se te olvide puntuar la respuesta ya que con ello tú tambien ayudas a que estemos todos aquí, suerte.virgi2.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
La principal característica del este trastorno es un patrón de
desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de tal forma que las
intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas. Suele
comenzar al principio de la edad adulta y en diversos contextos.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
Los sujetos que sufren este trastorno dan por supuesto que los demás
van a aprovecharse de él, van a hacerle daño o engañarle, aunque no
tengan ninguna prueba que apoye sus previsiones (criterio A1). Se
preocupan por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad
de sus amigos, y sus actos son escrutados al detalle para buscar
pruebas de intenciones hostiles en contra de ellos (criterio A2).
Cuando algún amigo se muestra cordial o amable con el sujeto que sufre
el trastorno paranoide de la personalidad, el mismo sujeto se muestra
tan sorprendido, que no deposita en dicho amigo ninguna confianza.
Ninguno de estos sujetos intima con los demás, ya que temen que la
información pueda ser utilizada en su contra (criterio A3). En los
hechos más inocentes "descubren" intenciones o significados ocultos que
son amenazantes para él (criterio A4); por ejemplo, un sujeto que sufra
este trastorno puede malinterpretar la confusión del empleado de una
tienda con un intento deliberado de dar mal el cambio a su persona.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
Estos sujetos, normalmente, suelen guardar rencores y son incapaces de
olvidar los insultos o desprecios que sufrieron, o que creyeron sufrir,
una vez en el pasado (criterio A5). Cuando ellos piensan que han sido
ofendidos, contraatacan con ira ante aquello que les ha ofendido
(Criterio A6). Los sujetos que poseen este trastorno suelen ser también
patológicamente celosos sospechando de su pareja, aún sin tener causa
justificada (criterio A7); por ello intentan mantener un control total
sobre las personas con las que tienen una relación íntima para evitar
así ser traicionados.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">
No se debe diagnosticar este trastorno a personas que lo sufran
exclusivamente durante el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno
de ánimo con síntomas psicóticos, o bien si es debido a los efectos
fisiológicos directos de alguna enfermedad (criterio B).
Los sujetos con este trastorno de la personalidad, suelen ser personas con las que generalmente es difícil llevarse bien o tener una buena relación personal, debido a la suspicacia y hostilidad que demuestran a menudo; y esta naturaleza del sujeto suspicaz puede provocar en los demás una respuesta hostil, confirmándose así las expectativas iniciales del sujeto.
Debido a que los sujetos con trastorno paranoide de la personalidad no confían en los demás, tienen la necesidad de ser autosuficientes y autónomos, además de necesitar tener un alto grado de control sobre los que le rodean. Son capaces, además, de culpar a los demás de sus propios errores; pueden ser litigantes y verse a menudo envueltos en numerosos pleitos legales.
Estos sujetos pueden mostrar fantasías de grandiosidad, escasamente disimuladas, por lo que tienden a desarrollar estereotipos negativos de los otros y en especial de aquellos grupos de población distintos del suyo.
Los sujetos que sufren este trastorno también pueden experimentar episodios psicóticos muy breves, sobre todo en respuesta a una situación de estrés. En determinados casos el trastorno paranoide de la personalidad aparece como un antecedente premórbido de un trastorno delirante o de una esquizofrenia. Es frecuente el abuso de alcohol y/o otras sustancias.
Los trastornos de personalidad que con más frecuencia se presentan conjuntamente con el trastorno paranoide de la personalidad parecen ser el esquizotípico, el esquizoide, el narcisista, el trastorno por evitación y el límite.
Hay que tener en cuenta la importancia de que algunos comportamientos en determinados contextos socioculturales o circunstanciales en la vida, pueden ser calificados erróneamente como paranoides. Así, por ejemplo, los inmigrantes, los refugiados políticos o simplemente los sujetos con antecedentes étnicos diferentes pueden mostrarse recelosos o defensivos debido al desconocimiento o a la percepción de desprecio o indiferencia por parte de la sociedad mayoritaria. Así estos comportamientos pueden generar ira contenida y desconfianza, que pueden malinterpretarse como un trastorno paranoide de la personalidad.
Este trastorno puede manifestarse por primera vez en infancia y adolescencia a través de actitudes solitarias, ansiedad social, hipersensibilidad, rendimiento bajo escolar, pensamiento y lenguaje peculiares además de fantasías idiosincrásicas.
En la población clínica, este trastorno es, normalmente, más diagnosticado en hombres. Se señala que la prevalencia del trastorno paranoide de personalidad es del 10-30% en los hospitales psiquiátricos; del 2-10% en los pacientes psiquiátricos ambulatorios y del 0.5-2.5% en la población general (según datos del DSM-IV-TR).
Parecen existir datos que confirman que la prevalencia del trastorno paranoide de personalidad es mayor en los que tienen familiares con esquizofrenia crónica, especialmente de tipo persecutorio.
El trastorno paranoide de la personalidad debe diferenciarse del trastorno delirante, tipo persecutorio, la esquizofrenia, tipo paranoide y del trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, ya que todos estos trastornos presentan un periodo de síntomas psicóticos persistentes. Para diagnosticar el trastorno de la personalidad debe haberse manifestado antes de la iniciación de los síntomas psicóticos, además de persistir cuando los síntomas psicóticos remitan.
El trastorno paranoide de la personalidad ha de distinguirse del cambio de personalidad debido a enfermedad médica, ya que en la enfermedad médica los síntomas son consecuencia directa de una enfermedad del sistema nervioso. Al igual que debe haber diferenciación de los síntomas que son producidos por el consumo crónico de determinadas sustancias. Por último se ha de distinguir el trastorno paranoide de la personalidad de los rasgos paranoides asociados a la aparición de minusvalías físicas, sobre todo las derivadas de las deficiencias auditivas.
Es muy importante diferenciar el trastorno paranoide de la personalidad de otros trastornos de la personalidad, ya que pueden tener algunas características en común. Si un individuo tiene trastorno paranoide de la personalidad, además de síntomas característicos de otros trastornos de la personalidad, deben diagnosticarse todos. El trastorno paranoide y el trastorno esquizotípico de personalidad, cumplen algunos criterios comunes, como por ejemplo los rasgos de suspicacia; sin embargo, para diagnosticar trastorno esquizotípico de la personalidad deben cumplirse además otros criterios, como son el pensamiento mágico, experiencias perceptivas poco habituales y rarezas del pensamiento y el lenguaje. Otro trastorno que comparte también algunas características con el trastorno paranoide de de la personalidad, es el trastorno esquizoide de la personalidad, pero la diferencia es que en este último no hay una ideación paranoide importante.
Aunque en el trastorno paranoide hay algún tipo de comportamiento antisocial, éste no suele estar motivado por el deseo de aprovecharse de los demás, algo que lo diferencia del trastorno antisocial de la personalidad.
El trastorno paranoide de la personalidad, puede ser en cierto sentido adaptativo, sobre todo en un entorno amenazante. Sin embargo sólo se debe diagnosticar este trastorno cuando los rasgos que muestre el sujeto sean inflexibles, desadaptativos y provoquen deterioro funcional significativo, a la vez que un malestar subjetivo.
Por último, hay que saber que los criterios por los que se rige el DSM-IV-TR y la CIE-10 son diferentes, pero definen en líneas generales el mismo trastorno.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left"> No es mucho lo que se sabe sobre el origen de este trastorno, debido a que no suelen buscar ayuda y, por tanto, no es fácil encontrar grupos a los que estudiar, pero las distintas teorías explicativas nos pueden dar una idea sobre las diversas formas como puede generarse este trastorno
1. Los malos tratos en la infancia y la falta de un amor coherente por parte de los padres pueden generar una desconfianza básica que se acabe extendiendo a todas las personas en general. Así, el paranoide habría aprendido en su infancia que el mundo está lleno de gente malintencionada (como sus padres) que pueden hacerle daño, y su comportamiento es un modo de prevenir el ataque o daño. Se mantiene alerta para identificar los signos de peligro y actuar con rapidez. Muchas personas con este trastorno dicen haber crecido en hogares de este tipo, pero no es fácil saber si lo que dicen es un reflejo de la realidad o es sólo su percepción de dicha realidad.
2 El número de familiares con algún tipo de enfermedad psicótica es más frecuente entre los familiares de estas personas que entre el resto de la población, de modo que puede haber algún tipo de predisposición genética. Por ejemplo, estas personas podrían heredar una tendencia a interpretar los acontecimientos y acciones de los demás como más amenazadora delo que es en realidad. Es decir, podrían estar predispuestos a tener un estilo de pensamiento paranoide.
3. Los niños despreciado o humillados por otros niños, y cuyos padres les han enseñado que ellos son especiales y diferentes, pueden llegar a la conclusión de que los demás están celosos y desean hacerles daño por envidia.
De un modo u otro, estas personas han desarrollado un esquema de pensamiento que se basa en los siguientes supuestos:
- Las personas son malas y tramposas
- Atacan si les das la oportunidad
- Para protegerse hay que mantenerse alerta
Estos supuesto los llevan a esperar constantemente engaños, traiciones y que los hieran, de modo que consideran necesario estar alerta. Este estilo de pensamiento los lleva a prestar más atención a aquellos aspectos que confirmen sus hipótesis mientras que no tienen en cuenta aquellos que las contradigan. Por ejemplo, Carlos creía que su jefe lo despreciaba y estaba esperando el más mínimo error para despedirlo. Cada vez que su jefe hacía algún comentario negativo sobre su trabajo, lo consideraba una prueba a favor de su hipótesis, mientras que no tenía en cuenta las veces en que su jefe hacía comentarios positivos sobre su trabajo. En vez de eso, tendía a pensar: "Está intentando que me confíe y baje la guardia para atacar después". De este modo, ellos mismo logran confirmar sus falsas hipótesis y su trastorno se perpetúa. Por otro lado, la gente nunca es totalmente buena o mala. Si el paranoide se fija exclusivamente en las malas acciones de los demás, es fácil que siga pensando igual durante toda su vida. Por tanto, están en guardia y a la defensiva, saltan por cualquier cosa y son beligerantes, de modo que no suelen caer bien a los demás y provocan en ellos hostilidad y rechazo (el tipo de conducta que preveían), lo cual, a su vez, contribuye también a perpetuar su trastorno.
Por otro lado, estas personas suelen dudar de su capacidad para advertir el peligro y para manejar las situaciones dañinas de un modo adecuado. Es decir, piensan que, dada su incapacidad para controlar las conductas o acontecimientos adversos, las consecuencias de dichos acontecimientos pueden ser catastróficas. Es decir, exageran enormemente el daño que los demás pueden llegar a hacerles. Aún así, no se ven completamente ineficaces (pues de ser así desarrollarían otro trastorno, como el dependiente), sino que piensan que si se mantienen siempre vigilantes, podrán detectar los indicios y protegerse.
Por tanto, su patrón de pensamiento podría esquematizarse de este modo: "Las personas son malas y es muy probable que me ataquen o intenten perjudicarme. Si lo hicieran, no me creo capaz de manejar esa situación adecuadamente y, por tanto, podrían tener consecuencias terribles, de modo que tengo que estar siempre alerta, no fiarme de nadie y mantener las distancias". Este esquema de pensamiento es el que guía su conducta.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">El problema va a ser que se deje tratar por el médico así que cuando hables con él explicale la negación de éste para dejarse ayudar, ya que el médico tramitará las ayudas posibles que existen para poder tratarlo.
<p class="normal" style="text-align: left; vertical-align: top;" align="left">Espero haberte ayudado y ojalá que todo se arregle un beso y si me vuelves a necesitar aquí estoy siempre, no se te olvide puntuar la respuesta ya que con ello tú tambien ayudas a que estemos todos aquí, suerte.virgi2.
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