Valdoxan 25 mg y más

Después de la retirada de un medicamento puede haber síntomas de retirada, pero también puede haber síntomas de recaída; por lo que cuentas es posible que hayas tenido ambos, dado que los mareos están descritos como síntoma de retirada, y los ataques de pánico podrían corresponderse con una recaída, dado que refieres que los habías tenido. El Valdoxan es un medicamento muy nuevo, con el que no tengo experiencia, pero según veo sólo tiene aprobada la indicación de episodios de depresión mayor en adultos, que no sé si es tu caso.
Refieres que habías estado con Fluoxetina, se supone que bien; la Fluoxetina es muy eficaz en trastornos de pánico, y desconozco el motivo por el que no te la instauraron en esta ocasión, dado que el antecedente de buena respuesta a un fármaco es un factor a tener en cuenta.
No tengo noticia, y al buscarlo tampoco he encontrado nada al respecto de que la hormona de crecimiento se esté usando en casos de depresión sin patología hormonal.
Lo que sí te puedo decir es que el funcionamiento del sistema nervioso central es algo muy complejo, y, además como has comprobado, todo medicamento tiene efectos secundarios, por eso que lo ideal es siempre la mejora por la vía natural, si esto es posible; además de que si es necesario un tratamiento con psicofármacos, lo ideal es combinarlo con psicoterapia. Y lo fundamental es ir siempre a las causas del problema, pudiendo uno hacer mucho en este sentido (reflexionando uno sobre los factores que puede mejorar), o mejorar aquellos factores que favorezcan la salud en general; y muy importante es nunca querer resolver un síntoma como sea, sino que poniendo los medios razonables al respecto, si fueran necesarios, pero sobre todo incidiendo en factores que hubieran podido actuar como predisponentes.
Abajo te dejo unos folios sobre actitudes saludables, factor que creo muy importante en la salud mental.
Con respecto al trastorno de pánico, que no sé si es tu caso, (trastorno que podría evolucionar a una depresión), suele verse en personas con rasgos de carácter de excesivo control sobre las cosas, y también puede tratarse de personas con cierta desconfianza del entorno. Algo que puede ayudar a evitar el pretender controlarlo todo sería el intentar controlar lo que uno hace, pero no los resultados o circunstancias que puedan surgir y que ya no dependan directamente de uno; esto sólo se puede hacer si uno pasa de vivir para sí mismo (con lo cual se agravaría el deseo de control de factores externos a la voluntad de uno), a vivir más generosamente, con lo cual uno ya no pondría su confianza en la obtención de unos determinados resultados que pudieran interesar a uno superficialmente, sino que su objetivo inicial sería más generoso, e igualmente vería los resultados desde este prisma.
En muchas ocasiones los problemas lejos de solucionarse se van complicando más; siendo en muchas ocasiones el causante de ello, el atender sólo a los síntomas y el querer eliminarlos como sea. Hay que intentar mirar al origen, y para ello ayudará el tener uno, desde la situación en la que se encuentre, la intención de hacer el mayor bien con su vida.