Diálisis

Los pacientes con insuficiencia renal crónica, por no funcionar sus riñones, dependen de la diálisis para poder depurar la sangre y eliminar el exceso de líquidos del organismo (funciones que llevan a cabo los riñones cuando están sanos).
Los riñones de una persona sana funcionan durante 24 horas cada día (es decir, constantemente); en cambio, cuando una persona está en hemodiálisis, su riñón funciona durante 4 horas cada dos días (es decir, mientras están conectados a la máquina de hemodiálisis).
Por este motivo, si la persona afecta no tiene especial cuidado en no sobrepasarse con los líquidos que toma y realiza una dieta adecuada (tal y como le han explicado sus médicos y enfermeras, sin duda), llegará a cada sesión de diálisis con exceso de líquido acumulado (el que sus riñones no han eliminado desde la diálisis anterior) y con la sangre muy cargada de toxinas.
Como comprenderás, no es lo mismo que el organismo se pueda liberar de esa "carga" (de líquido y toxinas) de forma continua, durante 24 horas al día (produciendo la orina, que cuando llena la vejiga nos impulsa a vaciarla), que la persona sólo pueda librarse de dicha "carga" durante cuatro horas cada dos días. Es algo muy brusco para el organismo, y por eso notará sensaciones como mareo, malestar, palpitaciones, calambres, etc.
Insisto, la causa fundamental de que le pase ésto es que no tolera la pérdida de líquido (obligatoria) que se le aplica con la máquina de diálisis. Si no eliminamos el exceso de agua que acumulamos en el organismo, corremos graves riesgos de salud (a corto plazo, por ejemplo, encharcamiento pulmonar; a medio o largo plazo, por ejemplo, hipertensión arterial incontrolable y riesgo de enfermedades cardiovasculares). Además, el hecho de tener que extraerle mucho líquido durante la diálisis no solo tiene el efecto secundario de mala tolerancia (hipotensión y calambres), sino que también puede desencadenar problemas serios durante la sesión de diálisis como angina de pecho, infarto de miocardio o trombosis cerebral, entre otros (y no exagero ni pretendo asustar).
Para evitar estos problemas, lo que tu madre debe hacer es evitar AL MÁXIMO la ingesta de líquidos TODOS LOS DÍAS, de tal forma que no debe tomar más de medio litro al día, y esto contando no sólo el agua, sino también los zumos, la leche, las sopas, el puré, los caldos, etc. Al fin y al cabo, todo es agua, aunque a la sopa le echemos un espesante (o pan migado) todo ese líquido lo introduciremos en el cuerpo igualmente.
Todos los alimentos contienen agua; pero no por eso debe dejar de comer, sino todo lo contrario: debe estar bien alimentada, solo que con la precaución de evitar aquellos alimentos con mayor contenido en líquidos. Las legumbres cocinadas, el arroz y la pasta, por ejemplo, una vez cocinados contienen agua. El agua que contiene un sólo grano de arroz es insignificante, pero en un plato (en función de su tamaño) puede haber hasta medio litro.
En resumen: no hay ningún medicamento ni ninguna medida "mágica" para que tu madre tolere mejor las sesiones de hemodiálisis. Lo que debe hacer es cuidar su dieta, ni más ni menos, evitando el exceso de líquidos.
Otro tipo de recomendaciones dietéticas incluyen la restricción de potasio (contenido en frutas, verduras, hortalizas, frutos secos y chocolate) y de fósforo (contenido en la leche y sus derivados). Pero como tu cuestión era otra, y explicarte toda la dieta de un paciente en hemodiálisis puede ser demasiado largo, lo dejaré aquí. Para más dudas, seguro que el personal que la atiende le ha explicado ésto y muchas más cosas sobre la dieta, la medicación, etc (en todos los Centros de Hemodiálisis se hace, el de tu madre no será una excepción).