¿Iremos todos al cielo o sólo lo conseguirán unos cuantos elegidos?

Por qué algunos creen que solo 144.000.- ¿Personas irán al cielo y que todo el resto estará en la tierra?.
En qué versículos se basan.
Gracias.
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3 Respuestas

Respuesta
1
Estimado (xxxxxx)le invito a que considere todas las citas bíblicas por favor y cualquier indicación aquí estaré
Algunos sí van al cielo
Sí, la Biblia muestra que los muertos están inconscientes hasta la resurrección. Pero también hace claro que al llegar ésta algunos son levantados a la vida celestial. En primer lugar está Jesucristo. Acerca de él, el apóstol Pedro dijo: "A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos." De ahí en adelante "fue ensalzado a la diestra de Dios." También se nos dice que "Cristo entró . . . en el cielo mismo, para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor nuestro."—Hech. 2:32, 33; Heb. 9:24.
Además, Jesús les prometió a sus apóstoles un lugar en los cielos con el fin de que "donde yo estoy también estén ustedes." (Juan 14:2, 3) De sus escritos se hace claro que los apóstoles tuvieron esta esperanza. Por eso el apóstol Pablo escribió: "Porque sabemos que si nuestra casa terrestre, esta tienda, fuera disuelta, hemos de tener un edificio procedente de Dios, una casa . . . eterna en los cielos. " (2 Cor. 5:1) Esos cristianos tienen "una esperanza viva . . . una herencia incorruptible . . . en los cielos," donde llegarán a ser "partícipes de la naturaleza divina. "—1 Ped. 1:3, 4; 2 Ped. 1:4.
Entonces, ¿pudiera ser que los incontables millones que han abrigado esperanzas de ir al cielo verán sus esperanzas cumplidas? Las Escrituras hacen muy claro que el número de los que van al cielo es, hablando comparativamente, muy pequeño. Así es que Jesús les dijo: "no teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino." Y en tres lugares del libro de Revelación, el número del Israel espiritual, el número de los que están con el Cordero Jesucristo sobre el monte Sion celestial, se da como solamente 144.000. De éstos, se dice que "serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años."—Luc. 12:32; Rev. 7:4; 14:1, 3; 20:6.
Para que un hombre sea elegible para la esperanza celestial, se requieren ciertos pasos de su parte y otros de parte de Dios. Debe arrepentirse de su pecaminoso derrotero del pasado, debe convertirse volviéndose para seguir tras un derrotero de justicia, debe dedicarse a hacer la voluntad de Dios y bautizarse. Sin embargo, sólo hasta ese punto puede llegar por sí mismo. El resto depende de Dios.—Hech. 3:19; Heb. 11:6; Hech. 4:12; Mat. 28:19, 20.
Entonces, si es la voluntad de Dios, Él individualmente llama a ese hombre y lo escoge por medio de Su Hijo, Jesucristo. (2 Tim. 1:9, 10; 1 Ped. 2:9) A tal hombre Dios también lo declara justo sobre la base de su fe en la sangre de Cristo, y por medio de Su espíritu santo, el hombre es producido como hijo espiritual. (Rom. 5:1, 9; 8:15, 16, 33, 34; Sant. 1:18) Una vez que ha recibido esta esperanza celestial debe mantener su integridad, probándose fiel hasta la muerte. Eso incluye mantenerse separado del mundo, 'aporreando su cuerpo' a fin de controlar al cuerpo y no que éste lo controle a él, y guardarse de los lazos del Diablo. (Sant. 1:27; 1 Cor. 9:27; 1 Ped. 5:8) Al hacer esto, puede esperar recibir, así como lo hizo el apóstol Pablo, la "corona de la justicia. "—2 Tim. 4:8; Rev. 2:10.
El destino terrenal
¿Está el destino de la vida eterna limitado a los que van al cielo, solo a los 144.000? ¡De ninguna manera! ¿No nos dijo Jesús que oráramos para que el reino de Dios viniera y para que su voluntad se hiciera en la Tierra así como se hace en el cielo? (Mat. 6:10) Además, la Biblia nos dice que "la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas están cubriendo el mismísimo mar." (Isa. 11:9) Y aún más, se nos asegura que 'la tienda de Dios estará con la humanidad' y que Él "limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor." (Rev. 21:2-4) Esas palabras deben referirse a esta Tierra, porque nunca hubo muerte en el cielo donde Dios está. Seguramente que éstos y muchos otros pasajes de importancia similar indican que hay personas que serán recompensadas con una excelente existencia terrenal. La esperanza y la perspectiva de millones que han muerto radica en una resurrección de los muertos a la vida aquí mismo en esta Tierra, porque ¿no dijo Jesús que, "viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán"?—Juan 5:28, 29.
El hecho de que otros, aparte de los que tienen por destino el cielo, obtendrán la salvación se hace claro del contexto de uno de los textos que menciona a los 144.000 israelitas espirituales: "Después de estas cosas vi, y, ¡Miren! Una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había palmas en sus manos. Y siguen clamando con voz fuerte, diciendo: 'La salvación se la debemos a nuestro Dios, . . . y al Cordero.'" De paso, el hecho de que esta grande muchedumbre no puede ser contada prueba que el número que se da a los israelitas espirituales es un número literal.—Rev. 7:9, 10.
¿Significa esto que hay dos clases de destino para los que obtienen la salvación por medio de ejercer fe en Jesucristo? (Juan 3:16) Sí, porque no hay duda de que las Escrituras hablan tanto de las bendiciones y recompensas celestiales como de las terrenales. La lógica de este hecho se hace evidente al razonar sobre el tema. Si todos los innumerables millones que con el tiempo obtendrán la salvación fueran al cielo para servir como reyes y sacerdotes, ¿a favor de quiénes servirían como sacerdotes y sobre quiénes gobernarían como reyes? Pero cuando comprendemos que solamente 144.000 servirán en esta capacidad y que ellos bendecirán a los innumerables millones que serán resucitados de la muerte y que vivirán aquí mismo en esta Tierra, todo tiene sentido. Además, cuando consideramos que la gran mayoría de los resucitados de entre los muertos al principio tendrán poco conocimiento de Jehová Dios y de sus justos requisitos, podemos ver cuánto trabajo habrá para los sacerdotes y reyes celestiales a fin de volverlos a poner en armonía con su Creador. La Biblia muestra que se dedicarán mil años para esta tarea, razón por la cual se llama el reinado milenario.—Isa. 11:1-9; 2 Ped. 3:8; Rev. 20:4-6.
Sirviendo como representantes terrestres del reino celestial habrá "príncipes," tal como se predijo proféticamente de Jesucristo: "En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra." (Sal. 45:16) Estos príncipes incluirán a todos los hombres de fe desde Abel en adelante hasta Juan el Bautista. ¿No estará ninguno de éstos en el cielo? No. ¿Cómo lo sabemos? Porque Jesús dijo que hasta ese entonces, 31 E.C., nadie había ascendido al cielo. Y de Juan el Bautista dijo que ningún "hijo de madre" había sido mayor que él, y sin embargo "el menor en el reino de los cielos es mayor que él." La Biblia también dice que aun el rey David, un hombre aprobado por Dios, no ascendió al cielo.—Mat. 11:11; Juan 3:13; Hech. 2:25-35, New English Bible.
¿Por qué es que ninguno de ellos fue al cielo? Porque el camino al cielo tenía que esperar por el sacrificio de Cristo para ser abierto. Además, nadie tenía el derecho a adelantársele, porque él tenía que ser "el primogénito de entre los muertos, para que llegase a ser el que es primero en todas las cosas." Por lo tanto de esto se desprende que solo los que mueren después de la muerte, resurrección y ascensión de Cristo al cielo pueden esperar obtener la vida en los cielos.—Col. 1:18; Heb. 10:20; 2 Tim. 1:10.
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Espero te sirvan estos textos;

¿A cuántos les ofrece la Biblia la esperanza de vida celestial?

Luc. 12:32: “No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.”

Rev. 14:1-3: “Vi, y, ¡miren! el Cordero [Jesucristo] de pie sobre el monte Sión [en el cielo; véase Hebreos 12:22-24], y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escrito en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. [...] Y están cantando como si fuera una canción nueva [...] y nadie pudo aprender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra.”

¿Está el grupo de los 144.000 compuesto solo de judíos naturales?

Rev. 7:4-8: “Oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel: [...] Judá [...] Rubén [...] Gad [...] Aser [...] Neftalí [...] Manasés [...] Simeón [...] Leví [...] Isacar [...] Zabulón [...] José [...] Benjamín.” (Estas no pueden ser tribus del Israel natural, porque nunca hubo una tribu de José, no se incluye a las tribus de Efraín y Dan en esta lista, y a los levitas se les había separado para servicio con relación al templo, pero no se les contaba como una de las 12 tribus. Véase Números 1:4-16.)

Rom. 2:28, 29: “No es judío el que lo es por fuera, ni es la circuncisión la que está afuera en la carne. Mas es judío el que lo es por dentro, y su circuncisión es la del corazón por espíritu, y no por un código escrito.”

Gál. 3:26-29: “Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. [...] No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni macho ni hembra; porque todos ustedes son una persona en unión con Cristo Jesús. Además, si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.”

¿Es el número 144.000 sencillamente una cifra simbólica?

El hecho de que, después de mencionar el número específico de 144.000, Revelación 7:9 hace referencia a una “grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar”, señala la respuesta a esa pregunta. Si la cifra 144.000 no fuera literal, carecería de significado como contraste con la “grande muchedumbre”. El que consideremos que la cifra es literal concuerda con la declaración de Jesús en Mateo 22:14 con relación al Reino de los cielos: “Hay muchos invitados, pero pocos escogidos”.

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No estoy seguro amigo pero si quieres más información al respecto busca a la iglesia cristiana del séptimo día creo que es simbólico o algo así no recuerdo

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