Constantino I el Grande

Pues... para decir verdad la Iglesia no santifico a Constantino ni se le pasó por la cabeza hacerlo.
La iglesia lo máximo que tiene sobre este personaje es el recuerdo histórico al que permitió la tolerancia a los cristianos y la finalización de las persecuciones del imperio.

Hola. Tu respuesta no es del todo satisfactoria. Sólo me has contestado una parte de mi pregunta: me has aclarado que no fue santificado.
Tal como tú hablas escuetamente acerca de Constantino, cualquiera diría que sólo permitió la tolerancia religiosa y dejó de persiguir a los cristianos. La verdad es que hizo muchas más cosas en estrecha colaboración con la Iglesia Católica emergente, y eso que no era para nada un hombre pío... Constantino mandó construir infinidad de templos cristianos con toda clase de lujos. Puso las arcas del Imperio al servicio de la Iglesia Católica. Al principio, en efecto, permitió todos los cultos incluido el cristiano. Pero más tarde terminó prohibiendo a los funcionarios que adorasen a los dioses paganos, lo cual se pasó de la tolerancia relgiosa a la más pura intolerancia e integrismo. Constantino vio el filón que suponía la unión de culto en el Imperio. Así que puso en marcha su plan político-religioso y la Iglesia colaboró de mil amores, al ver que era su oportunidad para entrar en política y acercarse a la teocracia, una de las peores ruinas que hay para la humanidad.
Para lograr la unidad religiosa se debía acabar con las religiones paganas, como la de Mitra, y las sectas cristianas. Contra Mitra fueron contundentes al perseguir a sus fieles y ajusticiarlos implacablemente destruyendo sus templos. Los cristianos (católicos) asistieron a persecuciones religiosas sin mover un dedo, no recordando tiempos pretéritos más luctuosos.
Contra las sectas tampoco faltaron recursos. En esa época estaba muy extendido el arrianismo, gran peligro para la Iglesia Católica. Constantino convocó el Concilio de Nicea y en él se dio el dogma de la consustancialidad de Cristo y Dios. Los obispos díscolos fueron invitados a abandonar el imperio, es decir, fueron desterrados.
Así que parece evidente que la Iglesia fue de la mano de semejante personaje, que no fue en absoluto ajeno a la vida eclesial tal y como se deducen de tus escasas palabras.
Para finalizar vuelvo a repetir la parte no contestada de mi pregunta global sobre Constantino: ¿Acaso no hubiera sido mejor permanecer en la catacumbas que emerger a la luz del día siendo llevado de la mano de Constantino, emperador pagano, con aires de divinidad, asesino, político sin escrúpulos y en sus últimos días bautizado en la fe arriana? Gracias.

No me enojo, señor experto. Pero asisto absorto a que tiene usted la agilidad de una serpiente escurridiza.
Mire, usted, un asesinato es algo vil en el siglo veinte y en el siglo uno después de Cristo. Que la Iglesia se valiera de un pagano sin escrúpulos para salir de las catacumbas es algo condenable entonces y ahora. No hace falta que la humanidad escribiera cartas magnas ni derechos humanos para ver esto. Se supone que la Iglesia sigue la moral establecida por Dios, y que Dios es inmutable, así que no diga que eran otros tiempos porque en cuanto a moral se supone que el cristianismo no ha movido ni una coma... Así que no diga sandeces, porque si bien la historia cambia, Dios no, ni sus preceptos morales. Así que llegamos a la conclusión de que la Iglesia Católica en sus orígenes se desvió de estos preceptos morales para ganar poder y establecerse.
Yo sé que a ustedes los católicos no les gusta que les desenterremos su propia basura. Es penosa su actitud porque simplemente se niega a contestar. Pero la historia está ahí chillando: Constantino, asesino de su mujer e hijo, firmó el edicto de Milán para la libertad religiosa, pero al mismo tiempo persiguió a las demás religiones para elevar al cristianismo a los altares que hoy día goza. Además reunió el concilio de Nicea (¡Un emperador pagano reuniendo un concilio!) Para determinar algo tan importante que el Padre y el Hijo son el mismo. Todos los obispos díscolos fueron desterrados, y los demás se bajaron los pantalones ante los grandes ingresos económicos. Y para dar punto y final a la faena, el emperador pagano que instauró semejante dogma terminó bautizándose en la fe arriana, que postulaba justo todo lo contrario. Ciertamente el cachondeo y la desvergüenza es mayúscula.
El problema no es Constantino, querido experto, sino la tolerancia de la Iglesia Católica respecto a semejante personaje. La Iglesia a lo largo de la historia de la humanidad ha sabido estar antes al lado de los poderosos que de los débiles. Poder e Iglesia siempre han estado unidos.
Su actitud es destestable. Quiero expresarle mi más profundo desprecio. Usted no sabe lo que es la caridad y humildad cristianas ni nunca lo sabrá. Además parece que aquellas palabras que supuestamente pronunció Jesús de "Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios" a usted no le han hecho mella. Ya le dejo porque no quiero que usted pierda más dinero en asuntos tan poco imporantes como éste. Siga contestando preguntas que le sean más de su agrado, querido experto, y los temas que no le interesen pues échelos a un lado y punto. La basura si está tapadita y no se ve no molesta... ¡Lo malo es que huele! Su Iglesia desde sus orígenes apesta a podredumbre. No nos quieran engañar con aires celestiales. Y lo más penoso es que con mis impuestos ustedes los católicos siguen adelante con sus iglesias y curas, y encima determinan de un modo aberrante la vida de nuestro país.
Usted se merece un rotundo cero. Considero además que es un experto bastante mediocre.
Mi más profundo desprecio para usted, porque como yo no soy cristiano puedo decirlo libremente sin que tenga remordimientos de conciencia.