Que bueno es saber que has permitido entrar a Cristo en tu corazón. Y veo como el Espíritu Santo te inquieta para restaurar tu vida.
Sabes yo creo que la opinión que tiene Dios de ti es amor y debe de estar orgulloso de ti ¿por qué? Por que estás luchando para que el pecado, es decir tu concupiscencia ya no gobierne tu vida si no que Cristo.
Sabes la biblia habla de que los homosexuales no entrarán al reino de los cielos(1 de corintios 6:9 -11), pero también habla de que los mentirosos no entrarán, los fornicarios los ladrones, ha que me refiero el mentiroso o el fornicario a la vista de Dios es tan pecador como el homosexual, por lo tanto nadie tiene el derecho a discriminarte. Además hay un pero en el mismo pasaje bíblico que te doy como referencia el apóstol Pablo agrega que mucho estaban en esa condición pero actualmente están lavados es decir ante los ojos de Dios estas sin mancha, no te está viendo como un pecador o como criatura si no como un hijo. Si hoy me dices que hay veces que florece ese sentimiento de gusto por los hombres, te puedo decir que es normal. Me encantaría decir que esto desaparecerá inmediatamente pero te estaría mintiendo al menos que Dios tenga una obra extraordinaria en tu vida que también es posible y debemos acogernos a que el actúa como el quiere osea hay alguno que pueden dejar de tener este sentimiento de inmediato y hay otros que pueden estar luchando toda una vida con esto. Volviendo al tema te puedo decir que la concupiscencia (el pecado que hay en ti) agregado a las trampas del enemigo siempre lucharán para que tu vuelvas a pecar con el único fin de que tu alma no sea salva. Pero Dios es tan grande que si confías en el y depositas toda tu vida a él, el te protegerá y cuidará para que puedas ser santificado.
Amigo mio Dios te bendecirá y trabajará tu vida y como dice su palabra la perfeccionará cada día un poco más.
Si me permites darte un consejo, pídele a Dios que a través del Espíritu Santo ponga en ti el fruto del Espíritu Santo y de esta forma veraz como a través de ellos serás santificado, restaurado y un Hombre conforme al diseño natural de Dios.
Dios te Bendiga y te llene del Espíritu Santo