Es un riesgo bajo, pero por protocolo, se recomienda la realización de la prueba.
Los preservativos raramente se rompen si se conservan y se usan correctamente.
Si ocurre una rotura, se ha de reflexionar en el por qué de la misma, para evitar en lo posible que vuelva a ocurrir.
Cuando los preservativos se rompen suele ser por:
- Usar dos preservativos a la vez (2 masculinos uno sobre otro o masculino y femenino)
- La talla no era la adecuada
- No se dejó el espacio para el semen en el fondo del mismo
- Estaban caducados
- Estuvieron mal conservados (calor, humedad, sol, envase roto…)
- Se abrió el envase con los dientes o las uñas.
- Se usaron lubricantes en base oleosa (cremas, vaselina, aceites…) en lugar de base acuosa (glicerina y los que venden específicamente para ello) que deterioran el látex pueden ser causa de su rotura.
- No era el preservativo indicado para ese tipo de relación.
- Se ha usado en más de una relación.
- La relación ha sido demasiado enérgica para el tipo de preservativo.
- Falta de lubricación
- Mal uso o mala conservación
- Fecha de caducidad vencida
- Utilizar el mismo preservativo en distintas penetraciones.
- La calidad del condón
- El fabricante: Condones de una calidad baja rompen más frecuente que condones que cumplen con los estandartes de la fabricación
- La edad del condón: Condones viejos son más probables de romper que condones nuevos
- El almacenamiento del condón: Un condón guardado durante mucho tiempo en el bolsillo o una portamonedas, o expuesto a sol pierde su calidad.