Al igual que la ropa, la lavadora requiere un cuidado especial para mantenerla en perfectas condiciones. Hay algunas rutinas fáciles y sencillas que contribuyen a ello. Además, un control y mantenimiento regular contribuye a prevenir averías, con lo que ahorrarás tiempo y molestias.
- La descalcificación de la lavadora es especialmente recomendable si resides en una zona donde el agua se caracteriza por su dureza. Para el mantenimiento de la máquina te recomendamos utilizar un descalcificador regularmente. Si lo deseas puedes adquirir uno adecuado aquí.
- No utilices detergentes que contengan disolventes porque la superficie de la lavadora puede resultar dañada.
- Cuida el tambor. Es la zona más delicada puesto que es donde ponemos la ropa y no te olvides de dejar la puerta abierta después de cada ciclo para que se seque la goma.
Tampoco utilices productos de limpieza que contengan cloro y nunca limpies el interior con estropajos de acero.
- Para evitar los olores desagradables te recomendamos realizar ocasionalmente un lavado a 90ºC con un detergente multiusos. Los olores son frecuentes si la lavas habitualmente a temperaturas muy bajas o usas el programa corto. También puedes utilizar un producto de limpieza para lavadoras.
Siguiendo todos estos pasos tendrás una lavadora en óptimas condiciones que cuidará de tu ropa, pero también de tu bolsillo.
Esperamos haberte ayudado.