Puedes probar a variar la demanda de frío de tu aparato hacia la zona menos fría de su rango a través del termostato o botones del mando. Si el termostato está bien, llegará un punto en el que se escuchará un click y se parará. Si tu aparato tiene botones y leds es igual, pídele una temperatura menos fría y tiene que llegar un momento en que se pare.
Si esto no sucede puedes pensar que el aparato tiene el termostato averiado. A éste efecto, se le tendría que sumar el hecho de que en algún momento tendrías que ver hielo en la zona trasera del recinto del frigorífico, y en la zona del congelador la temperatura tendría que sobrepasar la consigna fijada por ti en el termostato.
Si comprobando el termostato decides que parece estar bien, el equipo arranca y para cuando lo manipulas variando la consigna de frio, debemos pensar que es posible que el aparato haya perdido parcialmente la carga de gas. De éste modo está funcionando continuamente y seguramente su compruebas las temperaturas reales con un termómetro, no lleguen a ser las que tienes demandadas a través del termostato.