Tratamiento y prevención
Eventualmente, los síntomas de la cistitis pueden corresponder a otro tipo de problemas del aparato urinario, como inflamación de la uretra (uretritis) o de la próstata (prostatitis), por lo que se recomienda que el paciente nunca se automedique y que acuda al médico, quién realizará las pruebas necesarias para obtener un diagnóstico real.
Por otra parte, cuando hay una recaída es común que los pacientes vuelvan a ingerir el mismo medicamento que se les administró en ocasiones anteriores, sin tomar en cuenta que no siempre es la misma bacteria la que produce la infección. Por ello, un tratamiento incorrecto hará que los gérmenes formen resistencia y que la infección se haga crónica afectando a las vías urinarias altas (pielonefritis).
Es una realidad que los casos leves de cistitis (aguda, o de corta duración) pueden desaparecer espontáneamente, especialmente si la persona ingiere muchos líquidos, porque orinar frecuentemente promueve que se eliminen las bacterias de la vejiga. No obstante, como siempre existe el riesgo de que la infección se extienda hacia los riñones, se recomienda tratamiento con antibacterianos durante el período indicado por el médico (generalmente con duración de entre 7 y 10 días).
Ahora bien, si la infección es repetitiva o de larga duración el especialista recomendará la práctica de un urocultivo con antibiograma, estudio que sirve para analizar el tipo de bacterias que están causando la infección, lo cual es la base para determinar los medicamentos que deben utilizarse para combatirlas. En algunos casos, se puede efectuar un estudio radiológico con material de contraste que se inyecta en una vena y se excreta en la orina (urografía excretora), el cual permite evaluar la estructura de riñones, uréteres y vejiga, y con ello saber si existen conexiones anómalas o reflujos.
Si usted cree tener los síntomas de la enfermedad, puede hacer lo siguiente mientras acude al médico:
Llene dos bolsas de agua caliente, coloque una en la espalda (lo que propicia que se relajen los músculos, disminuyendo la contracción y, por ende, el dolor) y otra en la zona del bajo vientre. Algunos médicos recomiendan meterse a una tina con agua caliente.
Ingiera abundantes cantidades de vitamina C y cítricos.
Adminístrese un analgésico de venta libre cada 8 horas.
Beba tanta agua como pueda y un café cargado cada hora (hace que la orina tenga mayor acidez y que disminuya la presencia de bacterias).
Al momento de dormir coloque sus pies en alto para evitar las molestias que se presentan en el vientre.
Lave y seque perfectamente la zona genital cada vez que orine.
La cistitis es una enfermedad muy molesta, que puede prevenirse si se siguen algunas sencillas recomendaciones:
Beba entre 2 y 3 litros de agua diariamente.
Las mujeres que sufren cistitis frecuentemente deben beber un vaso de agua antes del acto sexual y orinar al finalizar; esto ayuda a evacuar cualquier bacteria alojada en la uretra.
No permanezca mucho tiempo con un traje de baño mojado.
Se deben evitar desodorante vaginales y baños de burbujas, técnicas de limpieza que estimulan el incremento de los perjudiciales microorganismos.
Si utiliza diafragma para evitar el embarazo, quizá sea recomendable cambiar a otro método anticonceptivo.
Después de defecar, se aconseja limpiarse de adelante hacia atrás para no contaminar la entrada de la uretra con restos fecales.
No permanezca mucho tiempo sentado, pues ello provoca que las bacterias se trasladen de la uretra hacia la vejiga.
No retrase el momento de orinar, ya que esta situación favorece la proliferación de bacterias.
Procure evitar situaciones de tensión y estrés, pues estos padecimientos provocan que disminuyan las defensas del organismo y se adquieran más bacterias.
Como se puede observar, la aparición de esta enfermedad está íntimamente relacionada con la anatomía femenina, pero puede evitarse si se siguen con disciplina las recomendaciones antes descritas, aunque usted no sea recién casada.
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