Para los padres siempre es difícil asumir que sus hijos/as tienen relaciones sexuales; para ellos es como admitir que sus bebés se hicieron mayores. Probablemente tu madre sienta una gran preocupación por ti, porque te quiere, y no desea que cometas errores que puedan perjudicarte en tu vida. Eres muy joven, un embarazo (por ejemplo) puede obstaculizar tus planes, frenar tus estudios y quitarte libertad. Tal vez tenga miedo de que esto pueda ocurrir; seguramente por eso ha decido inspeccionar tu teléfono.
Tu madre posiblemente se sienta enfadada pero eso no quiere decir que no te quiera. Cuando estamos enfadas las personas podemos llegar a decir cosas que en realidad no sentimos. A veces la rabia o el miedo nos impiden ser justos con otras personas o expresar lo que realmente deseamos decir. Dale tiempo para que se le pase...
La comunicación con los padres puede ser muy difícil, sobretodo en la adolescencia... pero te animo a que intentes hablar con tu madre. Dile cómo te sientes, cuéntale lo que te pasa por la cabeza, pídele consejo (que sienta y vea que la necesitas y que te puede ayudar). La confianza es fundamental y podéis trabajar en ella juntas.
Si las cosas no mejoran, siempre puedes pedir ayuda a otros familiares o amigos, incluso buscar ayuda profesional (psicólogos, médicos...). Pero no estás sola y esto es importante que lo sepas.
¡Si tienes ideas suicidas es extremadamente importante que pidas ayuda! De todo se puede salir, aunque desde el sufrimiento no lo parezca, siempre se sale.
Por otra parte, no te sientas culpable por mantener relaciones. Es normal que a tu edad empieces a explorar y a sentir cosas nuevas con respecto al sexo. Pero debes estar bien informada sobre el sexo seguro y practicarlo (siempre usar condón). Tu madre te dice que ahora todo habrá cambiado, porque ella puede sentir que ha perdido a su niña, que estás creciendo y haciéndote adulta.
Mantén la calma, deja que las cosas se asienten y las personas se relajen.