I. Hola amigo. Me parecieron muy buenos los comentarios de este artículo.
¿Se conocen las causas de la tartamudez?
Estudios recientes sugieren que la tartamudez se debe a la combinación de varios factores. Uno de ellos tal vez sea la respuesta de la persona al estrés. Otro pudiera ser la herencia genética, pues alrededor del 60% de los afectados tienen parientes con el mismo problema. Además, las investigaciones con imágenes neuronales indican que el cerebro de un tartamudo procesa el lenguaje de manera distinta al resto de las personas. Algunos “quizás empiecen a hablar antes de que el cerebro les dicte cómo articular las palabras”, opina el doctor Nathan Lavid en su libro Understanding Stuttering (¿Qué es la tartamudez?).
Por consiguiente, la causa principal tal vez no sea necesariamente psicológica, como en un tiempo se creyó. “En otras palabras, no es cuestión de convencerse de que uno puede dejar de tartamudear sin más”, afirma el libro No Miracle Cures (No existen curas milagrosas). No obstante, la tartamudez sí puede provocar trastornos psicológicos en quienes la padecen. Por ejemplo, quizás sientan miedo ante ciertas situaciones, como hablar en público o por teléfono.
Es posible mejorar
Curiosamente, por lo general quienes tartamudean son capaces de cantar, susurrar, hablar consigo mismos o con sus mascotas, hablar a coro o representar personajes con una fluidez total o casi total. Además, el 80% de los niños afectados se curan solos. Pero ¿y el otro 20%?
Hoy día existen programas terapéuticos que ayudan a mejorar la fluidez. Algunas técnicas de logopedia entrañan relajar la mandíbula, los labios y la lengua, así como respirar con el diafragma. Los pacientes también pueden aprender a realizar “iniciaciones suaves”, que consisten en aspirar brevemente con el diafragma y liberar un poco de aire justo antes de empezar a hablar. Además, se puede tratar de prolongar las vocales y ciertas consonantes. La velocidad del habla va aumentando a medida que mejora la fluidez.
Aprender esas técnicas toma unas pocas horas, pero saber usarlas en situaciones de tensión puede exigir miles de horas de práctica.
Ser realista ayuda mucho
Según el logopeda Robert Quesal, quien también sufre tartamudez, la fluidez perfecta en toda circunstancia no es una meta realista para la mayoría de quienes sufren este trastorno. Una persona que no ha podido vencerlo por completo, pero que su fluidez ha mejorado. Dice: “Mi problema se nota más cuando tengo que leer o hablar en público o si converso con alguien que no conozco bien. Antes me cohibía, pues la gente se burlaba de mí. Pero últimamente trato de aceptarme como soy y no me tomo demasiado en serio. Así que ahora tal vez me ría cuando me atasco, pero enseguida trato de relajarme y seguir hablando”.
Esos comentarios reflejan el punto de vista de la Fundación Americana de la Tartamudez, la cual afirma que “superar la tartamudez es más una cuestión de perder el miedo a tartamudear que de esforzarse por no hacerlo”.
Hay muchos que no han permitido que este problema les amargue la vida. Algunos hasta se hicieron famosos, como el físico Sir Isaac Newton, el estadista británico Winston Churchill y el actor estadounidense James Stewart. Otros han desarrollado habilidades no verbales, como tocar un instrumento, pintar o aprender lenguaje de señas. Quienes hablamos sin dificultad debemos valorar el gran esfuerzo que hacen las personas que tartamudean. En efecto, se merecen todo el estímulo y apoyo que podamos darles.
Tienes mi respeto y aprecio. Feliz día y espero saber de ti.