I. Hola amiga, puede ser que tengas la autoestima baja. El sentimiento de dignidad personal y autoestima es esencial para la felicidad. Debido a la imperfección humana y a las flaquezas que esta provoca, hay quienes tienen una opinión negativa de sí mismos, en muchos casos desde la niñez. Tal vez resulte difícil superar sentimientos muy arraigados, pero se puede conseguir.
Hay algunas cosas que puedes hacer. Reconoce tus cualidades positivas: Puede que tu figura o tu físico no sean perfectos, pero posiblemente has cultivado las cualidades como “amor, paciencia, bondad. Estas cualidades son muchísimo más valiosas que cualquier atributo físico, y pueden ayudarte a ganar la aprobación de aquellas personas que te conocen y valoran.
Evita comparaciones que no sean equitativas: Como dijo en cierta ocasión Eleanor Roosevelt, esposa del trigésimo segundo presidente de Estados Unidos: “Nadie puede hacerte sentir inferior si tú no lo consientes”. La Biblia en Gálatas 6:4 nos da un buen consejo al respecto: “Que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona”.
¿Acaso el hecho de que alguien sea más guapa, tenga mejor ropa o sea más inteligente le hace mejor persona que tú? Lo cierto es que las apariencias externas no cuentan mucho.
Interésate por otros: El doctor Allan Fromme comentó que “los que tienen un buen concepto de sí mismos disfrutan de cierta paz, porque se centran en otros [...]. Los que se tienen en poco son prisioneros del propio yo. Están encerrados en sí mismos, pendientes siempre de su persona”. Huye de esa situación por medio de no estar “vigilando con interés personal solo [tus] propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás”. (Filipenses 2:4.) Cuanto más te intereses por otros, menos te preocuparás por tus propios sentimientos de inseguridad.
Tómate las críticas con calma: “No des tu corazón a todas las palabras que hable la gente”, sobre todo cuando lo único que hacen es rebajarte. (Eclesiastés 7:21.) Por otro lado, si la crítica es merecida, busca maneras de aplicarla. Quizás te quedes corta en algún campo, pero eso no significa en absoluto que seas un fracaso como persona.
Fíjate metas realistas: No necesitas ser la chica más bella de la tierra para disfrutar de la popularidad entre todos los chicos. No obstante, eso no significa que tengas que fijarte metas demasiado bajas por temor al fracaso, pues eso puede servir de aprendizaje. Al fin y al cabo, se aprende a caminar por medio de superar la tendencia a caer.
No temas ser diferente: Los jóvenes que permiten que sus compañeros o las personas que los rodean controlen su modo de hablar, vestir y arreglarse no son más que esclavos. Si se burlan de ti por hacer lo que está bien, te servirá de consuelo saber que tu valentía regocija el corazón de tu familia y de quienes de verdad te aman..
Aunque seguro que estas sugerencias te ayudarán, no esperes desarrollar seguridad en ti misma de la noche a la mañana. Ten paciencia, espera reveses y trata de no ceder a la autocompasión. Al debido tiempo te sentirás más segura que nunca.