Esto: Quitas todo tipo de pintura en el área afectada. Haces perforaciones hasta dos tercios del grueso de la puerta. Humedeces la madera por el lado contrario a las perforaciones. Introduces tarugos en todas las perforaciones y los vas introduciendo alternadamente hasta enderezar la curvatura de la puerta. Dejas secar la puerta y la mides en el marco para ver el ajuste corrigiendo lo que haya que corregir. Sacas uno a uno los tarugos, untas pegante blanco para madera y los vuelves a introducir hasta la medida que ya tienen. Recortas y pules los tarugos finalizando con la pintada de la puerta. Si los tarugos que consigues es de la misma madera que la puerta excelente.