Hola Maria Mora
Según un comunicado de la Clínica DAM Madrid, el estrés, la ovulación, el embarazo o la excitación sexual pueden aumentar la cantidad de flujo vaginal normal.
Asimismo, el flujo vaginal anormal se caracteriza por colores diferentes, como café o verde y por olores fuertes que generalmente vienen acompañados de comezón e irritación. Existen diversas causas que pueden producir este tipo de flujo:
- Vaginitis atrófica: se observa en mujeres que han pasado por la menopausia y tienen niveles bajos de estrógenos.
- Vaginosis bacteriana: las bacterias que viven el vagina se pueden multiplicar causando un flujo grisáceo que empeora con las relaciones sexuales.
- ETS's, como la clamidia, la gonorrea y tricomoniasis.
- Infecciones causadas por un hongo, como la candidiasis.
- La presencia de un tampón o un cuerpo extraño.
- Los suavizantes, aerosoles femeninos, cremas o las espumas anticonceptivas que presentan químicos que pueden causar irritación en la vagina o en la piel alrededor de ésta.
Por otro lado, las causas menos comunes son: las afecciones cutáneas, como vaginitis descamativa y líquen plano.
Se recomienda una consulta con el ginecólogo para una adecuada valoración, pero mientras se pueden realizar diferentes acciones encaminadas a disminuir las molestias:
- Realizar la limpieza de la vulva solo con agua, evitando la ducha vaginal, ya que se eliminan las bacterias sanas que recubren la vagina y que protegen de una infección.
- No usar ropa ajustada y solo de algodón.
- No utilizar salvaslips cuando no sea necesario. Además, se debe evitar el uso de tampones.
- Es muy importante mantener la zona seca. Se recomienda usar paños suaves y secar sin frotar para evitar la irritación.
- Evitar los aerosoles, fragancias o polvos de higiene femenina en la zona genital.
Los expertos (los profesionales) recomiendan contactar con el ginecólogo con carácter de urgencia si se presenta alguno de los siguientes síntomas:
- Si con el flujo vaginal presenta dolor abdominal, pélvico o fiebre.
- Cuando su pareja sexual presenta gonorrea, clamidia o alguna afección de transmisión sexual.
- Si tiene mucha sed o apetito, misteriosa pérdida de peso, aumento de la frecuencia urinaria o fatiga.
- Si el flujo está relacionado con algún medicamento.
- Los síntomas duran más de una semana o empeoran tras los cuidados caseros.
- Tiene ampollas u otras lesiones en la vagina o vulva.
- Tener una sensación de ardor al orinar.