I. Hola joven, antes de saber eso te recomiendo hablar con tus padres. Deben consultar con un especialista de la salud, es decir, un psicólogo, quien podrá determinar el tipo de depresión, si es que estás padeciendo alguna, y luego te podrán decir todo lo que concierne a ella. Por el momento te recomiendo que puedas determinar, por lo que ya estás experimentando, el posible tipo de depresión que te interesa saber.
No todos los tipos se atienden de igual manera ni presentan los mismos episodios. Analiza los siguientes:
Tipos de depresión
Para que un tratamiento médico sea eficaz, se ha de tener presente el tipo de depresión.
La depresión mayor, o grave, tiene síntomas agudos que pueden durar seis meses o más si no se tratan e interferir en casi todos los aspectos de la vida del paciente.
El trastorno bipolar se conoce también como depresión maníaca. Quienes lo padecen experimentan emociones extremas que oscilan entre períodos prolongados de intensa hiperactividad (manía) y abrumadores bajones (depresión) (véase el artículo “Vivir con un trastorno del ánimo”, en el número del 8 de enero de 2004 de esta revista).
La distimia es un tipo de depresión más leve; con todo, sus síntomas interfieren en la vida normal del paciente. Hay quienes también experimentan períodos intermitentes de depresión grave.
La depresión posparto es un estado emocional debilitante que afecta a muchas madres después de dar a luz (véase el artículo “¿Qué es la depresión posparto?”, en el número del 8 de junio de 2003 de esta revista).
El trastorno afectivo estacional se presenta como resultado de la falta de luz solar durante el otoño y el invierno. Suele desaparecer en la primavera y el verano.
Mientras me dejas saber algo más de lo que sucedió después de leer lo anterior, quiero recomendarte lo siguiente:
La mayoría de la gente desea tener cierto grado de felicidad y piensan que es muy difícil lograrla, sin embargo, para lograrla es importante meditar en el consejo de Jesús cuando señaló cuál es la clave de la verdadera felicidad, dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Solo seremos verdaderamente felices si damos los pasos para satisfacer nuestra mayor necesidad: la sed de saber la verdad sobre Dios y sobre su propósito para nosotros. Esa verdad se encuentra en la Biblia, y conocerla nos ayuda a determinar lo que es realmente importante y lo que no. Cuando dejamos que la Biblia guíe nuestras decisiones y nuestros actos, la vida cobra más sentido. Fíjate como en otra ocasión afirmó Jesús: Pero él dijo: “No; más bien: ¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!”. (Lucas 11:28).
¿Cómo se logra esa atención a la salud espiritual? Pues te animo a leer de 5 a 10 minutos diarios de la Biblia, puedes empezar por el libro de Salmos o Proverbios. Son de mis favoritos. Espero saber de ti de nuevo y muchas gracias por tu aprecio y valoración.