¿Cómo afecta la subida de aranceles a las importaciones provenientes de China?
Nike, Adidas y otras 171 compañías del calzado estadounidense han dejado atrás sus diferencias para enfrentarse a un problema que afecta a gran parte de su sector: la subida de aranceles desde el 10% al 25% a productos procedentes de China valorados en 200.000 millones de dólares que Donald Trump estableció el pasado 10 de mayo. El calzado fabricado en China fue uno de esos productos que sufrieron el aumento los aranceles, y como consecuencia, los gigantes del sector han enviado una misiva al presidente estadounidense pidiendo que dé marcha atrás.
"Como las principales compañías americanas de calzado, con cientos de miles empleados por todo Estados Unidos, te escribimos para pedirte que elimines el calzado de la lista de productos publicada por la autoridad comercial estadounidense el 13 de mayo". La subida de aranceles hasta el 25% en el calzado será una catástrofe para los consumidores, las empresas y para el conjunto de la economía americana", señalan los fabricantes en su carta.
Las 173 empresas prosiguen su alegato afirmando que en realidad son sus compradores los que terminan pagando los aranceles: "Como una industria que paga 3.000 millones de dólares en aranceles cada año, podemos asegurarte que cualquier aumento del coste de importar el calzado tiene un impacto directo en el consumidor estadounidense". La asociación de vendedores y distribuidores de calzado de América cifra en 7.000 millones de dólares al año el coste extra para los consumidores.
Según asegura Nike en su informe anual de 2018, virtualmente, todo el calzado de Nike se fabrica fuera de los Estados Unidos por proveedores independientes que a menudo operan múltiples fábricas. El año pasado, un 47% del total del calzado Nike se fabricó en Vietnam, un 26% en China y el 21% en Indonesia. Desde que Trump lanzara su primera amenaza de aranceles el pasado 5 de mayo, la empresa se ha dejado un 3,55% en Bolsa.
En el caso de Adidas, en el año 2018 un 18% de su calzado se fabricó en China, mientras que el 28% tiene origen en Indonesia y el 42% en Vietnam. La marca de calzado solo produjo un 3% del total en Europa y en América. Desde la primera advertencia del presidente estadounidense, Adidas se ha revalorizado un 2,6%.
Por el momento, Donald Trump no ha respondido públicamente a la carta enviada por las compañías ni se ha pronunciado al respecto, pero un tuit del pasado 14 de mayo puede adelantar en qué dirección iría de producirse.
"China nos compra mucho menos de lo que les compramos nosotros, por casi 500.000 millones de dólares, por lo que estamos en una posición fantástica. Fabrica tu producto en Estados Unidos y no habrá ningún arancel. También puedes importar desde un país que no tenga aranceles en vez de desde China", aseveró en su tuit el presidente estadounidense.
Sobre la posibilidad de mover su producción a otros países también hablan las empresas en su carta. Los fabricantes estadounidenses de calzado detallan que a pesar de que su industria ha estado abandonando China en los últimos años, "se requieren años de planificación para tomar decisiones de deslocalización y las empresas no pueden simplemente mover las fábricas para ajustarse a estos cambios".