Fabricar una estufa de alcohol

Con el precio de electricidad y gas, unido a mi éxito fabricando hornillos de alcohol para cocinar, me he planteado esta nueva aventura. Pero antes de darme un tortazo que tenga que lamentar duramente, dado que estoy muy lejos de ser el "Pachi" de Bricomanía, elevo mi idea a vuestro sabio criterio por si os apetece darle dos vueltas y ayudarme.

Materiales:

  • Un cajón de madera, suficientemente grueso como para no arder, sin llama, ante la presencia de mucho calor
  • Una caja de aluminio, con tapa, que pueda contener un líquido y se le pueda hacer en la tapa una serie de orificios
  • Una rejilla metálica fina, bastante tupida, que se caliente mucho y rápido por medio de fuego
  • Dos ventiladores de los usados en los ordenadores
  • Una célula peltier de buena potencia
  • Un disipador para la célula peltier y pasta térmica
  • Herrajes para el montaje

Desarrollo:

El cajón se usará en vertical

En su parte inferior irá colocado el depósito de alcohol. El recipiente metálico al que se le hará una fila de agujeros por los que saldrá una línea de llamas.

Por encima del depósito, apenas a un centímetro de distancia, y clavada al marco exterior del cajón, o a un par de centímetros del borde, estará la rejilla. Doblada en dos partes iguales, separadas medio centímetro, para que las llamas transiten por en medio y calienten ambos lados. La altura de la llama no debe sobrepasar el tercio inferior de la rejilla, para no quemar el techo del cajón. La idea es poner la rejilla al rojo vivo.

En la trasera del cajón, en el tercio superior y atravesando la madera, se colocan los dos ventiladores de manera que puedan tomar aire exterior y lanzarlo contra la rejilla incandescente para desplazar el calor hacia adelante.

En el techo del cajón se coloca la célula peltier, atravesando la madera como los ventiladores. La idea es que el calor suba hasta ella y, por la diferencia de temperatura en sus caras, genere suficiente electricidad como para mover los ventiladores. Sobre la cara exterior de la célula peltier, a la que se le dará pasta térmica, se colocará el disipador que facilitará enfriar esa cara.

Funcionamiento:

La idea consiste en crear un foco de calor puntual y, posteriormente, ventilarlo para desplazar ese aire caliente.

Se prende el alcohol, estas llamas calientan la rejilla y la llevan al rojo vivo, se genera mucho calor dentro del cajón, ese calor calienta la célula peltier que, por el contraste de temperaturas en sus caras, genera la electricidad que mueve los ventiladores, y estos sacan el calor hacia el exterior.

Apagar el sistema es tan fácil como tapar las salidas de llama con una placa metálica.

Mil gracias por vuestro tiempo, aguardo vuestras críticas, comentarios, avisos, consejos...

Añade tu respuesta

Haz clic para o