Pintura ESCUELA ESPAÑOLA segunda mitad S. XIX. Retrato de caballero con esmoquin, pincel, que posa ante una cabeza de yeso. El caballero viste esmoquin, pajarita estrecha, camisa tableada con cuello sin tirilla, chaleco blanco de cinco botones con reloj de oro de bolsillo, vestimenta propia de la segunda mitad del siglo XIX. El caballero posa ante una mesa donde se encuentra una cabeza de yeso, típicas de las Academias de Bellas Artes y en la mano izquierda sujeta lo que parece un pincel. Óleo sobre lienzo, posee bastidor con ensamble de tipo español, con travesaño central y cuñas. 140 x 90 cm (al parecer, sin tener en cuenta el marco). Firmado (por catalogar). Presenta etiqueta manuscrita adherida al lienzo y otra en el bastidor con numeración, pero rota (posiblemente de un inventario testamentario). Procedencia: legado familiar del propietario actual. El estado de conservación es regular. La superficie se encuentra irregular, no plana, con numerosos picotazos, abolladuras, cortes y algún desprendimiento de capa (señales de mal almacenamiento), necesita restauración, presenta parches de cinta adhesiva para subsanar los cortes del lienzo.
A pesar de que la etiqueta parece identificar al caballero como Vicente Marzo (1763 - 1826), tenemos dudas. Las facciones no se parecen al retrato de Vicente Marzo, pintado por Miguel Parra c. 1820 (séis años anteriores a su muerte), la nariz del caballero es corta, el espacio del bigote es mayor, la distribución de los ojos no coinciden, el caballero tiene una frente prominente con mucho menos pelo. El caballero aparece zurdo, mientras que Vicente aparece con un compás en la diestra. Vicente Marzo murió en 1826 y el caballero viste con esmoquin que surgió a partir de la segunda mitad del XIX.
Valor estimado: 300 - 500 euros
Nota: la valoración de los cuadros de retratos de caballeros del XIX es baja. En el mercado existen cuadros similares en el mismo estado de conservación que cotizan bajo, suben de valor los que se encuentra en muy buen estado de conservación. Son más apreciados los cuadros de hombres de tipo popular (ancianos, pescadores, agricultores rudos, tipos populares...) y menos los caballeros con altos cargos (alcaldes, académicos, sacerdotes, artistas...). Aunque se restaure la obra, no subirá mucho el precio, costando muchísimo más la restauración que el valor de venta del cuadro.