Se da cuando se hace uso del principio de fijar el color, aplicado sobre el enlucido, mientras que está todavía húmedo. Al secarse el yeso, el pigmento queda permanentemente mezclado con él. Preferibles los pigmentos de origen minera, blanco de S. Juan y la cal muerta; ocres naturales y tostados; tierras; lapislázuli; sombra de hueso natural y tostada; negro de marfil o de hueso o de carbón de vid. Los colores al secarse bajan de tono. Los pinceles solían ser de cerdas suaves para no raspar el enlucido y manchar los colores. El muro puede ser de piedra o de ladrillo, pero no mixto. Revoque: una parte de cal grasa disuelta y dos o tres partes de arena de río. El enlucido se compone de arena fina, polvos de mármol y de cal a partes casi iguales y se aplica sobre el revoque previamente humedecido. También puedo hablarte sobre las capas del fresco y la forma de restaurarlo, si necesitas también esa información, no dudes en pedírmela.