Efectivamente lo que comentas es una triste realidad y el recorte de kilómetros es conocido en el argot automovilístico como " afeitado " de kilómetros.
La intención de estos aparatos ( de mayor o menor complejidad ) es un principio adaptar el número de kilómetros cuando se ha de realizar una intervención en el cuadro de instrumentos, tal como una sustitución del mismo y donde conviene volver a " casar " los kilómetros recorridos al nuevo cuadro.
Esto, sin embargo, ha sido utilizado de manera fraudulenta para rebajar kilómetros y engañar a posibles compradores.
El problema se encuentra en que es muy dificultoso, por no decir imposible, el poder establecer de manera directa y rápida si ha habido manipulación.
Los talleres suelen indicar que no pueden saber el número real de kilómetros . Si el vehículo ha pasado por taller oficial, en el sistema informático del propio taller se suelen grabar los kilómetros con lo que se pudiera utilizar para contrastar la información . Lo ideal es que el propio vendedor pueda aportar dichos informes para que el comprador los pueda visualizar.
Una vez vendido, estos archivos pertenecen al taller vinculado al anterior cliente, por lo que sin su consentimiento se bloquea el poder acceder a ellos.
Si el vehículo ha acudido a taller independiente, olvídate no hay registro.
El libro de mantenimiento también puede servir de ayuda al quedar registrados los kilómetros y el sello del taller que realizó la misma intervención . En algún caso, minoritarios, se han manipulado los libros a la par que se ha realizado el " afeitado ".
Las inspecciones ITV dan un nivel de seguridad extra pues quedan registrados los kilómetros en el paso de las mismas y nos pueden servir como mínimo de referencia.
Una consulta a la prefectura de tráfico del historial del vehículo puede servirte para conocer el número de propietarios anteriores que ha tenido el vehículo y hacerte plantear, si por ejemplo han pasado cuatro propietarios, que el número de kilómetros sea muy bajo.
El tema de los importados del extranjero es mucho más sensible, pues se pierden en gran medida los puntos de control que el comprador tiene comentados anteriormente, con lo que el riesgo se acentúa en los casos de vehículos en los que se haya podido manipular el kilometraje.
Actualmente el control de la documentación anterior junto con ciertas pruebas en un taller tal como la de emisión contaminantes y compresión motor, por ejemplo, que puede dar una idea del estado del mismo y por lo tanto de su uso ; son las herramientas con las que un comprador puede intentar desenmascarar un posible fraude.
A nivel tecnológico existen técnicas tales como las de consultar las memorias de almacenamiento permanente de las centralitas motor donde se encuentren las incidencias registradas por la misma. Se trata de contrastar la información contenida con ésta y con la de la electrónica del cuadro a la búsqueda de resultados dispares que evidenciarían un " afeitado ".
El estudio no es del todo ágil por lo que se necesita tiempo y recursos de " investigación ", sin entrar en detalles técnicos, que habitualmente no se suelen realizar a nivel de taller.
Recibe como siempre un muy cordial saludo de Marcos.