Como alternativa a los sistemas de calefacción por gas son los modelos eléctricos. En la actualidad, han aparecido una serie de aparatos eléctricos que nada tienen que envidiar a las calderas de gas, por ejemplo. Acumuladores de calor y bombas de calor, así como la modernización de otros sistemas, como radiadores eléctricos, calentadores e infrarrojos, se presentan como alternativas a sistemas de calefacción de más compleja instalación: chimeneas, recuperadores de calor, radiadores de agua caliente y suelos radiantes. Estos sistemas son: Acumuladores de calor Los acumuladores de calor consisten en un sistema cuya instalación es bastante sencilla, rápida y que no necesita obras. Una vez realizada dicha instalación, los acumuladores de calor no necesitarán mantenimiento ni revisiones en el futuro. Esto supone que se eliminarán los riesgos de costes no esperados para el usuario. La calefacción por acumulación basa su funcionamiento en un proceso de retención del calor durante un periodo de tiempo, generalmente la noche. Este calor es luego aprovechado a lo largo del día. El sistema conlleva una reducción importante de coste económico. Usualmente, estos acumuladores suelen ubicarse en las habitaciones que son más utilizadas y habitadas por las familias a lo largo del día. Por ello, su instalación es aconsejable que se realice en viviendas en las cuales la presencia sea constante. De otro modo, es más recomendable la instalación de otros sistemas de calor que puedan desempeñar la misma función en determinados momentos del día, como las bombas de calor o radiadores. Estos sistemas no sólo resultarían más útiles, sino, además, más económicos. Al hablar de los acumuladores de calor es inevitable referirse a la Tarifa Nocturna. Esta tarifa se traduce en una utilización de la energía eléctrica, a determinadas horas de la noche, con una reducción del coste cercano al 50% de lo que sería habitual si esta electricidad fuese requerida durante otras horas del día. Las bombas de calor Las bombas de calor son un reciente sistema de calefacción, con aspecto y funcionamiento similar al de los equipos de aire acondicionado, aunque el proceso de generación del aire caliente es inverso al de éstos. Al igual que el sistema de suelo radiante, la bomba de calor evita la estratificación del aire en las zonas superiores de las estancias. De este modo, el aire caliente se deposita a ras del suelo y permite un calentamiento constante y uniforme. Dependiendo de las distintas velocidades a las que pueda funcionar el ventilador, el rendimiento de la bomba de calor será mayor o menor. Este aspecto también influye en la sonoridad más o menos elevada que genere, así como en la duración futura de la bomba. A mayor número de velocidades del serpentín del ventilador, mayor rendimiento y, por lo tanto, menor ruido y desgaste. Además de estas características, las bombas de calor tienen la ventaja de que el gasto de energía eléctrica requerida para su funcionamiento es bastante reducido, al igual que el grado de contaminación ambiental que genera. Distribución: Generador de aire caliente en cada habitación que se desee calefactor O bien: Generador de aire caliente situado en el exterior o en galería y conectado a un conducto de sección adecuada que por lo general discurre por encima de falso techo y del que derivan otros conductos más pequeños hacia cada habitación, terminando en una rejilla en la pared. Prácticamente igual que el aire acondicionado. Espero haberte informado, un saludo. Epon