Experimentalmente se demuestra que una corriente rectilínea origina a su alrededor un campo magnético y una espira por la que circula una corriente actúa como un simple dipolo magnético creando unas lineas de campo magnético (o inducción) cerradas que atraviesan la espira hacia el mismo sentido. Pues bien, un imán está formado como bien saben la mayoría de las personas por átomos, y estos están formados por un núcleo y los electrones que giran alrededor del núcleo, pues bien, cada órbita electrónica es como una pequeña espira por la que circula corriente, estando todas las órbitas de los electrones orientadas hacia el mismo sentido de manera que los campos magnéticos que se forman no se anulan unos a otros sino que se suman dando lugar a un dipolo grande que es el imán. Los demás materiales tienen las órbitas en distintas direcciones y los miniimanes o dipolos magnéticos que las forman dan lugares a campos que se anulan entre sí y por ello no tienen la característica tan peculiar de esos otros materiales denominados IMANES