Si la fuente está diseñada para 2 A, a partir de esta tensión, la fuente puede empezar a sobrecargarse.
La protección que introduce el otro transistor (Q2) es contra cortocircuitos, que no contra sobrecarga, pues un limitador de sobrecarga empezaría a funcionar a partir de los 2A.
Un cortocircuito es un término bastante ambiguo, pues depende de las corrientes normales, ya que teóricamente es una resistencia de carga cero, que nunca se da.
He elegido 3A arbitrariamente, pero hay que tener en cuenta que si se cortocircuita la fuente con una resistencia baja, la corriente que circulará por ella y por el transistor Q1, será simultánea a la tensión total de entrada sobre dicho transistor, que lo puede recalentar muy por encima su temperatura de funcionamiento normal.
Si el cortocircuito es momentáneo, el calor desarrollado sobre Q1, no es de tener en cuenta pero si dura más, todo puede salir ardiendo (o casi). Un valor del 50% de corriente por encima de la normal máxima me ha parecido adecuada, pues si eligiera 4 o 5, el excesivo calentamiento sería mayor y aparecer a partir de menos tiempo, aunque permaneciendo adecuado si fuera instantáneo.
El integrado está protegido frente a sobrecargas, pues si se excede su temperatura máxima de trabajo, se para automáticamente, entregando cero corriente, para volver a funcionar cuando se enfría, pero el transistor añadido no.