Adaptación antena VHF

Los receptores y transmisores de radio están diseñados para ofrecer unas determinadas impedancias de entrada y salida, por ejemplo de 50 ohmios. Para obtener la máxima transferencia de potencia, se requiere una impedancia de fuente conjugada de la impedancia de entrada del receptor y una impedancia de carga conjugada de la impedancia de salida del transmisor. Es decir, el conjunto formado por la línea y la antena debe tener una impedancia conjugada de las impedancias de tu equipamiento, por ejemplo 50 ohmios igualmente.
Sin embargo la impedancia de la antena no es constante, sino que dependiendo de la frecuencia y del entorno adquiere valores distintos de los requeridos, con sus correspondientes partes resistivas y reactivas.
Para realizar la adaptación de la antena es necesario transformar la impedancia ofrecida por ella al equipamiento, antes o después de la línea, a una impedancia lo más parecida posible a la requerida, generalmente de 50 ohmios. Ésto se puede realizar mediante la utilización de una red de adaptación de impedancias así como mediante la elección de una correcta ubicación para la antena.
En algunos casos, la realización de una red de adaptación de impedancias puede ser una tarea sencilla, por ejemplo si solamente utilizas una capacidad del valor adecuado para anular una reactancia inductiva a una determinada frecuencia. En otros casos la tarea se complica un poco más, por ejemplo si necesitas conocer los valores que toma la impedancia en una determinada banda de trabajo para calcular una red de adaptación en base a ellos.
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