¿Gata con tumor o segunda opinión?

Hace poco fui a visitar a mi gatita y me dieron la malísima noticia: el veterinario le ha diagnosticado un tumor maligno en el hocico.
La gata tiene sólo 6 añitos, y ya desde pequeñita tenía un lado del hocico más hinchado que el otro, pero nada extraordinario, una marca de identidad. Hace cosa de un año, se le empezó a hinchar dificultándole comer y salivar. Se le ha formado un bulto grande y ahora no para de supurar (no sé lo que será ya que se le mezcla con la saliva que no puede tragar, pero es un liquido algo espeso y amarillo) Mi madre le llevó a un veterinario quien le puso un tratamiento de corticoides, para ver como reaccionaba el bulto. A la vista de que no había disminuido, le dijo a mi madre que era un tumor maligno y que se preparara para lo peor. Siempre ha sido una gata canija (tenemos otra de un año que ya la supera) pero ahora está muy delgada a pesar de que come más que nunca. Eso es lo que me extraña que come mucho, está bastante vital e incluso más cariñosa de lo normal. Además he leído que si supura se descarta el tumor... ¿Qué me recomendáis? ¿Es definitivamente un tumor o debería consultarlo con otro veterinario?
Por favor quisiera una respuesta pronto, ya sabéis lo mal que se pasa en estos casos.