El trabajo se centra principalmente en los cuádriceps y el resto de músculos extensores de la pierna, tanto por la postura ligeramente flexionada que hay que mantener, como por las fuerzas de torsión que se ejercen para guiar y frenar los patines, o amortiguar los saltos. Con menor intensidad trabajas los gemelos y los músculos pequeños que rodean la parte superior de los ligamentos óseos del tobillo, así como los músculos tibiales, todos éstos para controlar el gesto del pie, aunque te parezca que no se mueva. Igualmente, y ya en función de tu estilo, trabajas parcialmente los glúteos y la musculatura de las rodillas. Si tu estilo de patinaje es crucero o agresivo, puede variar ligeramente tanto las zonas de carga como el tipo de carga (tonificante, fortificante, volumen...), pero básicamente todas las técnicas actúan sobre los grupos musculares que te indico.