Perro adulto con trauma de abandono

Lo primero, disculpa la tardanza pero he estado de vacaciones de todo. Lo segundo, quiero agradecerte tu gesto; tu nobleza compensará la vileza y la infamia del malnacido que abandonó al pobre animal. Muchas gracias en nombre de todos los que amamos a los perros.
Yendo a tu problema, es primordial que el perro se recupere físicamente. Ahora necesita mucho cariño, mucho amor, sentirse seguro y protegido y por lo tanto, requiere también rehabilitarse emocionalmente. Ambos procesos van ligados, y no se puede tratar uno primero y el otro después, sino que debe ser simultáneo.
Es normal que el perro esté triste. Además, está desconcertado, ha llegado a un nuevo entorno y debe adaptarse a él. No obstante, por lo que dices, parece que eso va por buen camino. Lo bueno de un perro es que no juzga ni prejuzga, siempre da otra oportunidad y tiene fe ciega en su amo. Es una de las múltiples cosas maravillosas que tiene estos animales. Por ello es fundamental para corregir y aliviar su trauma que se sienta completamente integrado en su nuevo entorno.
No obstante, los traumas en los perros, que a veces derivan en fobias, son difíciles de tratar y a veces muy difíciles. No tiene solución garantizada, pero tampoco son casos perdidos. Y siempre es posible aliviar su dolor.
Para ello, ya te digo que es fundamental que esté sano en todos los sentidos, integrado y adaptado. Una vez conseguido eso (con un perro adoptado suele ser rápido), tratemos el problema. Él puede asociar los coches a quien lo abandonó, pero también a la gasolinera (por donde pasan muchos) o incluso, a que haya crecido en un ambiente tipo desguace, taller, etc. Hay que tratar de darle una connotación positiva al coche. No me has dicho cómo reacciona a TU coche, si hace lo mismo o se comporta de manera diferente. Por una parte, intenta darle cortos paseos con un ambiente muy agradable (que vaya mirando por la ventanilla, o con un juguete suyo a su lado, etc.) y llévale a algún lugar donde pueda jugar. Que se haga a la idea de que tu coche es genial, que siempre que le montas pasa algo estupendo y que no tiene por qué estar triste.
A su vez, procura distraerle de los coches que pasan y enseñarle que no tiene nada que temer ni echar de menos (los perros adoran la rutina, y por eso les cuesta mucho cambiar de ambiente; pero una vez que lo han hecho, se adaptan fenomenal; eso es lo que queremos hacer con tu perro). Refuerza la orden de llamada y anticípate a él. Cuando veas que va a ladrar o a llorar, llámale y cuando se te acerque, felicítale y dale unas caricias. No te pases, porque puedes lograr el efecto contrario y reforzar su comportamiento. Simplemente, actúa con normalidad, como la harías en cualquier otra ocasión. Es importante que refuerces la orden de llamada por si un día echa a correr, cosa que no parece probable si no lo ha hecho ya. Y, en todas las circunstancias, trátale con mucho cariño pero con firmeza. Piensa siempre en cómo se debe sentir él, y hazle sentirse seguro, tranquilo pero con obligaciones que cumplir, básicamente el respeto a ti y tus otros perros.
Si quieres, ve informándome de cómo evoluciona.