Gatita nueva en casa
Hace un añito adoptamos a una gatita siamesa que habíamos encontrado.
La verdad es que estaba muy poco domesticada y no teníamos mucha idea de educación felina en casa, pero preguntando, leyendo... Con mucho esfuerzo conseguimos que la gata fuera uno más en casa, cariñosa, e incluso me atrevería a decir que muy dependiente de mi.
Los últimos meses nos daba mucha pena, porque empezamos a trabajar mi pareja y yo, y claro, todo ese tiempo que pasábamos con ella se fue acortando hasta que decidimos adoptar la nueva.
Las dos son siamesas, de 1 año y dos meses respectivamente, y ninguna está castrada.
Cuando las presentamos, todo se quedo en pocas bufadas, pero la antigua comenzó a ser muy arisca con nosotros, me mira fijamente cuando acaricio a la nueva (haciéndome sentir horrible), dejó de jugar, y si la tocaba (supongo que por el nuevo aroma) me mordiía con mucha fuerza.
Después de dos días de especiales mimos a la primera gata, parece que está volviendo a la normalidad de incluso parece que empieza a jugar con la nueva inquilina. A mí me deja tocarla, pero no mucho rato, porque al de poco viene el mordisco.
Mi pregunta es: ¿Debería evitar tocar a la nueva gatita?
Creo que pronto nuestra gata volverá a ser la misma, pero no sé si estoy haciendo bien mimándola ahora más. ¿Se debería adaptar ella o la he de ayudar yo?
Y lo que más me preocupa... Ayer parecía que jugaban, pero la grande le abrazó a la pequeña, y parecía que le apretaba. Cuando vi que la pequeña se quejaba reñí a la grande, pero no sé si eso era un juego o la intentaba hacer daño...
La verdad es que estaba muy poco domesticada y no teníamos mucha idea de educación felina en casa, pero preguntando, leyendo... Con mucho esfuerzo conseguimos que la gata fuera uno más en casa, cariñosa, e incluso me atrevería a decir que muy dependiente de mi.
Los últimos meses nos daba mucha pena, porque empezamos a trabajar mi pareja y yo, y claro, todo ese tiempo que pasábamos con ella se fue acortando hasta que decidimos adoptar la nueva.
Las dos son siamesas, de 1 año y dos meses respectivamente, y ninguna está castrada.
Cuando las presentamos, todo se quedo en pocas bufadas, pero la antigua comenzó a ser muy arisca con nosotros, me mira fijamente cuando acaricio a la nueva (haciéndome sentir horrible), dejó de jugar, y si la tocaba (supongo que por el nuevo aroma) me mordiía con mucha fuerza.
Después de dos días de especiales mimos a la primera gata, parece que está volviendo a la normalidad de incluso parece que empieza a jugar con la nueva inquilina. A mí me deja tocarla, pero no mucho rato, porque al de poco viene el mordisco.
Mi pregunta es: ¿Debería evitar tocar a la nueva gatita?
Creo que pronto nuestra gata volverá a ser la misma, pero no sé si estoy haciendo bien mimándola ahora más. ¿Se debería adaptar ella o la he de ayudar yo?
Y lo que más me preocupa... Ayer parecía que jugaban, pero la grande le abrazó a la pequeña, y parecía que le apretaba. Cuando vi que la pequeña se quejaba reñí a la grande, pero no sé si eso era un juego o la intentaba hacer daño...
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Respuesta de badcat
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Respuesta de sentomoni
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