Tengo una perra de raza yorkshire de casi dos años. Su comportamiento con los de casa es siempre bueno, nunca ha mostrado agresividad excepto en algún juego que me ha podido rutar un poco. El problema es que últimamente no tolera a los niños y no soporta que se le acerquen y los gruñe. En mi familia hay bastantes niños y como es pequeña les llama mucho la atención, pero como la agobien es cuando les intenta morder. Ella siempre que los ve, va donde ellos a saludarles y cuando nos vamos les chupa la cara a modo de despedida pero como la intenten coger... Por otro lado, cuando yo estoy trabajando, la cuida mi madre y la verdad es que es cuando esta con ella cuando ha tenido más intentos de morder, siendo hoy el ultimo con la hija de mi prima a la que ha hecho sangre en la mano cuando intentó tocarla. En este caso creo que mi madre la sobreprotege porque ademas la lleva mucho en brazos y yo soy un poco más estricta y la riño con más frecuencia pero si que los sigue rutando. En cuanto al ejercicio, la verdad es que salimos muy poco, lo justo para hacer sus cositas y también la damos mucho cariño. Espero que me pueda dar alguna pauta para intentar corregirlo.
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Respuesta de Alejandro Rubio
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Alejandro Rubio, Me llamo Alejandro y soy adiestrador canino profesional, y...
Por lo que me cuentas, parece que a la perra no le gustan los niños. Es raro, habiéndose criado en un ambiente lleno de niños. Hay muchos perros que son recelosos de los niños, por no haber aprendido a convivir con ellos. Pero parece que no es el caso. Para resolver el problema, primero habría que saber de qué tipo de agresividad se trata. Por lo que cuentas, parece un tipo de agresividad defensiva. La perra ataca cuando se ve asediada, agobiada, cuando se invade excesivamente lo que ella considera su territorio. Lo de la sobreprotección es un gran error, que puede influir negativamente en muchos aspectos del comportamiento del perro. Cuando hablamos de niños, se trate del perro que se trate, siempre debe haber adultos por medio supervisando los juegos de los niños con el perro. Estos piensan que el perro es una especie de juguete con vida al que se le puede hacer de todo, y muchas veces tratan al perro de manera incómoda para él. Hay perros que lo aguantan todo, y otros que no aguantan ni media, y que no soportan a los niños. Gracias a Dios estamos hablando de un perro pequeño, porque en otro caso la situación sería bastante más grave. Además de educar al perro, hay que enseñar a los niños a cómo tratarle. El que estos aprendan rápido o no depende de la edad, claro. Hay que explicar al niño que no debe invadir el territorio del perro, y en este caso el territorio parece que es la perra misma. Quiero decir, la perra se agobia cuando se la intenta abrazar, o coger, o ya incluso tocar, porque piensa que no sólo la van a tocar sino que la van a agarrar. Eso no le gusta, y reacciona con agresividad. ¿Da señales de aviso antes de los ataques, o estos son imprevistos? Es decir, ¿gruñe, enseña los dientes, eriza el pelo, antes de los ataques? Si es así, también hay que enseñar a los niños que esos avisos deben ser respetados y retirarse inmediatamente. Por supuesto, es algo que no se debe consentir a la perra, pero al niño lo que hay que explicarle es que en ese caso hay que retirarse antes de sufrir males mayores. Cuando la perra gruña a un niño, el adulto que haya delante debe regañar con firmeza a la perra, pero sin violencia. Un "NO" alto y claro, es suficiente. No hay que pegar a los perros, pues ello aumenta su agresividad. Para intentar que la perra tolere mejor a los niños, el primer paso es ese: que los niños la traten con delicadeza y respeten su territorio. Que no la intenten coger, que no la abracen, que no acudan a ella con grandes aspavientos. Hay perros más tolerantes con los niños y otros menos, y con los que son menos hay que guardar más las distancias. Los terrier son en general perros de carácter fuerte a los que hay que llevar a raya desde el principio (como digo, con firmeza pero sin violencia; no pasarle ni una, pero sin malos tratos). Por otro lado, debes intentar premiar todas las interacciones positivas de la perra con los niños. Cuando la perra se muestre cariñosa, dócil, tranquila, prémiala. Intenta un ejercicio: coge a la perra, mándala sentar, y pide a un niño que se acerque a ella. Al principio sólo un poco. Observa a la perra. Si se muestra tranquila y no da muestras de agresividad, felicítala y prémiala. Después mándala sentar de nuevo, y di al niño que siga acercándose. Y así sucesivamente. Que el niño se acerque siempre despacio y a la altura de la perra. Cuando ya esté al lado suyo, dile al niño que ofrezca él mismo un premio a la perra. Pero que lo haga poniendo éste (un trozo de salchicha, o cualquier cosa que a la perra le vuelva loca) en la palma de su mano y dejando que sea la perra la que se acerque a cogerlo. Cuando lo coja, si lo hace con suavidad, hazle una gran fiesta y prémiala. Haz este ejercicio muchas veces y con muchos niños diferentes, al principio siempre de uno en uno, luego con dos o tres. Cuando hayas avanzado con éste, practica otro: pide a unos cuantos niños que se pongan a jugar cerca de la perra, pero sin prestarle atención a ella. Que sea un juego tranquilo, sin brusquedades, para no asustarla. Si ella permanece tranquila o se acerca a ellos en actitud amistosa, prémiala. Pero que ellos no la cojan, ni la abracen, etc. Eso debe ser algo prohibido para los niños. Practica también el primer ejercicio intentando que el niño, cuando la perra esté cogiendo el premio que tiene en su mano, le acaricie la cabeza con la otra mano. Con mucha suavidad. Pero intenta este ejercicio cuando el primero ya lo hayas practicado muchas veces. Si la perra responde positivamente, prémiala y felicítala. Si en cualquier supuesto de estos la perra responde mal, gruñendo o mostrando cualquier tipo de agresividad, regáñala, y, si hace falta, enciérrala durante un par de minutos. Luego déjala salir y continúa con el juego. Los perros quieren nuestra compañía, y uno de los peores castigos es el de encerrarles, privarles de nuestra compañía y nuestra atención. Pero siempre que castigues, hazlo justo en el momento en el que la perra está haciendo algo malo. Inmediatamente dile que no, y castígala. No esperes ni medio segundo, porque si no la perra ya no relacionará la infracción con el castigo y no sabrá a qué se debe. Otra cosa: el ejercicio es muy, muy importante para todos los perros. Evidentemente, un Yorki necesita menos ejercicio que un Pastor Alemán. Pero debe hacer ejercicio. Eso hace que se libere más serotonina, un neurotransmisor que, entre otras cosas, disminuye los niveles de agresividad. Por tanto, es muy importante el ejercicio, que la perra salga, se relacione a ser posible con otros perros, salga, se canse... Que tenga una vida un poco activa y con distracciones, juegos, estímulos. Por cierto, si la perra tiene juguetes en casa (es bueno que los tenga) no permitas que los niños los cojan. Tampoco dejes que se acerquen a ella cuando coma. Son situaciones peligrosas que es mejor evitar. Pero sí puedes trabajar con ella para que no muestre agresividad en esas situaciones: cuando coma, acércate, tócala, moléstala. Si reacciona mal, regáñala y quítale la comida. Devuélvesela un poco después, deja que coma, y vuelve a molestarla, quítale el cacharro, pónselo de nuevo... Repite el ejercicio hasta que la perra no reaccione mal. Cuando ante esas molestias ella aguante, ponle algo en el cacharro mucho más suculento. Y haz esto de vez en cuando. Bueno, ya me estoy enrollando mucho. Espero que te sirvan las indicaciones, y que la perra mejore. Y recuerda, explica bien a los niños cómo deben acercarse a la perra. Ya te digo, no todos los perros son "niñeros". Para cualquier otra cosa, me tienes a tu disposición.
Me parecen geniales los consejos que te han dado pondría primero el cansarla paseando de media hora a una hora antes de hacer los acercamientos a niños.
Yo a mis sobrinos les pido que no vayan a por el perro que lo llamen y lo acaricien cuando se acerca.
Además de entregar el perro bastante cansado a tu madre y pedirle que no lo coja tanto en brazos (tarea difícil) y hacerle comprender que cojiendole en brazos le hace dominante. No es lo mismo que el decida subirse al regazo(malo) que le invitemos a subir(bueno).
Hacerle un seguro al perro para que te cubra de accidentes, yo lo tengo con un perro pequeño y dos grandes. Nunca sé que puede pasar. Suerte
excdelente respuesta - montserrat sierra jaimes