Agapornis

Los agapornis como todos los animales son animales de costumbres y por ello unas veces tardan mucho y otras veces tardan poco en acostumbrarse a su cuidador. Algunos incluso nunca llegan a perdernos el miedo, por muy bien cuidados que estén.
Esto depende de muchos factores. Es conveniente que se trate de un animal lo más joven posible, preferiblemente macho porque suelen ser menos agresivos, criado en cautividad y si es a mano mucho mejor.
Poco a poco desde pequeño debemos ir acostumbrándolo a nuestra mano.
Para ello nos acercamos con cuidado y sigilo a su jaula, hablándole con voz suave y sin subir nunca el tono de voz ni hacer gestos bruscos.
Metemos la mano en la jaula. Lo más normal es que revolotee asustado. Entonces sacamos la mano con delicadeza, seguimos hablándole de forma suave, cada vez que le pongamos su comida o que le cambiemos el agua. Sería bueno situarlo en una zona donde haya paso frecuente de personas, pero resguardado de corrientes de aire. De esta forma se irá acostumbrando a los humanos.
Lo de cortarle algunas plumas de las alas lo hacen algunas personas que dejan suelto al animal y al cortarle las plumas evitan que se escapen,. Sin embargo, al principio el pajarillo huirá asustado y podría darse un golpe fuerte contra el suelo o algún mueble al no poder volar.
Si pretendes soltarlo por casa, asegúrate de que las puertas estén cerradas, al igual que las ventanas que convendría echar las cortinas para evitar golpes contra los cristales. Tapa los espejos por la misma razón. Evítale la entrada a la cocina porque podría apoyarse sobre cualquier fuego o cacerola. Evita las plantas venenosas o con pinchos (como la flor de pascua y los cactos).
Bueno, no sé si habré resuelto tus dudas. Si necesitas algo más, aquí me tienes.