Hay dos cuestiones aquí sobre las que hablar, una la de cuándo (y por qué) criar, la otra la del parentesco. Yo te daré mi opinión sobre cada una.
Vamos primero con los riesgos de hijos de padres emparentados:
En general es posible que haya cierta confusión en la gente en cuanto a los riesgos de que hermanos, primos... animales (o personas) con un grado de consanguinidad o parentesco cercano puedan tener hijos con malformaciones genéticas.
Para que aparezca una malformación o una enfermedad genética, de padres aparentemente sanos se debe dar la coincidencia de que ambos padres sean "portadores" del gen o genes que producen esa anomalía (un gen con la anomalía y un gen normal, haciendo pareja, donde predomina el cromosoma con el gen normal). Y a su vez, que el hijo herede de su padre el gen anómalo y de su madre también, de esa forma, sólo tendría, para un carácter concreto, genes anómalos, ninguno "normal". Así aparecería esa anomalía, malformación o el carácter en cuestión.
El hecho de que dos individuos sean hermanos, o primos, o padre-hija, o madre-hijo, o medio hermanos... no conlleva por sí solo que su posible descendencia vaya a tener malformaciones. Para eso, el pariente que haya en común debería ser portador de esa posible malformación. Y aún así, sólo aumentaría la probabilidad de que esa malformación apareciera, no aseguraría en absoluto que vaya a a aparecer sí o sí, porque tienen un padre en común. Ni aunque tuvieran los dos.
Otra cosa sería que a partir de una pareja, se haga criar a sus hijos entre ellos, y luego a esos hijos entre ellos, y luego a esos hijos entre ellos... así durante varias generaciones. Así no es que se consigan malformaciones porque sí, así lo que se produce es disminuir la variabilidad genética. Esto significa que los individuos serían prácticamente iguales y habría menos margen de maniobra para adaptarse a cambios ambientales (y no me refiero sólo al clima). Es decir, si uno tiene un armario lleno de ropa de invierno, y de color verde, siempre llevará ropa de invierno y de color verde. Si un día hace calor y te apetece llevar ropa de verano naranja, no puedes porque no tienes. Una persona con un armario con ropa de todas las estaciones y de todos los colores puede variar más su forma de vestir, y adaptarse a distintas situaciones. Una escasa variabilidad podría implicar, por ejemplo, menor capacidad de defensa frente a infecciones, porque los anticuerpos se producen por combinación de distintos genes. Si tanto los que "heredas" de tu padre como los de tu madre son iguales, ya tienes menos variación y por tanto menos posibles combinaciones. Es una cuestión de probabilidad. De la misma manera, si hay algún gen que produce una malformación genética pero se tiene que dar en determinadas condiciones y en combinación con otros genes, y casualmente, por estos cruzamientos correlativos entre parientes también se transmite ese otro gen y ya van unidos a las siguientes generaciones, sería más probable que aparecieran las malformaciones.
Resumiendo, para que haya malformaciones, enfermedades genéticas o problemas similares en los hijos, no basta con que los progenitores sean parientes. Desde luego, en el caso de que al final cruces a tu gata con el otro gato (medio hermanos), si hay algún problema no creo que se debiera al hecho del parentesco, y se podrían haber producido también entre esa gata y otro gato o ese gato y otra gata.
Ahora bien, si, dejando a un lado su consanguinidad real, los gatos se sienten "hermanados", es decir, conviven juntos desde hace tiempo, es posible que la gata no acepte ser cubierta por ese gato con el que está "hermanada". Pero no por una cuestión de que la gata piense "uy, este gato es hermano mío por parte de madre y si tengo gatitos con él me va a salir uno con una pata menos, otro con una cola de más, y otros dos sin orejas". Simplemente por una cuestión instintiva desconocida, hay animales que rechazan tener descendencia con animales de su misma camada. Por lo que he hablado antes de la variabilidad genética. Ésa es la razón que damos nosotros, no sabemos cuál es la que tendrán los animales para hacerlo, pero está comprobado que algunos lo hacen, es decir, rechazan animales con los que están hermanados y prefieren tener descendencia con animales "desconocidos".
Por otra parte, estaba la cuestión de cuándo criar, teniendo en cuenta lo mejor para la gata. ¿Cuál es la intención? Quieres criar para vender los gatitos, porque te hace ilusión ver una camada en tu casa, verlos crecer, etc; porque quieres que tu gata se sienta realizada físicamente al tener descendencia, porque quieres que tenga crías para quedarte con alguna y repartirlas entre la familia...
Yo personalmente no estoy a favor de hacer criar a nuestros animales de compañía, porque ya hay muchos perros y gatos abandonados como para hacer que haya más, voluntariamente. Si además quieres hacer que críe "por la gata", es decir, porque crees que va a ser mejor para su salud o porque así se sentirá realizada como madre; "por la gata", te aconsejo que mejor no los tengas. No va a ser ni más ni menos feliz por tener crías, quizá se sienta más estresada durante la gestación, parto, postparto y lactancia. Y para su salud tampoco va a haber ningún beneficio, en todo caso algún perjuicio, directo o indirecto. Si lo que te motiva a hacerlo es "hacerlo por la gata", lo mejor para ella sería que la castraras cuanto antes.
Si lo que te motiva es una razón personal, cerca del año y medio estará físicamente desarrollada por completo y en plenitud física para soportar los cambios y desgaste que produce la gestación y posiblemente sería la mejor época para hacerlo.
Te recomiendo que las vacunaciones se pongan 2 meses antes de la monta, para que la leche materna sea rica en los anticuerpos de esas vacunas, para que los cachorritos recién nacidos estén mejor protegidos.
A lo mejor habrías preferido una respuesta del tipo "los hijos saldrían bien. Tenlos en agosto". Pero prefiero argumentar mis respuestas.