Cachorrita de gos d'atura cabezona y que no hace caso

Somos una pareja y hemos adoptado una cachorrita hace unas 3 semanas. El cachorro tiene ahora unos 4 meses. Llegó a nuestra casa totalmente aterrorizada por todo y en particular por los ruidos que desconocía (que creo que esto es lo normal, ¿no?!?). Se pasó 2 días en el sitio que le habíamos preparado, observándolo todo de reojo. Pero ya ha cogido mucha confianza (estamos pensando que quizás demasiada) y hace lo que le da la real gana... Lo que realmente nos preocupa es que no nos haga caso y cada vez menos, es decir en un principio, nos hacía algo de caso, y ahora ya menos.
Tenemos varios problemas que nos traen de cabeza y que nos impide de disfrutar con ella día a día: es una perrita muy cabezona, que entiende muy bien el no o el tschh, vamos que parece darse cuenta cuando está haciendo algo mal y la regañamos. Pero le da lo mismo: sigue a lo suyo (lo que más hace es morder todo lo que tenga a mano, y si puede ser un sofá o una mesa de mimbre, ya no hay quien la controle), mirándonos de reojo como desafiándonos.
Este es entonces uno de nuestros mayores problemas: se pasa el día mordisqueándolo todo lo que tiene a mano: sus juguetes (más que morderlos parece que va a destrozarlos a consciencia), nuestras zapatillas (que por mucho que le digamos que no que no, se las lleva a su sitio, y ala, festín!) Y los muebles de nuestra casa. Nos preocupa mucho, aunque mucha gente nos diga que sus perros les han destrozado sillones, sofas, libros y demás, pero cuando estaban solos, no mirándolos de reojo como desafiando constantemente... De hecho, nuestra perrita no está casi nunca sola, ya que nos la podemos llevar al trabajo donde tiene bastante actividad, jugando con todo el mundo. Parece retarnos en cada momento para saber hasta donde llega nuestra paciencia y al mismo tiempo sus límites. Y es justo lo que no queremos que nos pase, perder la paciencia.
Nos resulta raro que venga tan poco a por mimos también, sobre todo con mi novio. No es que no se deje acariciar ni parezca disfrutarlos, pero no nos hace saber que los quiere ni viene reclamándolos de alguna forma...
Otro problema que tenemos también es que apenas quiere salir a la calle: nos cuesta horrores sacarla al rellano de la casa, bajar las escaleras y una vez en la calle, tira de la correa como una posesa hacia casa. Eso sí, una vez que nos hemos alejado un poco, parece empezar a disfrutar algo del paseo, hasta que se para. Si nos encontramos con otros perros, no suele haber problemas aunque en un principio, siempre se queda como atrás, con algo de miedo. Eso sí, va hacia la gente, da igual que estén en patines, en bici o andando, con o sin bolsas de la compra.
Y ya por último (siento la brasa, pero estamos bastante preocupados), ladra bastante: vivimos en un edificio antiguo, con muchos vecinos (y muchos perros pero eso no parece molestarla), y cada vez que pasa alguien delante de nuestra puerta se pone a ladrar como si le fuera a caer el cielo en la cabeza. No siempre oimos lo que ella oye, obviamente, pero se despierta (seguramente por algún ruido) y se pone a ladrar. Es bastante problemático porque ocurre sobre todo de noche.
En cuanto a nosotros... No sé hasta qué punto está cambiando nuestra actitud o si de verdad es que no podemos hacerlo peor... Somos primerizos :) y la verdad es que nos está empezando a desesperar. Pero lo que más intentamos hacer es enseñarle cuales son sus límites, intentando no ponernos nerviosos. Sabemos que lo que más importa es que estemos tranquilos y sobre todo pacientes, pero no sabemos ya con que probar, ya que jugamos con ella, le damos mimos, le ponemos límites y de momento, la llevamos con nosotros a todas partes. Y nos da mucha pena no poder disfrutar plenamente de la cachorrita, que es la más rica que yo haya visto...:-)

Respuesta
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SOn muchas cosas las que me cuentas, pero más o menos todo se resuelve en una frase: la perra es un cachorro, y como tal se comporta. Cuando dices que os desafía, en realidad no es así. La perra aún no ha comprendido bien las normas de convivencia en casa, y en realidad piensa que todo es un juego. Lo de morderlo todo, aunque molesto para vosotros, es totalmente normal, es su forma de explorar el mundo. Debéis tener mucha paciencia, enseñarle bien la palabra NO, y repetirla una y otra vez siempre que haga algo que no deba. Pero, además, darle una alternativa. Si muerde un mueble, una zapatilla, lo que sea que no deba morder, decirle que no pero darle a cambio algo que sí pueda. Que vaya entendiendo que lo que está mal no es morder cosas, sino morder determinadas cosas.

Por otro lado, debéis usar el adiestramiento en positivo. Es decir, premiar todo lo bueno e ignorar lo malo. Evidentemente, hay cosas que no podéis ignorar y debéis cortar por lo sano, como lo de morder muebles y demás. Pero no hace falta echarle grandes broncas. Simplemente un no seco y fuerte, quizá acompañado de un golpe en una mesa, e inmediatamente darle algo a cambio.

Lo de salir a la calle, lo podéis lograr con premios. Buscar cualquier snack, o incluso salchichas, y "engañarla" con ello. Cuando salga a la calle y trate de tirar hacia casa, no tiréis de ella. Simplemente pararos, y llamar su atención con un premio. Al principio debéis premiar mucho, y poco a poco ir quitando los premios. Enseñarle la orden "ven" a la vez que premiáis. Es decir, la llamáis, y le mostráis el premio (mostrar un premio a un perro significa ponérselo en la nariz pero sin que lo pueda coger; entonces tratará de ir tras él). En cuanto vaya tras el premio, y por tanto tras vosotros, entonces premiáis: ¡Muy bien!, y le dais el premio. Y así con todo lo que queráis que la perra haga.

En cuanto a los ladridos, eso ya es algo más complicado. Por desgracia, es algo que hemos fomentado en el perro a lo largo de la evolución. Hay diversos tipos de ladridos, y el que me comentas es un ladrido de alarma. Es muy, muy difícil de erradicar, precisamente por lo que te comento: el hombre lo ha fomentado a lo largo de la evolución, al concebir al perro como un instrumento de defensa o aviso. Podéis intentar enseñarla a ladrar a la orden, y después extinguir dicha orden, pero no es fácil. Me explico: le enseñáis a ladrar a la orden: la obligáis a ladrar, lo cual podéis hacer, por ejemplo, atándola a algún sitio, alejándoos, y llamándola. La perra querrá ir hacia vosotros, y se sentirá frustrada al no poder hacerlo. Acabará ladrando. En cuanto lo haga, la felicitáis (¡Muy bien, ladra!) Y la premiáis. Así, hasta que aprenda la palabra ladra. A partir del momento en que la perra sepa perfectamente lo que significa esa palabra, empezáis a no premiar. Después de un tiempo no premiando, la orden se extinguirá. En todo caso, ya te digo que eliminar el ladrido de alarma es muy, muy complicado. Forma parte de su instinto, y eso en un perro no se puede educar. Se puede reprimir, por ejemplo alejándola de la fuente que le hace ladrar, pero no se puede educar. Es como pedirle a un perro que no vaya tras una perra en celo.

Y en cuanto a su sociabilidad con vosotros... bueno, esta raza es un tanto independiente. En cualquier caso, podéis intentar crear lazos jugando mucho con ella, acariciándola, cepillándola todos los días... Cuestión de paciencia y de tiempo.

No sé si me dejo algo. Si es así, volver a contactar conmigo. En resumen, debéis tener mucha, mucha paciencia. ¡Ánimo!

Hola,

Ante todo, te agradezco mucho que me hayas contestado tan rápido.

Al leer tu respuesta, me he dado cuenta de que se me habían olvidado precisar algunos detalles. La verdad es que sí nos has hecho caso, ya que le hemos enseñado algunas cosillas como venir, sentarse, tumbarse, dejar que pasemos antes que ella al entrar o salir de un lugar, a no reaccionar cuando nos acercamos a su comida e incluso a no rechistar siquiera al meter la mano en su comedero (mientras come) e incluso quitársela. Espera tranquilita para la comida, sentada sin "revolverlo todo". Es decir, sí hace caso, pero, con el no o el ssht, no hay manera de que pare lo que está haciendo. Eso sí, quizás no reforcemos demasiado cuando deja de hacer lo que no debe, pero estamos empezando a hacerlo cada vez más.

En cuanto al tema de salir a la calle, seguimos con paciencia y determinación. Pero la verdad, es que en la calle, es difícil darle algún tipo de premio (rechaza, aunque cada vez menos, la comida que le demos en la calle)

Y el tema de los ladridos, aprenderemos a convivir con ellos, pero intentando que no sean tan sistemáticos (alejar de la fuente de ruido nos es totalmente imposible, ya que es una casa pequeñita y esté donde esté la perrita, no dejará de escucharlo todo).

¡Muchas gracias por tu respuesta y tu ayuda!

Un saludo,

Como decía en mi primera respuesta, paciencia, mucha paciencia. Y lo de los premios en la calle... probar con cosas suculentas, por ejemplo salchichas. Otro refuerzo que a algunos perros les gusta es el juego, por ejemplo, "luchar" con ellos con un mordedor. Podéis probar a ver si le gusta...

¡Muchas gracias por tu consejos!!

Mil gracias de verdad!!

Estamos siendo muy constantes y desde que mandé la pregunta hasta ahora, ha habido algunos cambios por parte de la perrita, así que solamente te puedo agradecer!!!

1 respuesta más de otro experto

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Los animales no tienen la misma conciencia sobre las cosas que los humanos, no comparten los mismos sentimientos.

Si tu perrita ha sido comprada, o adoptada, y no ha sido correctamente sociabilizada es normal que tenga ciertos problemas de conducta, ya que los perros son animales de camada y jerárquicos, y son la madre y el resto de hermanos quienes ponen los limites en juegos y conductas.

Las normas básicas para el aprendizaje de un cachorro en una obediencia básica recomendables son demonidas "obediencia en positivo", donde se tiene mas en cuenta lo que hace bien el animal que lo que hace mal (o mejor dicho, no queremos que haga). Premiando cuando juega en su lugar, coge sus juguetes, no tira con la correa e ignorando otros comportamientos.

Un animal no distingue por bueno o malo el comerse el sofá, simplemente es algo que esta ahí y que si lo muerde recibe nuestra atención aunque sea para regañarlo... si en vez de eso, lo ignoramos y nos centramos en cuando hace algo bien, premiandole, el cachorro pronto aprenderá con que comportamiento llama mas la atención y lo realizara, aunque para el siga siendo igual jugar con el sofá que con la pelota (hablando de el bien y el mal).

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